DISPARIDAD DE GÉNERO

Mujeres que ganan más y sostienen el hogar

A pesar de que cada vez es más frecuente ver a mujeres en altos puestos de decisión, los trabajos de cuidado siguen teniendo una connotación femenina. | Norma de la Cruz

Escrito en OPINIÓN el

A nivel mundial, las mujeres tienden a ganar menos por su trabajo que los hombres. El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) midió la magnitud de la brecha de ingresos entre mujeres y hombres en diferentes sectores en México y otros países. El IMCO concluyó que México tiene una brecha de ingresos de 14%, menor que la de Islandia o Reino Unido, esta cifra tiene como trasfondo que muy pocas mujeres en edad productiva entran a la economía remunerada, la mayoría de ellas (70%) ganan menos de dos salarios mínimos, y pocas crecen durante su trayectoria profesional hasta llegar a puestos de toma de decisión que están mejor pagados.

Las mujeres, a menudo completamente excluidas de la fuerza laboral, tendían a asumir la mayoría de la mano de obra doméstica, incluidas las tareas domésticas y la crianza de los hijos. Pero la evidencia sugiere que desde que las mujeres han entrado en masa en la fuerza laboral, el desequilibrio en los deberes domésticos no se ha corregido realmente, aun cuando las mujeres ganan más dinero que sus parejas.

Para aquellas mujeres que tienen un salario que les permite llevar más dinero a la casa que sus parejas masculinas, nos dicen los estudios que esta situación causa incomodidad e inseguridad en ambos; por un lado a él, no cumplir con su “papel de proveedor” le resta entereza a su lugar como hombre en el mundo; y por el otro, ella tiene que cargar con la etiqueta de “ganar más que su marido”.

A pesar de la brecha salarial y los tantos obstáculos para que las mujeres accedan a altos puestos de decisión, mayor responsabilidad  y, por supuesto, un alto salario, no han cambiado las actitudes. Una  mayoría a menudo continúa realizando los trabajos de cuidado y demás tareas tradicionalmente "femeninas", dejándolas crónicamente sobrecargadas, por un lado debido al trabajo remunerado, y por el otro a causa de las tareas domésticas, la crianza, el cuidado de la casa

Todo esto puede pasar factura a las mujeres pues la investigación muestra que los matrimonios heterosexuales, con una mujer como sostén de la familia es más probable que terminen en divorcio. La carga del “matrimonio fracasado” de las mujeres que al no cumplir con su mandato de cuidadoras, que por irse a trabajar descuidaron al marido y la casa. Sí, otro prejuicio es que las mujeres financieramente autonómas se ven afectadas.

En 2019 en el Reino Unido, sólo alrededor del 26% de las mujeres ganaban más dinero que su pareja, y en Estados Unidos esto fue alrededor del 30 %. No es sorprendente, ya que las mujeres trabajadoras todavía ganan 16 % menos que los hombres en promedio.

Investigaciones realizadas en Australia y Estados Unidos mostraron que, aunque las mujeres disminuyeron sus tareas domésticas a medida que aumentaban sus ingresos, esto solo era cierto hasta cierto punto. Una vez que las mujeres comenzaron a ganar más que sus parejas, los investigadores descubrieron que las parejas a menudo volvían a roles de género más tradicionales, y las mujeres asumían una parte desproporcionada de las tareas domésticas.

Incluso cuando una pareja tiene las mejores intenciones de dividir el trabajo de una manera equitativa, los juicios y percepciones externas pueden interponerse en el camino, esto puede dejar a las mujeres con altos ingresos asumiendo responsabilidades adicionales. 

En un mundo en el que las mujeres trabajamos constantemente  para superar los prejuicios de género, es importante revisar nuestros acuerdos para que la segunda o tercera jornada no se vuelva el lastre que nos obligue a dejar nuestras carreras.