VACACIONES DIGNAS

¿Ocio o negocio?: vacaciones dignas

Qué difícil ha sido para los trabajadores que se respete el decreto sobre las vacaciones dignas, y que ahora enfrenta enormes dificultades para su cumplimiento. | Manuel Fuentes

Escrito en OPINIÓN el

En uno de esos rincones de mi librero encontré un texto de Octavio Paz que decía: “sin ocio no hay poesía”; admito que se desprendía polvo en esas hojas, las que contrastaban con la lucidez de aquellas palabras. Reflexionaba lo difícil que es para los trabajadores lograr un momento para sí, detener su trabajo, parar el mundo de la vorágine de la producción, y obligar al patrón a respetarlo.

Mi pensamiento gravitaba por lo difícil que ha sido para los trabajadores que se respete el decreto del que tanto insistió la senadora Patricia Mercado sobre las vacaciones dignas, y que ahora enfrenta enormes dificultades para su cumplimiento.

Para los trabajadores sin contrato colectivo ni sindicato, simplemente se ha metido el cumplimiento de las vacaciones dignas en el rincón del panteón donde cohabitan las leyes muertas. Las autoridades brillan por su ausencia, los inspectores de trabajo no disponen del tiempo o recursos para asomarse a las empresas a verificar si se cumple o no el derecho a ejercerlas.

He recibido quejas de trabajadores a quienes sus patrones alegan que la ley que vale es de cuando ingresaron a laborar, que la ley válida es la vieja, no la nueva. Dicen con falsedad, pero con una sonrisa rancia, que las vacaciones dignas son para las nuevas contrataciones, siempre que tengan contrato de planta.

Pero cuando los nuevos contratados quieren ejercer sus vacaciones dignas, les dicen: no tienes derecho porque eres eventual, porque tienes menos de un año. ¡Y no me reclames o te vas a la calle! ¡Si tanto querías descansar no hubieras solicitado un trabajo!

En muchos centros de trabajo hay obreros silenciosos que esperan a que el patrón les otorgue sus vacaciones como si fuera limosna. Otros “trabajadores ejemplares” no las disfrutan porque dicen, “mejor guardarlas para disfrutarlas después”. Pasados hasta tres o cinco años, las reclaman al patrón, quien responde triunfante que han prescrito. 

Muchos trabajadores ignoran que los derechos laborales en su generalidad prescriben al año, con excepción del cumplimiento de una sentencia o de riesgos de trabajo que prescriben en dos años; de un mes para que el trabajador se separe del empleo por violaciones a sus derechos o para que el patrón despida a un empleado. O dos meses para reclamar el pago de una indemnización o reinstalación por un despido. La mayoría desconoce que los derechos que no reclaman, mueren.

Hay centros de trabajo, donde sucede lo más grave: la administración del gobierno federal manda a sus trabajadores de vacaciones con mucho tiempo de retraso sin que se les pague la prima vacacional.

Llegan a alegar que la prima vacacional no se debe pagar conforme al contrato colectivo de trabajo, que las vacaciones excedentes deben cubrirse únicamente con el 25% olvidando que el decreto publicado expresamente señala que: 

“Las modificaciones motivo del presente Decreto serán aplicables a los contratos individuales o colectivos de trabajo vigentes a la fecha de su entrada en vigor, cualquiera que sea su forma o denominación, siempre que resulten más favorables a los derechos de las personas trabajadoras.”

Si hay vacaciones con motivo de la reforma laboral que rebasen el número de días contemplados en su contrato colectivo de trabajo éstas deberán pagarse con la prima vacacional que más les beneficie.

Las vacaciones son prestaciones blindadas por la Ley Federal del Trabajo y son irrenunciables. Aunque el trabajador firme la renuncia a ellas y al pago de su prima vacacional, incluso ante notario público, no tendrá validez alguna.

Los patrones tratan a toda costa en esconder la Ley Federal del Trabajo que prevé en su artículo 1000, sanciones de hasta 5 mil veces la Unidad de Medida y Actualización (UMA) que hablando en plata puede significar 518 mil 700 pesos por trabajador afectado.

A los trajeados que se asoman de vez en cuando al panteón de las leyes muertas, les disgusta eso de las vacaciones dignas y buscan la manera de burlarse de ellas, pero ya hay trabajadores que se organizan e informan. Ya no se dejan.

Manuel Fuentes

@Manuel_FuentesM