NARCO-EXPANSIÓN

Narco-expansión

La expansión de los cárteles del narcotráfico es un tema que pareciera no preocupar al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. | José Luis Castillejos

Escrito en OPINIÓN el

La expansión de los cárteles del narcotráfico –por territorio nacional– es un tema que pareciera no preocupar al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

Con su política de "abrazos y no balazos” cedió el control al crimen organizado que hoy tiene en jaque a gobiernos municipales y estatales de diversos puntos de la geografía nacional.

La violencia se ha ido “normalizando” en la vida cotidiana de los mexicanos. Cada día aparecen personas ejecutadas, embolsadas y hay reportes de desaparecidos, secuestrados, amenazas y balaceras

Pero en México no pasa nada. Esa normalización es peligrosa porque la narco-expansión va ocupando diversos espacios y el Estado no ha podido garantizar a los mexicanos la seguridad que estos reclaman.

Los grupos de la narcoactividad se han ido fortaleciendo. Tienen entrenamiento militar, armas sofisticadas y mucho dinero que les permite las rutas de tráfico y territorio.

Chiapas era quizás el último rincón donde aún estaba un poco limpio de esta actividad pero en las últimas semanas se han reportado bloqueos, enfrentamientos y la supuesta infiltración de los narcos en las estructuras de las policías y Fiscalía.

Un clima de violencia nunca antes visto empieza a cobrar víctimas. Los impulsores de la violencia y la inseguridad en México operan con total impunidad tras la orden presidencial a las Fuerzas del Orden de que se den abrazos en vez de balazos.

Y las agresiones contra las corporaciones policiales, Ejército y Marina no se han hecho esperar y para contener la inconformidad, el presidente de la República ha involucrado a estos en la construcción del Tren Maya, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, Dos Bocas, entre otros.

De esa forma, los generales y titulares de las otras corporaciones e instituciones castrenses están callados.

Los narcos no se andan por las ramas. Cada vez tienen mayor capacidad tecnológica y militar.

Los grupos criminales continúan experimentando fragmentación y luchas internas que conducen a repuntes esporádicos de violencia.

Otros riesgos notables impulsados por los cárteles incluyen la volatilidad a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, territorio vital para las actividades de los cárteles, incluido el contrabando de drogas y de migrantes, que podría provocar cierres esporádicos y demoras en los puertos de entrada y los cruces fronterizos.

Cada vez es mayor la amenaza de violencia indiscriminada en áreas importantes donde los cárteles compiten por el control, como los estados de Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Querétaro y Zacatecas.

La extorsión continúa junto a la amenaza de robo para las empresas que se enfocan en la extracción de recursos naturales, como petróleo, minería y madera, dada la naturaleza lucrativa de estos negocios.

A pesar de todas las restricciones de movimiento relacionadas con la pandemia, que tuvo su pico entre el 2020 y 2021, la violencia relacionada con los cárteles se mantuvo muy alta según medidas históricas, y el número de homicidios disminuyó solo un 0.4% desde el récord de 2019 de 34, 648 homicidios. 

No obstante las importantes inversiones en medidas de seguridad, desde 2018 los homicidios en México se estancaron en su nivel más alto, lo que subraya aún más la influencia sostenida de los cárteles en todo el país. 

Los dos carteles más grandes siguen siendo el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa que han fortalecido su presencia en Chiapas con enfrentamientos en los municipios de Jiquipilas y los aledaños a la frontera con Guatemala, como Frontera Comalapa y Comitán, en Chiapas.

Los enfrentamientos entre ellos y una variedad de milicias locales, cárteles más pequeños y las fuerzas de seguridad de México, generan una violencia continua y una inseguridad más amplia, de acuerdo al reporte. 

El CJNG y Sinaloa atraen la mayor atención pero también hay grupos más pequeños que juegan un papel importante en los conflictos localizados, como la forma en que Cárteles Unidos, alineado con Sinaloa, combate los avances del CJNG en el estado de Michoacán. 

Grupos más pequeños como los Caballeros Templarios, La Familia Michoacana, Los Viagras, Los Rojos y el Cártel de Juárez no tienen el tipo de presencia nacional de algunos de sus rivales pero sirven como representantes importantes para organizaciones criminales más grandes a nivel nacional y fuentes perennes de la violencia local y la inseguridad en sus áreas de operación.

La empresa de inteligencia Stratfor documentó que el fentanilo sigue desempeñando un papel importante en el tráfico de drogas,  algo evidente en el aumento del 70 % en las incautaciones fronterizas de estimulantes sintéticos. 

Esto a pesar de los cambios en el estilo de vida de los consumidores provocados por la pandemia que vieron un ligero alejamiento de los estimulantes y hacia drogas como la marihuana y el fentanilo debido al cierre de la vida nocturna. 

“El aumento de la popularidad del fentanilo se puede atribuir a su potencia para los consumidores y su rentabilidad para los cárteles”, reseña el reporte.

El fentanilo es 50 veces más potente que la heroína, lo que significa que el aumento del público consumidor es mucho más intenso. 

El reporte de inteligencia indica que los cárteles ganaron aproximadamente 14 mil millones de dólares en ventas de fentanilo en 2019, cifra que podrá estar recuperándose en la actualidad.

La narco-expansión está en marcha pero el presidente de la República cierra los ojos a la realidad. Mientras él viva en su burbuja de Palacio Nacional no podrá ver el sufrimiento que viven a diario millones de mexicanos mientras las ráfagas de metralletas suenan por todos lados.