#RECOVECOS

Los baños de 51 millones de pesos de la Función Pública

Tras algunos años de cobertura de la SFP me quedaba claro que el combate a la corrupción en el gobierno era una faramalla. | Jorge Ramos Pérez

Escrito en OPINIÓN el

En los primeros meses del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, en el muro de un salón de reuniones en la Secretaría de la Función Pública (SFP) colgaban los retratos de quienes ocuparon esa dependencia como titulares. Pero Irma Eréndira Sandoval decidió al comienzo del sexenio de la autodenominada 4T retirar todos los cuadros y dejar en su lugar un letrero de fondo blanco con letras en color guinda, que es el que usa el partido Morena, en donde se lee: Función Pública (¿Funciona la Función Pública de la 4T contra la corrupción? | La Silla Rota).

En 2017 entrevisté al cineasta Alejandro González Iñárritu y le pregunté si tenía alguna opinión en torno a quién darle el voto en las elecciones presidenciales de 2018: “Yo pensaría en votar por quien tenga la posibilidad real de hacer un cambio en las dos situaciones más graves: la corrupción brutal y la impunidad”, me dijo el director de Amores perros y El renacido.

Un día, al comienzo del sexenio de Felipe Calderón, me surgió una interrogante: ¿Funciona la Función Pública? Tras algunos años de cobertura de esa dependencia me quedaba claro que el combate a la corrupción en el gobierno era una faramalla. Hacían como que perseguían a los corruptos y la prensa hacía como que los denunciaba.

Javier Coello Trejo, conocido como el fiscal de hierro, publicó recientemente un libro titulado Memorias, en donde relata que en los años 70 muchas veces los funcionarios eran pillados llevándose el dinero o recursos públicos, y que en algunos casos integraban los expedientes, pero el delincuente tenía la posibilidad de devolver lo robado y seguir su vida normal. Eso no era ni justicia ni combate a la corrupción. Pero así “funcionaba”.

¿Funciona la Función Pública? A inicios de 2021, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad divulgó un documento de 77 páginas para mostrar los rostros de la corrupción en el régimen de Andrés Manuel López Obrador. Eran en ese momento 16 casos de los cuales, la mayoría, hoy siguen en la impunidad.

Derivado de mi duda, en 2007 publiqué un reportaje titulado “¿Funciona la Función Pública?” en donde pude demostrar que, de casi 15 casos escandalosos que se habían publicitado en periódicos, revistas o televisión de supuesta corrupción, en ninguno había sanciones ejemplares.

De hecho, uno de los más relevantes era una acusación que revelé en El Universal por un presunto desvío por mil 724 millones de pesos por parte del ex director de Pemex, Raúl Muñoz Leos, y otros excolaboradores suyos, entre ellos Octavio Aguilar Valenzuela, hermano de Rubén, quien fue vocero de Vicente Fox.

En algún momento me encontré fortuitamente cara a cara con Raúl Muñoz Leos en el despacho de su abogado en Paseo de las Palmas. Lo saludé y cortés también estiró su mano, pero al escuchar mi nombre, autor del reportaje que detonó el escándalo, la retiró y se fue. Casi al final del sexenio de Felipe Calderón, como responsable de la cobertura de las actividades presidenciales, volví a encontrarme con Muñoz Leos en el Sanborns de la colonia San Miguel Chapultepec, muy cerca de Los Pinos, donde despachaba su persecutor. Quien le había iniciado la investigación, Germán Martínez Cázares -después senador de Morena y hoy creador del Grupo Plural, hastiado del morenismo- dirigía la escuela de Derecho en la Universidad Lasalle, a unos pasos de donde estábamos Muñoz Leos y yo viéndonos a la cara.

“Les gané en los tribunales. Soy inocente”, me dijo Muñoz Leos, tranquilo y sin darse la vuelta como en los años de la persecución.

¿Funciona la Función Pública? De acuerdo con el Índice de Percepción de Corrupción (IPC) que presenta la organización Transparencia Internacional, desde 2020, México tiene una calificación de 31 puntos en el ranking que califica a 180 países del mundo. 1 es la peor calificación y 100 la mejor posible, por lo que presentar la misma calificación por tres años lo sitúa en un estancamiento (El combate a la corrupción se estanca con AMLO | La Silla Rota).

De acuerdo con documentos oficiales, la Secretaría de la Función Pública se embarcó en una inversión de 51 millones 584 mil 867 pesos para remodelar todos los baños de su sede central y darle una manita de gato a sus instalaciones eléctricas.

“Respecto a las instalaciones eléctricas  y ante la probabilidad de sobrecargas y calentamiento en los conductores eléctricos, existe el riesgo de falla en los mismos, teniendo la probabilidad de un siniestro debido a la alta concentración de archivos y a los elementos que conforman la estructura del edificio sede de la Secretaría de la Función Pública, lo que representaría un riesgo potencial para los servidores públicos que ocupan el inmueble, así como para los visitantes al mismo, igualmente, los activos y documentación estarían en riesgo de perderse”, dice uno de los documentos.

“Se estima que con este proyecto se logrará beneficiar a un número aproximado de mil 300 servidores públicos y 500 personas externas (proveedores y visitantes) que hacen uso del servicio alternadamente durante 15 horas en promedio al día, 5 días hábiles a la semana. Los servicios se encuentran distribuidos en 11 pisos del edificio sede”, en avenida Insurgentes.

“En los últimos años, se han presentado fugas recurrentes en las instalaciones de agua potable y drenajes, lo cual provoca filtraciones constantes y módulos sanitarios fuera de servicio, con la consecuente molestia a los usuarios, ya que debido a que las instalaciones sanitarias, están ahogadas en las losas de entrepisos, es necesario romper los acabados para solucionar en ese

momento la fuga presentada, e incrementa los costos de mantenimiento, sin embargo, es imperativo sustituir el sistema hidrosanitario en general, a fin de aplicar nuevas tecnologías en lo que respecta a accesorios y tuberías y reacondicionar los acabados en general”, argumenta.

Llama la atención la frase “documentación que estaría en riesgo de perderse”. Ojalá hayan actuado de verdad, porque sería una pena que aún sin funcionar la Función Pública perdiera archivos de la corrupción en México que, literal, se irían por el caño.

Punto y aparte. Las y los suspirantes al gobierno de la Ciudad de México, en Morena, tienen claridad de por dónde va la jugada. Aún así, van con todo.

Punto final. Como le anticipamos en estos #Recovecos (Morena, ¿es de Sheinbaum? | La Silla Rota) Rosaura Ruiz dejó la Secretaría de Educación en el equipo de Claudia Sheinbaum. Algunos, con mala información, señalan que ella podría ser candidata a rectora de la UNAM en noviembre próximo. No puede por el tema de la edad. Lo que sorprendió es que, pese a que desde entonces estaba decidido, Javier Hidalgo no entró en relevo de Ruiz.