#SOBREMESA

Mano dura

Carlos Velázquez Tiscareño, nuevo director del AICM, comenzó con el despido de Jordi Messeguer Gally, responsable de administración desde febrero de 2020. | Lourdes Mendoza*

Escrito en OPINIÓN el

A su llegada como nuevo director del AICM, Carlos Velázquez Tiscareño dijo que está “dispuesto a trabajar como civil, pero seguiré teniendo esencia militar”. Y más pronto que tarde ordenó cambios y salidas en su equipo cercano. Y es que, desde hace meses, existía una anarquía lo mismo en el área de operaciones que en las áreas comerciales, de recursos humanos y administración.

Velázquez comenzó con el despido de Jordi Messeguer Gally, responsable de administración desde febrero de 2020, quien, por cierto, se fue sin liquidación, ¡así como lo están leyendo!, pues se encontraron indicios de malversación de recursos o, como dijo alguien, “no saben si se llevó todo lo robado o dejó algo para las utilidades del AICM”. ¡Quihúboles!

O sea, no sólo era sangrón y prepotente….

Como dice su perfil en LinkedIn, si de algo sabe es de marketing gubernamental y relaciones públicas… ah, y de ingeniería. ¿Será por eso que conocía a Javier Jiménez Espriú? Claro, ¡sin contar su paso como flamante diputado local en el Congreso de Morelos de 2012 a 2015!

Otros dos personajes que ya no están son el subdirector de Recursos Materiales, Juan Fernando Ramírez Bonilla, y el de Recursos Humanos, Ernesto Garibay González. Ambos tenían un historial de mal desempeño y también existían serias dudas sobre el sesgo de su trabajo para anteponer el interés personal sobre el del AICM.

Más allá de culparlos a ellos, lo que todos se preguntan es: cómo es que los directores anteriores del AICM –Jesús Rosano y Carlos Morán– no sabían de sus andanzas, ¿o será que se hicieron de la vista gorda o eran deliberadamente cómplices de sus acciones? ¡Hagan sus apuestas!

Locales comerciales: ¡una mina de oro!

Sabemos que la pandemia por covid afectó gravemente a todos los aeropuertos, no sólo de México, sino del mundo. Pero el rápido regreso de pasajeros en el mercado nacional sirvió para que el AICM, que es el aeropuerto más importante del país y de Latinoamérica, continuara con la limpia de locales y locatarios que comenzó a partir de este gobierno.

Y es que, qué les cuento, que desde 2019 ninguna licitación ha incluido espacios dentro de las salas de última espera (SUE) en las terminales 1 y 2. La gran mayoría de estos cotizados espacios ha sido asignada a dedo y sin concurso de por medio, como lo han podido comprobar empresas comerciales que los han solicitado, sin tener una respuesta del AICM.

Esta práctica que permitió Jesús Rosano y continuó Carlos Morán vio crecer a varios negocios, muchos de los cuales son espacios nuevos donde no existía un local, lo que paulatimanente ha ido disminuyendo los espacios para el libre tránsito de los millones de viajeros que utilizan las instalaciones. Pues, ¿como para qué invertir en nuevas butacas si podemos mejor poner locales comerciales y hacer negocios?

Los beneficiados

En la lista de los beneficiados, por dedazo, anote –redoble de tambores y prendan las luces de los reflectores tipo premier de Hollywood– las cinco sucursales de tacos El Fogoncito, dos de Maison Kayser, de especialidad francesa, así como cuatro de Le Pain Quotidien, que también podemos encontrar en la sala 75 de la T2, mejor conocida como la “sala del infierno” y donde incluso se dijo que, para facilitar la movilidad de usuarios, no habría zona comercial. La ambición es cab... na…, ¿o no?

Pero no sólo en eso se dieron vuelo, sino también en la asignación de espacios para tiendas y restaurantes sobre los andadores de las salas de última espera. El beneficiario de estos más de 10 nuevos locales es… Gerardo Nasser, de Grupo Shogua, que además de los mencionados negocios también arrienda un restaurante Ojo de Agua en la T2 –justo a un lado de los pasillos eléctricos–, Kerico, el Loma Linda y las tiendas de ropa y accesorios de moda Ay Güey.

Quién sabe si a las marcas les va bien, pero de lo que sí estoy segura, y hasta las manos meto al fuego, es que a los arrendadores esta nueva manera de asignar locales les es muy rentable.

Ah, y cómo dejar de mencionar, una vez más el sello de la casa, la opacidad, pues les cuento que, desde 2019 y durante la pandemia, dejaron de publicarse los catálogos de precios de arrendamientos, lo que ocasionó más dudas de que había mano negra en la asignación de los espacios.

¿Velázquez acabará con esta mafia?

Por lo pronto y para que nadie se emocione, Carlos Velázquez ya advirtió que no esperemos grandes cambios en el AICM, porque los “resultados en la operación se darán poco a poco”. A lo que Jimmy Pons afirmó que los 40 años de experiencia de Velázquez le permitirán hacer frente a los problemas del aeropuerto capitalino.

Ah, y para que nadie piense mal, dijo que “aunque toda la operación al interior del aeropuerto capitalino está encargada a marinos, en esencia no se militarizará”. O sea, ¿cómo? Si desde febrero los marinos se encargan de la seguridad de los ingresos y salidas de todos los aeropuertos.

CEO Dialogue MEX-EU

Por cierto, déjenme darles una buena, para que el fin de semana no lo sienta tan agrio… Pues no todo fue decepcionante en la gira del presidente López Obrador a Estados Unidos. El canciller Marcelo Ebrard anunció que empresas estadounidenses en energía invertirán en los próximos 30 meses más de 40 mil millones de dólares en México. ¡Ojalá! Además de BlackRock, de Larry Fink, y Sempra, de Jeffrey Martin, una presencia que ha comenzado a ser cada vez más influyente es el millonario Wes Edens, fundador de New Fortress Energy, quien rescatará el proyecto Lakach de aguas profundas de Pemex para extraer gas y licuarlo en un moderno barco-plataforma en medio del mar.

La columna de Lourdes Mendoza Peñaloza se publicó originalmente en El Financiero, reproducida aquí con autorización de la autora.  

* Lourdes Mendoza Peñaloza es una periodista mexicana especializada en finanzas, política y sociales, con más de 20 años de experiencia en medios electrónicos, impresos, radio y televisión.