CRISIS HÍDRICA

Crisis hídrica

Para evitar que el agua se termine, es necesaria la toma de conciencia y de acciones urgentes. Las autoridades deben hacer del agua una prioridad de gobierno. | José Luis Castillejos

Escrito en OPINIÓN el

La crisis hídrica en la región fronteriza mexicana con Estados Unidos ha comenzado a impactar la producción de alimentos, panorama que podría agravarse a corto plazo con imprevisibles consecuencias.

Un fuerte impacto en el campo ambiental, económico y social en México podría generarse en menos de lo que se cree. 

Estudios de expertos alertan, incluso, de una “Apocalipsis hídrica” y aún no se han trazado estrategias para almacenar agua y evitar con ello un impacto severo en las grandes ciudades mexicanas.

La Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG) mostró que la satisfacción promedio nacional en el 2021 con el servicio de agua potable fue de 53.7 por ciento, menor en 2.3 puntos porcentuales que en 2019, por cierto.

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) considera que estamos en un punto de inflexión y en menos de una década estaremos en el “Día cero” pero podemos evitarlo si tomamos conciencia.

El problema será mayor a largo plazo si no se toman acciones correctivas profundas, señala Manuel Perló, experto en ese tema de la UNAM.

El Día Cero es el día en que el suministro libre de agua termina y el acceso al líquido comienza a ser racionado. La población debe acudir a recoger su porción diaria de agua y no tiene acceso a más. 

En Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, se había anunciado ese día para marzo del 2018 pero no ocurrió aunque la toma de conciencia de sus habitantes lo podría retrasar indefinidamente.

En México, según la ONU podría llegar las próximas décadas si continúan los hábitos de uso y desperdicio

Perló descartó compartir visiones catastrofistas al respecto, aunque, aclaró que de seguir el problema, será mayor a largo plazo si no se toman acciones correctivas profundas.

“Es un buen momento para adquirir conciencia de la dimensión del problema y, al mismo tiempo, exigir a las autoridades que fijen una posición: que se convierta en uno de los temas nodales de las siguientes  administraciones. 

“No hay que entrar en pánico” pero sí tomar medidas, y utilizar el agua como lo hacen en muchos lugares de la Ciudad de México donde la gente no tiene acceso al recurso. “Ellos reciclan el agua”.

Otros estudios de la UNAM refieren que desde hace tiempo, la Ciudad de los Palacios y su zona conurbada, una de las zonas más pobladas del mundo, vive una crisis permanente, en torno al abastecimiento del recurso hídrico. 

Varios son los ángulos del problema: agotamiento de los recursos, fallas en el abastecimiento de agua, sobre-explotación de acuíferos, escaso tratamiento de las aguas residuales, desaprovechamiento del agua de lluvia y desigual e inequitativa distribución del líquido entre la población, entre otros.

El abastecimiento de agua en la ciudad de México es como un viejo trasatlántico con numerosas y graves fallas; no se va a hundir pero está claro que resulta un sistema que no es sustentable ni eficiente, mucho menos equitativo, señaló Manuel Perló.

El agotamiento de los recursos hídricos, fallas en el abastecimiento de agua, la sobreexplotación de los acuíferos, el escaso tratamiento de las aguas residuales, el desaprovechamiento del agua de lluvia, la desigual e inequitativa distribución del líquido  son algunos problemas de la capital mexicana.

Para evitar que el agua se termine, es necesaria la toma de conciencia y de acciones urgentes. Las autoridades deben hacer del agua una prioridad de gobierno.

Evitar el Día Cero, es decir, el racionamiento del agua para consumo, es viable desde el punto de vista de expertos nacionales e internacionales. 

Sin embargo, es necesaria la toma de conciencia y de acciones urgentes para un mejor aprovechamiento del agua y para no desperdiciarla.

Más del 35 por ciento del suministro de agua en la capital se desperdicia por fugas, además que el precio de distribución es demasiado alto y el consumidor final no paga lo justo. 

Diariamente se llegan a perder 22 mil 510 litros por segundo.

La industria de producción y la agricultura consumen la mayoría del agua que se utiliza en México. En el sector agrícola se desperdicia más del 57% por la infraestructura obsoleta y en mal estado; la industria es la que contamina más: el equivalente a la generada por 100 millones de habitantes.

Un reporte de Hugo Maguey hecho para la UNAM indica que México tiene una disponibilidad de 0.1% del total del agua dulce del planeta, y la distribución de ésta, es desigual, por lo que mucho del país está catalogado como zona semidesértica

En la clasificación mundial, México está considerado como un país con baja disponibilidad y aunado a ello hay que tomar en cuenta el crecimiento poblacional, que hace que el promedio de agua por persona haya pasado de 18 mil metros cúbicos por persona en 1950, a más de 3 mil 692 en la actualidad.

El consumo del agua en México, al igual que en la mayor parte del mundo, se divide en uso personal, de industria, y de agricultura. A nivel mundial, la industria utiliza 22%, contra 8% del consumo personal, y 70% de la agricultura, según datos de la ONU.

En México, según la Comisión Nacional del Agua, la agricultura utiliza entre 68 y 70%, la industria y las hidroeléctricas cerca de 14%, mientras que el uso doméstico es de alrededor de 10%.

La agricultura y ganadería son los sectores que más agua utilizan y los que más la desperdician. Según la Conagua, 57% del total utilizado, se desperdicia principalmente por infraestructuras de riego ineficiente que se encuentra en mal estado, es obsoleta o tiene fugas

La superficie irrigada es de 6.3 millones de hectáreas y las pérdidas por infiltración y evaporación son de más del 60% del agua que se almacena para uso agrícola.

A ello se suma la contaminación de los cuerpos acuíferos que representa un problema adicional al desperdicio y poca disponibilidad, y se genera cuando se descargan aguas residuales sin tratamiento sin importar su origen, ya sea de tipo doméstico, industrial, agrícola o minero. 

La escasez de agua en el campo podría generar, a corto plazo, escasez de alimentos

En la actualidad se ha detectado una creciente inflación originada por la agresión de Rusia a Ucrania lo que se suma que en este 2022 no hay suficiente lluvia lo que ha generado un aumento en el precio de los alimentos.

La canasta alimentaria y no alimentaria muestra incrementos por arriba de la inflación promedio, lo que es signo de lo mal que lo están pasando millones de familias mexicanas.

Si a esto le sumamos la falta de agua el panorama se va volviendo desolador para personas de bajos ingresos.