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#SOBREMESA

Lozoya, entre la sociopatía, la mentira y la ingratitud…

Detrás del tono servil de Lozoya Thalmann, que se escucha en los audios entre él y el fiscal, está un perverso, no un tonto. | Lourdes Mendoza*

Escrito en OPINIÓN el

Tras escuchar los audios entre el papá de Milo y el fiscal, de entrada lo que me llamó la atención fue el tono servil de Lozoya Thalmann, pues, ¿en realidad creen que ese tono haya sido por mentecato? Evidentemente no. Tras los estudios, cargos políticos, relaciones políticas, amistades y familia influyente e inteligencia del señor Emilio Lozoya Thalmann, se puede decir, indudablemente, que ese tono servil está detrás de un perverso, no un tonto, ¿o no?

Tras escuchar a su exabogado, el licenciado don Javier Coello Trejo, supimos que Milo no sólo es un desagradecido, pues sin importarle que él los cuidó y los escondió –sí, a Milo y a su hermana Gilda–, no le pagó. ¡Quihúboles!

El licenciado Coello Trejo, en todas sus entrevistas, incluyendo la que tuvo conmigo, ha presentado la prueba de que Lozoya Austin le prestó, entre 2014 y 2016, 31 millones de pesos en efectivo a Carlos Adolfo Autrey Díaz. ¿De dónde, apá? Y, por cierto, sería muy interesante saber, ¿cómo y dónde los tenía?, ¿salieron de una cuenta?, ¿de qué banco?, ¿o los tenía debajo del colchón?

El 2 de diciembre de 2020 publiqué en este mismo espacio Las cuentas no le salen a Lozoya, pero pues ahora menos.

El 22 de diciembre de 2016, en declaración jurada, Luis de Meneses Weyll, exdirector de Odebrecht, ante el Departamento de Justicia de EU, aceptó haberle entregado a Milo 10.5 mdd mediante transferencias, nunca en efectivo. Este personaje también declaró ante la Procuraduría General de Brasil, y dijo que le entregó el dinero a Lozoya para apoyarlo y que tuviera un posicionamiento efectivo en la campaña de EPN y así lograr el contrato de Tula 1. Dichas declaraciones obran en la carpeta de investigación de la FGR vs. Lozoya.

1. Odebrecht le manda 3.5 mdd a la empresa Latin America Asia Capital Holding. Dos mdd los usa Lozoya para ponerse guapo en la campaña de EPN por gusto propio y se queda con 1.5 mdd restantes. El banco le dice que este dinero no puede estar aquí y es cuando lo manda a su empresa Tochos.

2. Nuevamente Odebrecht le manda dinero, 5 millones 970 mil dólares a la empresa Zecapan.

3. Saque su calculadora y sume 3.5 mdd más los casi 6 mdd, son 9'470,000 dólares, el millón faltante fue incautado por las autoridades brasileñas.

El dinero sigue en sus cuentas, ¡eh!

De hecho, sobre el bodrio de denuncia que armaron y los porqué nunca jaló el circo político, los pueden leer en mis columnas:

-La teoría del caso, 30 nov 2020.

-Las cuentas no se salen a Lozoya, 2 dic 2020.

-Lozoya, el verdadero traidor a la patria, 7 dic 2020.

-Las incongruencias y falsedades de Lozoya, 9 dic 2020.

Lo cual se confirma con la carta de Milo, que también presenta Coello Trejo, en la cual no sólo le da las gracias y le dice que, como lo estaban presionando, diría lo que fuera para salvarse y hasta le puso: “Sé que no estás de acuerdo con la estrategia”. Y como bien asegura Coello Trejo, “cómo iba a estar de acuerdo, si para acusar hay que probar y Emilio no tenía pruebas de nada”.  

Si las tuviera, no estaría en la cárcel, sino como testigo protegido, ¿o no? Ni su mamá arraigada, su hermana huida y su esposa e hijos en Alemania. Y sí, mientras él desbarató a su familia, aún tenía tiempo para irse a echar tacos de pato al Hunan, con Doris Beckmann, para festejarle su cumple a Lorenz.

Sus mentiras mantienen a Jorge Luis Lavalle en la cárcel (más de un año), a Carlos Treviño con orden de aprehensión y a Ricardo Anaya perseguido. ¿Por qué? Pues sabían ustedes que el 3 de enero de este año la FGR acusó a Lozoya de ser el único beneficiario del cochupo, soborno de Odebrecht. ¡Así como lo están leyendo!

De hecho, Carlos Treviño, quien, al igual que yo, ya lo acusó por el delito de falsedad en declaraciones, pues aunque no están para saberlo, les cuento que asegura no conocer a Lozoya, que jamás recibió dinero de nadie y que los tiempos no coinciden, pues en 2013, cuando se votó la reforma energética, era el director general de la Financiera Rural, y en 2014 era el director de Finanzas del IMSS, o sea que no tuvo nada que ver con la reforma.

Por lo que, tras ver, leer y escuchar las grabaciones y las pruebas fehacientes que ha aportado el Lic. Coello Trejo, de que Lozoya, además de ser un delincuente confeso, es un vulgar mentiroso, la defensa de Treviño, el 30 de junio de 2022, pidió directamente al fiscal general de la República que se le informe el número de carpeta y su avance. No ha sido notificado de nada en nueve meses. Si no lo hace, el defensor acusará al fiscal general de la República ante un juez de control para que lo obliguen a informar de cómo va la carpeta.

Además, la defensa de Treviño acreditó que, con la foto que yo tomé, la realidad es que Lozoya miente porque:

a) No estaba bajo protección de nadie ni en arraigo domiciliario, como dijeron en mi juicio, y b) después de que una víctima de Lozoya logró ubicarlo y tomarle una foto, nadie lo protegió en forma alguna. Dice que pude haberlo matado. Y el meollo es que ahí se hubiera perdido toda la información, porque sólo es prueba lo que la gente declara en juicio, no en una carpeta.

Así pues, la denuncia de Lozoya es nula, porque fue obtenida a partir de presiones a su familia, a él, y le dijeron qué decir, y después de las presiones le dan privilegios y luego amenazan con quitárselos y luego se los quitan. Bueno, a medias, porque la regenta Sheinbaum permite que viva como mirrey en el Reclusorio Norte, ¡eh! Tiene celda para él solo, pide de comer de los mejores restaurantes, sigue bebiendo sus vinos carísimos, vapea, tiene baño para él solo, etcétera. ¿Como por qué?

Lo que no quiere decir que Lozoya no sea un mentiroso, un criminal, un desleal. Es además débil, mezquino, comodino y no duda en entregar a su madre para salvarse.

El papá lo tuvo que entregar para negociar; sin embargo, para salvarlos del delincuente armó con la fiscalía un circo a costa del prestigio y libertad de muchas personas inocentes.

 

 

Ambos están mal

La peor combinación es cuando la necesidad de creer se junta con las ganas de mentir para salvarse.

Y por este contubernio, el presidente perdió su mayor ambición política: probar corrupción a gran escala en el sexenio de Peña.

Pudo hacerlo y lo echaron a perder.

Un desastre.

La columna de Lourdes Mendoza Peñaloza se publicó originalmente en El Financiero, reproducida aquí con autorización de la autora.

* Lourdes Mendoza Peñaloza es una periodista mexicana especializada en finanzas, política y sociales, con más de 20 años de experiencia en medios electrónicos, impresos, radio y televisión.