SEGURIDAD EN MÉXICO

Militarización

La iniciativa presentada por el presidente López Obrador va en contra de la Constitución y se tendrá que definir su legalidad en la Corte. | Julio Castillo

Escrito en OPINIÓN el

López Obrador junto con la mayor parte de quienes hoy integran Morena, siendo opositores, se cansaron de criticar el uso de las fuerzas armadas en labores de seguridad pública. Declaraciones, tweets y votos en el Congreso ratifican que su postura cambió diametralmente de bando y resulta de gran ironía constatar que fue precisamente quienes se clamaban de “izquierda” quienes fueron a hacer de los militares: policías, distribuidores de vacunas, constructores, cuidadores de aduanas y lo que se acumule en estos días.

La iniciativa presentada por el presidente es contra la Constitución y se tendrá que definir en la Corte, pero lo que aborda es básicamente:

Que la integración central de la Guardia Nacional sea de carácter militar. Las facultades de la Secretaría de Seguridad Pública se delegan prácticamente por completo en la Secretaría de la Defensa Nacional. Establece control total administrativo y operativo de la Guardia Nacional.

El titular de la Defensa Nacional tiene facultad de Ejercer el control operativo y administrativo de la Guardia Nacional.

Las sanciones administrativas en las que incurran integrantes de la Guardia Nacional serán juzgadas en el fuero militar.

Se establece la obligación de la Guardia Nacional de auxiliar a la Fuerza Armada Permanente en el ejercicio de sus misiones cuando así lo disponga la persona titular del Poder Ejecutivo Federal (el presidente de la República).

Propone que la Guardia Nacional intervenga (sin solicitud previa) en cuestiones de seguridad pública a estados y municipios.

Para los hechos, basta con lo que se aprobó ilegalmente (sin modificar la Constitución), pero López Obrador sabe perfectamente que su reforma atenta contra la Constitución y que pende de un hilo… por eso utilizó al famoso “Alito” del PRI para presentar una segunda reforma que sí modifica la Constitución, pero esa trae otros problemas, algunos comentarios al respecto:

Alejandro Moreno junto con su partido firmó una moratoria constitucional (compromiso por no modificar la Constitución en lo que queda del sexenio) en junio pasado… que chiquito se ve al romper con su palabra y su firma en menos de 4 meses.

La opinión pública ya hizo su juicio y es bastante atinado: “Alito” con todas sus grabaciones, su posible desafuero y sus bienes fue comprado por el gobierno de AMLO, cuestión que se vio en el saludo con Adán Augusto.

El PRI por otro lado, no está tan convencido de su líder… el problema no es de “Alito” con Morena, es del PRI con “Alito” que simplemente se volvió indefendible tanto en sus escándalos personales como en su posición frente al gobierno de AMLO.

Además de la tristísima actuación del “Alito” y el PRI en la Cámara de Diputados, podemos poner el ejemplo de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (sí, esa que desarticularon ilegalmente desde el inicio del sexenio poniendo a una dirigente de Morena al frente) que, en lugar de señalar la militarización, la celebra… demostrando su total sumisión e inutilidad.