LA ACTUACIÓN DE LA GUARDIA NACIONAL Y LAS FUERZAS ARMADAS

El fracaso de la GN, el mejor resultado a los intereses del caos

La realidad nos alcanzó y hoy los únicos capacitados para hacer frente a los grupos criminales son la Guardia Nacional y las Fuerzas Armadas. | César Gutiérrez

Escrito en OPINIÓN el

La perversidad política de los detractores, está incitando a la tergiversación de la actuación de las Fuerzas Armadas. Con la bandera de un supuesto militarismo y militarización están queriendo asustar a todos, pero cuando van a otros países, ahí si no dicen nada, ¿por qué? Porque ahí sí les aplican las penas correspondientes por infringir la Ley -así de simple- y por experiencia nos damos cuenta de que en México, los derechistas son quienes están en contra de la igualdad, gritan desesperadamente su prepotencia y hacen un uso agresivo de su clasismo para elevar aún más su egocentrismo.

Ellos son quienes no cumplen ni respetan las leyes y sacan provecho de los demás, tratando de convencer con sus hipócritas discursos de doble moral. Hoy han quedado al descubierto  diversos políticos que han sido desenmascarados por enriquecimiento ilícito. La única manera de la pudieran haber obtenido estos bienes sería por el desvío de dinero; el cual usaron para comprar inmuebles, vehículos y darse vida de magnates sin tener  que trabajar. Esa es la realidad actual de todos estos políticos que hoy se sienten dueños del país.

Ahora ha quedado claro -incluso- que el propio ejecutivo, tuvo que cambiar de opinión, porque a pesar de tener un gabinete establecido, no todos están dando buenos resultados. Esa es la verdad. ¿Cuántos han tenido que renunciar porque no estuvieron a la altura del proyecto de nación, o porque enfocaron su “trabajo” a intereses particulares? Otros más han tratado de sobrepasar o tergiversar las mismas órdenes del ejecutivo, simulando lealtad, lo que también ha quedado al descubierto. 

Esta es la gran diferencia del personal civil que provoca un contraste con los militares y marinos. Los civiles que no han sabido obedecer y sólo se han abocado a dar justificación tras justificación porque NO pueden con el paquete. En cambio, los militares han demostrado que ellos sí cumplen con las órdenes que se les dan y que la vocación de servicio tanto del personal de tropa, oficiales y jefes, se demuestra con trabajo diario y mucho esfuerzo. Brindan seguridad a nuestro país sin tener la orden de cometer abusos o masacres como en otros sexenios se cometieron. 

La autonomía de las entidades federativas no puede ser violada. Cada congreso local tiene que autorizar a su titular (gobernador), para que pueda elevar la solicitud de apoyo de la federación para que ésta pueda intervenir. Por esta razón, cuando un gobierno local es sobrepasado, una de las causas (independientemente de las problemáticas sociales, económicas y culturales) es la corrupción que puede imperar en esa área geográfica, debido a las redes de complicidades tejidas en contubernio con la delincuencia organizada, que han llegado a tal punto en que no pueden ser controladas ya  debido a todos los compromisos no escritos con los corruptos.  

Una militarización de facto es totalmente absurda, ni políticos, ni empresarios, magnates, funcionarios públicos, ni civiles son arrestados, encarcelados y juzgados por militares en activo, como sucede en otros países donde las definiciones de militarización y militarismo sí existen. 

La derecha quiere seguridad sin ninguna molestia. Cuando un operativo debido a su propia naturaleza lo requiere, ellos se quejan. Pareciera que desconocen el alto grado de violencia que ejercen los delincuentes. Sin embargo, la diferencia es que hoy se brindaron lineamientos para actuar apegados conforme a derecho, e irrestricto respeto a los derechos humanos, bajo las reglas que establece el Código Nacional de Procedimientos Penales. Así de simple. 

