DESPIDOS TRAS LA NUEVA REFORMA LABORAL

Fin de un ciclo laboral: ¿cómo se llamó la obra?

Funcionarios que habían defendido se respetaran los derechos de personas despedidas, ahora enfrentan el despido arbitrario porque se requieren recursos para la nueva reforma laboral. | Manuel Fuentes

Escrito en OPINIÓN el

Si nos asomáramos atrás del telón que presentará este lunes tres de octubre la obra “la nueva reforma laboral en todo el país”, veríamos personas corriendo unas encima de otras, todas apuradas para presentar un proyecto de resultados todavía inciertos. La sorpresa es que los actores son insuficientes para tremenda hazaña usando vestuario del vecindario donde venden ropa usada.

Lo que ha molestado a los actores vestidos de juez y a otros que les llaman conciliadores es que su ropa, a la primera lavada ya se les ha encogido. La molestia no es para menos porque algunos desde la ventana de enfrente y otros en su mismo edificio ven que hay otra función que se llama “Junta de Conciliación y Arbitraje”, y esta tiene muchos espectadores que hacen mucho ruido, con muchos expedientes cargando y tienen una ropa peor que la de los nuevos actores. Están todas hechas trizas y así siguen trabajando.

Los de la nueva obra quieren que este tres de octubre, si es posible, se pare el país para que todo mundo sepa que ahora sí va a haber justicia laboral. Ya escuchamos en la radio que se anda diciendo que, en seis meses, cuando más terminaran los pleitos laborales.  

Lo que no se sabe es cómo le harán con tan pocos actores para enfrentar la tercera etapa, la más difícil que abarca de acuerdo con datos de INEGI a 15 millones 965 mil 494 de población ocupada.

La Ciudad de México que esperaba iniciar la operación de los tribunales laborales con 25 jueces lo hará este lunes 3 de octubre con tan solo 9 de ellos, en espera que tengan más presupuesto. Lo más grave es que para estrenar los Centros de Conciliación tuvieron que robar (porque fue a la mala) del presupuesto de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje de la Ciudad de México para iniciar su funcionamiento.

Ha sido lamentable que ante la falta de recursos y sin respetar la reforma laboral que ordenó respetar los derechos de sus trabajadores de la transición, el gobierno de la Ciudad de México ha sido el primero en violentar ese ordenamiento previsto en el Transitorio Vigésimo de la reforma laboral que señala:

“Los derechos laborales de las y los trabajadores de las instituciones que se vean involucradas en esta transición deberán ser respetados en su totalidad. Las autoridades llevarán a cabo todas las acciones de carácter administrativo para garantizar que se protejan y conserven los derechos de seguridad social, de acuerdo con las leyes aplicables”.

El lunes 19 de septiembre pasado horas antes del sismo de esa fecha, fue impresionante observar que secretarios de acuerdos, secretarios auxiliares, conciliadores y en apoyo trabajadores de base paraban labores en respaldo a más de 50 funcionarios despedidos.  Las computadoras dejaron de operar, los expedientes dejaron de abrirse y, a pesar de las amenazas de levantarles actas por esa protesta que hacían, exigieron que se reinstalara a sus compañeros.

Los abogados litigantes, en lugar de protestar porque sus casos se encontraban detenidos por la protesta de los funcionarios de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje de la Ciudad de México, aplaudían apoyándolos. Fue solo el simulacro y luego el sismo que detuvo la protesta dentro. 

Sin embargo, afuera de las instalaciones, con la cara endurecida, a pleno sol, aquellos funcionarios que habían defendido se respetaran los derechos de personas despedidas, ahora ellos y ellas enfrentaban el despido arbitrario con el pretexto de que se requieren recursos para esa obra de teatro que llaman nueva reforma laboral. 

¡A la calle, que necesitamos de sus salarios, de su empleo, para construir una nueva justicia laboral!

Muchos nos preguntamos ¿Cómo se llamó la obra? ¿Por qué nos quieren engañar?