SERIE “CANÍBAL”

Corte de Caníbal

En la serie mexicana “Caníbal” se ve particularmente que la impunidad manda, que no hay investigación criminal en México. | Johannes Jácome

Escrito en OPINIÓN el

A veces se ha intentado establecer una línea recta entre aspectos socioculturales con la comisión de ciertos delitos como el secuestro, el homicidio y el narcotráfico. Desventajas sociales y económicas pueden ser factor en algunos ilícitos, pero, no hay manera de conectar como causas únicas a la pobreza o al machismo, con el placer por torturar, mutilar y asesinar. Para ciertos actos de violencia extrema se necesita estar descompuesto de fábrica o andar enloquecido.

Muchos de los que cometen violencia doméstica son compañeros normales de oficina que contienen durante el día sus frustraciones para llegar a vomitarlas en su casa. No hay golpeador serial de oficina, hay en casa. Ven a la mujer como un ser inferior y saben que no habrá castigo. Esa violencia llega a ser homicida.  

Esas son las circunstancias que deben erradicarse para prevenir la violencia de género y el feminicidio, y con ese fin, la Suprema Corte de México patrocinó un documental sobre un asesino serial y caníbal. Ab-sur-do.

Los psicópatas y asesinos seriales no se van a arrepentir de sus pecados por ver un documental con una historia de éxito de 30 años de asesinatos sin consecuencias. Los abusadores domésticos no se van a sentir reflejados en el caníbal porque ellos no matan mujeres ni se las comen. Los feminicidas tampoco lo harán porque estos mataron principalmente mujeres cercanas a ellos (en principio por eso es feminicidio y no homicidio), y no decenas y al azar como el caníbal

A pesar de lo diverso de la violencia en México son pocos los que la han estudiado. De entrada, existe esta idea de que los asesinos seriales son cosa de Estados Unidos. Ahí la lista es enorme y hay muchas películas. Pero una cosa es que en México no los veamos y otra es que no existan. Los casos que conocemos en nuestro país son accidentales. El del caníbal, porque la familia de una víctima se metió a su casa, y el de Ecatepec, porque se le cayó un pedazo de cuerpo en la calle. 

A nivel policial, para teorizar la existencia de un homicida serial se requiere práctica forense y bases de datos que permitan a los investigadores compartir detalles de las escenas del crimen, y así descubrir patrones en los homicidios de distintos lugares y momentos. Obvio esto no existe en México. La policía en Toluca no conoce los homicidios y escenas del crimen en Ecatepec, mucho menos en CDMX y ya de plano no existe Veracruz o Oaxaca. No tenemos una plataforma nacional de huellas digitales (la chupó un diablo expresidente), menos un sistema para distinguir patrones de conductas criminales.

En México, primero se tropieza un asesino y luego descubrimos otros cadáveres en su casa. Por eso los procesan únicamente por los homicidios en ese lugar, y casi nunca son sospechosos de crímenes en otros estados. No hay cómo relacionarlos.

Esa falta de experiencia forense también provoca ver, a veces, patrones donde no necesariamente los hay. Hace años se pensaba que las muertas de Juárez eran responsabilidad de alguien en particular porque a todas las encontraban en el mismo desierto. Pero, en Juárez era difícil encontrarlas en un lugar distinto. Tampoco supimos que estos crímenes se relacionaran con fallecidas en otro estado, o que algún sospechoso en Juárez lo fuera por haber cometido asesinatos fuera de Chihuahua

Además de todo, en nuestro país hay oferta laboral para asesinos múltiples. En otros lados, un asesino serial debe financiar su actividad y procurar su impunidad. En México, los cárteles de la droga son empleadores de psicópatas quienes reciben pago y reconocimiento por desmembrar, torturar y asesinar masivamente. 

Las autoridades aseguran que el asesino serial es un fenómeno aislado. Sí, pero probablemente no tanto como las estadísticas mexicanas dicen. De cualquier manera, discutir los crímenes, la dieta y la locura de excepción del caníbal nada tiene que ver con los elementos adquiridos socialmente que se relacionan con la violencia hacia la mujer y el feminicidio derivado de ésta.

Los millones que vieron el documental confirman el gusto del público por el tema de los asesinos seriales. Todas las plataformas de contenido televisivo tienen sus documentales. Nadie los ve como fuente de concientización y prevención del feminicidio, sino como un producto para satisfacer el gusto por la violencia misma, la curiosidad por los delincuentes y el morbo. Algunos asesinos famosos hasta tienen sus clubes de fans y se casan en prisión. Por eso, hay quien señala que estos productos solamente hacen apología de la violencia, misma que sin querer incentiva a un nuevo loco a imitar a su homicida favorito. Entiendo que el caníbal ya dijo que se inspiró en una película. Ahora es la estrella de la suya. En esta serie mexicana se ve particularmente cómo se puede matar mujeres durante décadas sin que las autoridades lo impidan. Que la impunidad manda. Que no hay investigación criminal en México. Esa será la contribución contra el feminicidio y la violencia hacia las mujeres patrocinada por el poder judicial mexicano. No pues, qué buena idea tuvieron en la Corte.