Pero aún hay más, en comparación con otros funcionarios, ha quedado demostrado que hoy las directivas del ejército han evitado que algún elemento se sustraiga de la justicia. No va a existir ningún tipo de respaldo a favor de todos aquellos malos elementos que vendan su honor, su dignidad y su libertad. Esta es la diferencia en comparación con aquellos actores políticos que tienen que salir huyendo del país, o esconderse en el extranjero para evitar la acción de la justicia y de que les sean fincadas responsabilidades correspondientes por sus sucias actuaciones como funcionarios públicos. Le duela a quien le duela, le pese a quien le pese, únicamente cuando aceptamos el valor de la verdad es cuando evolucionamos como seres humanos. Es de hombres aceptar que tenemos errores, y saber que se deben corregir.    

Tal es, por ejemplo, lo acaecido el 8 de septiembre del actual, fecha en la que el personal de SEDENA logró el aseguramiento de un tráiler que transportaba tres vehículos robados, armamento, cargadores y cartuchos útiles. Hoy demostraron los Comandantes de la 4/a. y 45/a. ZZ.MM. que el despliegue en su teatro de operaciones fue eficaz y efectivo, ya que no permitieron que la mala conducta de dos elementos de la Guardia Nacional, -un subagente (cabo) y un guardia nacional (soldado)- de quienes se presume pudieron haber recibido la cantidad de 75 mil dólares por permitir que huyera el operador con el citado tráiler (para después ellos mismos abandonar el vehículo oficial cerca de la base). 

La planeación estratégica funcionó de manera correcta y se logró el aseguramiento del tráiler, que contenía vehículos robados, armamento, cargadores y cartuchos útiles. Ahora, le toca a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, junto con la Fiscalía General de la República, desmembrar a la red que integra esa banda, con todo el peso de la ley. Esa es la diferencia entre unos y otros, mientras que los militares son inmediatamente sancionados conforme a derecho, muchos delincuentes de cuello blanco y ejecutantes se pasean con total impunidad, ante la complacencia de políticos y servidores públicos con quienes tejen redes de complicidades y traiciones, como ha quedado revelado en diversos audios presentados por Layda Sansores. 

A esa gentuza política, sólo le interesa velar por sus negocios privados, no les importa a quien tengan que pisar. Su principal objetivo es enriquecerse y vanagloriarse de la impunidad de que, a pesar de ser un ladrón es vitoreado por una sociedad con doble moral, que lo enaltece por su atrevida inteligencia. Eso es lo que debemos de cambiar, ¡ya basta de tanta inmundicia y podredumbre política! Mientras siga la injusticia de todos aquellos que deberían purgar condenas ejemplares, esa será la diferencia entre unos y otros. 

En los próximos meses veremos ataques mediáticos acerca de la actuación de la Guardia Nacional y el trabajo de las Fuerzas Armadas, porque necesitan crear un cuento de militarización, de violación de derechos humanos y de tiranía del gobierno federal. Sin embargo, seamos claros y objetivos, las Fuerzas Armadas no deberían realizar funciones de seguridad pública en ningún país democrático, pero la realidad es muy clara. Si los elementos castrenses regresaran a los cuarteles en este momento no tendríamos a nadie que nos proteja de los criminales.

Ataquen todo lo que quieran, hagan análisis de cómo debería ser la seguridad pública, pero ningún analista serio, con conocimiento de causa, podría decir que en estos momentos se regrese a los militares a sus cuarteles porque simplemente no existen policías para hacer frente a los grupos criminales. La realidad nos alcanzó y hoy los únicos capacitados para hacer frente a estos delincuentes son la Guardia Nacional y las Fuerzas Armadas. Quieran aceptarlo o no, esta es la cruel realidad que se está viviendo.

Por último, el General Secretario de la Defensa General Luis Cresencio Sandoval reconoció públicamente que se hizo uso faccioso y sin un marco jurídico del personal militar en sexenios pasados. Existen más de 233 causas penales que involucran a poco más de quinientos elementos militares que se encuentran presos o sentenciados en diversas prisiones militares o federales en el país. Respetuosamente solicito al C. Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Andrés Manuel López Obrador, que en su calidad de Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas revise cada uno de esos casos. Estoy seguro que se sorprenderá como la gran mayoría de ellos fueron acusados de forma injusta, al grado de ser torturados por la hoy extinta Policía Judicial Militar con el objeto de justificar dichas acusaciones. Esta acción sería un gesto de humanidad y reconocimiento a todos los elementos militares que arriesgan día a día su vida, su libertad y su honor por proteger a nuestro país.