AFRODESCENDENCIA

La relevancia de la afrodescendencia

Por segunda ocasión en la historia de la humanidad se conmemorará el Día Internacional de los Afrodescendientes, promovido por la ONU. | Leonardo Bastida

Escrito en OPINIÓN el

Hasta el día de hoy se desconoce exactamente cuántas personas fueron desplazadas de manera forzosa de África hacia otros rincones del mundo para ser explotadas laboralmente y vejadas en muchos sentidos, quitándoles su condición humana y rebajándolas a lo infrahumano, o equipararles con objetos, dejando de lado muchas valoraciones de sus tradiciones, costumbres, aportaciones culturales, entre otros aspectos. Privilegiándose un modelo económico sustentado en esta trata de personas y explotación masiva que dio pie a la configuración de centro y periferia, siendo los países del centro los beneficiarios del mismo y los de la periferia quienes pusieron a las personas.

En el caso de México, se ha denominado como personas afrodescendientes o afromexicanas a quienes son descendientes de mujeres y hombres africanos que llegaron a la Nueva España -en su mayoría- como personas esclavizadas, especialmente en los siglos XVI y XIX y que permanecieron en la sociedad, abonando a la vida cultural, económica y social.

En el último censo, dado a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, se registró que viven dos millones 576 mil 213 personas que se identifican como afromexicanas o afrodescendientes y representan alrededor de dos por ciento de la población total del país, de los cuales, son 50 por ciento mujeres y 50 por ciento hombres. 

Si bien hay presencia en todo el país, gran parte se concentra en seis entidades: 30 mil 923 en Guerrero; 296 mil 264 en el estado de México; 215 mil 435 en Veracruz; 194 mil 474 en Oaxaca; 186 mil 914 en Ciudad de México y 139 mil 676 en Jalisco.

Por segunda ocasión en la historia de la humanidad se conmemorará el Día Internacional de los Afrodescendientes, promovido por la Organización de las Naciones Unidas, para promover las extraordinarias contribuciones de la diáspora africana en todo el mundo y eliminar todas las formas de discriminación contra los afrodescendientes y recordar que la trata transatlántica de esclavos es uno de los capítulos más oscuros de nuestra historia humana.

La efeméride se promueve en medio del Decenio Internacional para los Afrodescendientes, que inició en 2015 y culminará en 2024, con el objetivo de promover el reconocimiento a las personas descendientes de África, así como su desarrollo y un trato justo en todo el mundo y de exigir a los países, entre ellos México, que se trabaje en el reconocimiento de sus derechos y en la generación de medidas que reduzcan las desigualdades históricas que les han afectado. 

En la víspera de la conmemoración que tendrá lugar el próximo 31 de agosto, se llevó a cabo el Foro Retos Legislativos para el Reconocimiento y Exigibilidad de los Derechos Humanos de las Personas Afrodescendientes en la Cámara de Diputados, con el impulso de la legisladora Tere Ochoa y la defensora de derechos humanos, Laura García, en el que participaron especialistas en la temática. 

Los temas debatidos durante el foro fueron múltiples, y desde diferentes posturas, se analizaron los cambios legislativos y de políticas públicas que se han llevado a cabo hasta el día de hoy en la materia, partiendo del hecho que, apenas, en la última década se ha dado un reconocimiento a este sector de la población.

Como parte de las conclusiones del encuentro, se consideró necesario retomar las aportaciones históricas, políticas, culturales y artísticas de las poblaciones afrodescendientes, además de generar medidas contra el racismo estructural, continuar con la promoción del derecho a la autodeterminación, al autoconocimiento y a la autoimagen y sensibilizar a la población en el tema.

Aunado a la incorporación de la temática de la afrodescendencia en otras agendas, el robustecimiento del marco legal para evitar la exclusión de cualquier personas motivada por el color de su piel o su origen étnico, el diseño de un presupuesto público con una perspectiva favorable hacia los grupos afrodescendientes y la armonización de las leyes municipales, estatales y federales conforme al artículo 2 Constitucional.

Otro tema que salió a relucir es el de la necesidad de atender la violencia de género tomando en cuenta el origen étnico de las víctimas pues muchas mujeres afrodescendientes sufren situaciones de acoso y violencia sexual o feminicida de manera recurrente. Por lo que se recomendó incorporar una perspectiva interseccional, en la que se tomen en cuenta diversos factores de vulnerabilidad.

Además de las brechas de desigualdad en materia de salud, de educación, de participación política y de mortalidad materna y el tomar en cuenta que hay un déficit en materia de migración y de desplazamiento forzado. 

Así como quitar una visión “folklorista” sobre las poblaciones afrodescendientes, sino, más bien, reivindicar las identidades y la riqueza cultural de las comunidades. 

Un dato compartido, indicaba que de la Encuesta Intercesal de 2015 al Censo de 2020 hubo un aumento del porcentaje de personas que se asumieron como afrodescendientes, una situación de reinvindicación que, se espera, al paso del tiempo, logre dimensionar en su justa medida la relevancia de la incorporación de las poblaciones de origen afro en nuestras sociedades.