ELECCIONES 2023

Escenarios para la utilización de urnas electrónicas para las elecciones de este año

El #INE debe avanzar de forma más contundente en la modernización de los procesos electorales. | Carla Humphrey

Escrito en OPINIÓN el

Para la organización de los procesos electorales y de participación ciudadana en nuestro país algunos Organismos Públicos Locales Electorales (OPLE) han incursionado, desde 2005, en la utilización de instrumentos electrónicos para la recepción del voto de la ciudadanía a través de mecanismos conocidos como urnas electrónicas, así como el voto por internet.

En los diversos ejercicios en los que se han utilizado urnas electrónicas a lo largo y ancho del país, se ha demostrado la facilidad de su uso, la aceptación por parte de la ciudadanía, así como la certeza que ha generado tanto en elecciones locales como federales en todas sus etapas incluido, por supuesto, la emisión de los resultados del voto electrónico emitido por las y los ciudadanos, independientemente del partido político, candidata o candidato por el que hayan votado.

El Instituto Nacional Electoral (INE) ha realizado diversos estudios sobre su uso y de forma vinculante las ha utilizado en los procesos electorales de 2020 en los estados de Coahuila e Hidalgo en el que se utilizaron 94 urnas electrónicas, 54 y 40 urnas respectivamente; en 2021 en Coahuila y Jalisco fueron empleadas 100 urnas, 50 en cada entidad federativa y, en 2022 en los estados de Aguascalientes y Tamaulipas nuevamente se utilizaron 100 urnas electrónicas, 50 urnas para cada entidad.

Para las elecciones locales que tendrán verificativo este año en los estados de Coahuila y el Estado de México en que se renovará a la persona titular del ejecutivo local, además de la elección en la que se renovará el Congreso local en Coahuila, el INE tiene contemplado la utilización de urnas electrónicas en una parte de las casillas a instalarse en ambas entidades.

Para ello, de ser aprobado así por las instancias competentes del INE, se estarán utilizando tres modelos diferentes de urnas electrónicas: las que proporcionen los OPLE de Coahuila, para sus elecciones, las de Jalisco, así como el reciente modelo (7.0) de la urna electrónica desarrollada por el propio INE con base en las diferentes experiencias en las elecciones locales y federales.

La propuesta presentada consiste en que del OPLE de Coahuila se estarían utilizando 74 urnas electrónicas para igual número de casillas electorales en dicha entidad federativa; 64 urnas electrónicas de Jalisco se usarían en el Estado de México y, finalmente, 100 urnas 7.0 del INE cuya definición está en proceso de análisis aún por parte de las y los consejeros del INE.

La propuesta de utilizar de forma vinculante 238 urnas electrónicas representa más del doble de las urnas que se han utilizado en elecciones anteriores lo que le permitiría al INE contar con mejores elementos técnicos y logísticos para su uso en una mayor escala, en las elecciones federales y locales de 2024.

Como lo he reiterado en diversos espacios fuera y dentro del INE, esta autoridad debe avanzar de forma más contundente en la modernización de los procesos electorales no solo con la utilización gradual de un mayor número de urnas electrónicas, sino en el uso de otro tipo de tecnologías como el uso del internet al interior de la República, como actualmente se usa para recibir el voto de las y los mexicanos residentes en el extranjero; en explorar las ventajas que pudiera obtenerse de la credencial de elector digital; en utilizar listados nominales de electoras y electores electrónicos; en que las autoridades electorales, conforme a criterios precisos, generen sus propios sistemas de resultados electorales, entre varios más.

El INE debe aprovechar echar mano de la tecnología con el objetivo de que el uso de estos instrumentos generen esquemas para optimizar procesos como los de votación, para emitir resultados certeros y con prontitud y, estoy segura, un ahorro presupuestal que le permita ser menos oneroso en beneficio de la población.

El INE debe seguir siendo una institución a la vanguardia, pero, sobre todo, a la altura de las exigencias de la ciudadanía.