"De qué sirve conocer que son 5.4 millones de menores en México los que sufren de abuso sexual si sólo 100 de cada mil casos se denuncian y de esos sólo uno llega a sentencia condenatoria": Yohali Reséndiz
"Violar desde el poder" es un libro escrito por la periodista Yohali Reséndiz. Un libro a varias voces, porque se va construyendo a partir de largas entrevistas con las víctimas de distintas formas de violencia y el seguimiento de sus proceso. Denuncia la gravedad de los daños que los depredadores inflingen a sus víctimas, pero también es una denuncia meticulosa de la ineficacia y la corrupción en la impartición de justicia. Procesos interminables plagados de irregularidades, desaparición o "descuido" de pruebas, compadrazgos, sesgos, protección de los agresores que lleva a las víctimas a enfrentar procesos interminables con patrones de impunidad repetida. La desigualdad inscrita en la diferencia sexual brutalmente inscrita en el centro.
Las palabras de las hermanitas a pesar de su corta edad son bastante claras y específicas. Describen los abusos sexuales constantes que han vivido por parte de su padre. Explican cómo esos abusos les han sido transmitidos como expresiones de "amor": "?Recuerdo con náuseas un día en el que estábamos viendo la tele en mi recámara cuando la más pequeña de mis hijas tomó mi mano y me la puso en su entrepierna. Retiré mi mano y seguramente la vi con asombro, no sé si empalidecí, sus ojos se abrieron de par en par y me preguntó si no la amaba. Sentí ganas de llorar y vomitar, y de entender de dónde venía todo eso”, narra Mónica, la madre. Mónica actualmente está demandada por su ex marido por "violencia intrafamiliar" en contra de las niñas.
"Violar desde el poder" también narra la historia de las dos pequeñas hijas de un magistrado acusado de abuso sexual infantil incestuoso: ?"varios meses después, Mariel supo que en una de esas convivencias su hija menor S, de cinco años, fue agredida sexualmente por su papá. Se enteró también de que hechos similares sucedieron en la casa que compartieron como familia". Una vez más, una madre que defiende a sus hijas contra el padre abusador y cuya lucha se ve alienada en todos los estereotipos recurrentes del machismo naturalizado: "está loca", "solo quiere dinero", "está ardida por el divorcio", "es una mala madre", "está envenenando a las niñas contra su padre". La misoginia que se repite: una mujer que se divorcia no puede estar sino "despechada". También se repiten las triquiñuelas e intimidaciones del compadrazgo y del ejercicio de poder más oscuro para impedir el acceso de las niñas y la madre a la justicia."Todos los agresores, sean funcionarios o no, exprimen un poder absoluto frente a la víctima: su miedo".
El ex diputado que abusó de la hija de su ex pareja: " ?la Fiscalía tenía en su poder la grabación de ocho minutos donde él aceptaba el abuso sexual a la menor". El diputado federal pederasta que se proponía ante sus muy jóvenes víctimas como su "mentor", para después drogarlos y abusarlos sexualmente y que incluye testimonios de hombres adultos que 30 años después -por fin- se atreven a hablar. La denuncia por violación y los testimonios de abusos sexuales contra un candidato a gobernador, la red de explotación infantil en el CENDI: ?“Cuando la estaba bañando, mi hija me dijo: 'Mira mamá, así me hace el payaso Alejandro', llevando su mano hacia su clítoris y mostrando su dedo pulgar. Ella le decía: 'Me duele', a lo que él contestaba: '¡Cállate! ¡Cállate!'." El abogado que se exhibía en redes en un vínculo hipersexualizado con su pequeña hija colocada en el lugar de la minúscula "novia" porque así van -explicaba él- las "incondicionalidades" del "amor" padre-hija.
El chat que alcanzó tan insoportables niveles de racismo y misoginia: ?"fueron expuestas fotografías de decenas de beneficiarias de programas, trabajadoras, abogadas e infinidad de mujeres que, sin saberlo, fueron objeto de comentarios sexistas, machistas y vulgares... ?La autoridad judicial poco hacía; sin embargo, 214 organizaciones de mujeres indígenas y afrodescendientes y más de 344 defensoras de derechos humanos condenaron públicamente la creación del chat". El ataque con ácido que destrozó la vida de la saxofonista María Elena Ríos acosada por un depredador hasta que decidió terminar su relación y él envió a un intermediario a ?ejecutar su venganza". La red de prostitución manejada por Gutiérrez de la Torre desde y en sus oficinas del PRI.
Yohali Reséndiz ha recibido distintos reconocimientos, como el Premio Nacional de Periodismo, por su trabajo en defensa de las personas de la tercera edad, las mujeres y les niñes. Como ella escribe: "Al abrir la caja de Pandora de abusos silenciosos, casi siempre invisibles, escuché y leí cómo las variaciones de las agresiones sobrepasan lo imaginable. Estas historias no han sido seleccionadas al azar: son signo absoluto de una epidemia nacional y, también, una demanda de atención ante la despiadada y fría indiferencia, sumada a pecados incontables de omisión de quienes deberían velar por los derechos de las víctimas". La pregunta que Yohali nos hace como un leit motiv que recorre el libro: "¿Entonces, se viola o no desde el poder?"