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Se buscan ojos

El relevo generacional siempre es importante porque trae miradas frescas, nuevas propuestas, retos y nuevos dilemas. | Ulises Castellanos

Créditos: Imagen de Seth Doyle / Unspalsh
Escrito en OPINIÓN el

¿Dónde están las nuevas generaciones de fotógrafos documentales? Resulta extraño, pero no parece haber nuevos talentos fotográficos en las calles de la ciudad. 

En el pasado Encuentro Nacional de Fototecas, hace apenas dos semanas, nos reunimos diversos investigadores, historiadores y fotógrafos profesionales, pero la mayoría de los profesionales que ahí estuvimos, rondamos los cincuenta y sesenta años de edad. Obvio el público local era mayoritariamente jóvenes universitarios interesados en la imagen, pero no son todavía profesionales ni conocemos sus propuestas visuales. Y en ese contexto, me refiero específicamente a que no vemos a los fotógrafos de 25 a 35 años trabajando en medios ni produciendo trabajos documentales. 

Entonces, ¿qué está pasando? Un dato, en los noventas cuando yo empecé a trabajar tenía 22 o 23 años y trabajaba con un montón de colegas de esa misma edad, ahí andaban Victor Mendiola, Julio Candelaria, Ernesto Ramirez, Duilio Rodríguez, Luis Jorge Gallegos, Octavio Gómez, Raúl Ortega, Darío López, Fernando Castillo y decenas y decenas más de compañeros que adicionalmente al trabajo diario, todos participamos en becas, exposiciones, encuentros, conferencias, o talleres. 

Les pongo otro ejemplo, en nuestra plataforma educativa de Zona Zero, tenemos más de 50 alumnos en línea, en los distintos talleres y diplomados que ofrecemos, sin embargo, la mayoría está cerca de los 40 años de edad y algunos llegan  hasta los 60. Tenemos muy poquitos jóvenes

Esta misma semana en el Colegio Nacional se presentaron Laura González, Yolanda Andrade, Francisco Mata y Gerardo Suter en una mesa sobre fotografía urbana y la sala apenas llegaba a la mitad de su capacidad, pero no había jóvenes, ni fotógrafos profesionales, salvo Pepe Jiménez y Keith Danmiller. 

Sin embargo, es obvio que los jóvenes sí existen, ahí están en las diferentes sedes de la Escuela Activa de Fotografía que está por cumplir 47 años y está repleta de chicas y chicos interesados en la fotografía, pero, la mayoría de ellos, desaparecen del radar en cuanto dejan el estatus de estudiante.

Este vacío generacional, es probable que sea consecuencia de la devaluación del trabajo fotográfico a nivel profesional, los presupuestos y salarios no se han modificado en 10 años y por el contrario, en muchos lugares incluso se han reducido puestos de trabajo y salarios. 

Es probable, que lo anterior sea una explicación, sin embargo, sigue habiendo apoyos de becas para fotógrafos documentales pero son poco aprovechadas o ganadas por gente que se dice fotógrafo cuando en realidad sus habilidades se encuentran en otro lado.

Adicionalmente, no vemos nuevas propuestas, ni nuevas exposiciones. Siguen dominando la conversación nuestros viejos conocidos o fotógrafos ya consolidados. 

El relevo generacional siempre es importante porque trae miradas frescas, nuevas propuestas, retos y nuevos dilemas, pero parece que ésta generación que ronda los 30 años de edad, no está interesada en organizarse, articularse o simplemente tener presencia visible en el ambiente profesional o creativo. 

¿Dónde están? ¿Acaso se movieron al video, andan en Instagram o en Tik Tok? 

En contraste, con lo anteriormente expuesto, a quien si veo más activas, en estas nuevas generaciones, es a las mujeres fotógrafas que exponen en las rejas de Chapultepec, hacen rifas, publican y venden fotos, participan en talleres, y ganan premios, pero sus temas son siempre o casi siempre muy acotados a lo femenino, perdiendo así una visión pública más general o más amplia.

Entonces, más allá de los géneros involucrados en la creación de imagen, desde acá, no estamos viendo nuevas propuestas en el ámbito documental, si acaso estoy equivocado o por alguna razón, mis colegas y yo no los estamos viendo, hágamelo saber, levanten la mano y díganos qué piensan, y ¿dónde están?

En el siglo pasado, por lo menos durante las últimas tres décadas, la generación anterior de fotógrafos documentalistas o autorales, andaban en todo, generaban muchos proyectos, ahí están el Consejo Mexicano de Fotografía, la fundación del Centro de la imagen, sus libros, exposiciones o premios internacionales. Nuestra generación aprendió de ellos y retomó ese impulso generando proyectos, libros y harta conversación. Otro dato, en los últimos 20 años ahí están las publicaciones, las bienales, las exposiciones, las polémicas y los saldos de una generación muy activa, sin embargo, detrás de nosotros parece haber un silencio. 

En los últimos dos o tres años han muerto grandes fotógrafos y queridos amigos, como Eniac Martínez, Marco Antonio Cruz, José Hernández-Claire y Lourdes Grobet entre otros, y es obvio que nosotros los alcanzaremos en algún momento, de ahí mi preocupación, ¿quién o quiénes están por tomar la estafeta de la enorme tradición fotográfica documental de nuestro país? ¿Dónde están? ¿Qué están haciendo o qué referencias tienen? ¿Dónde publican, a qué foros o talleres asisten? ¿Dónde está su mirada y sus voces? ¿Dónde? Manifiéstense. 

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