REPARACIONES LÍNEA 1

Tres operativos y una campaña

Es una locura mantener tres operativos emergentes de forma simultánea, pero la ambición política está antes que los gobernados. | Roberto Remes

Escrito en OPINIÓN el

La línea del metro más usada en la ciudad, la rosa, cerró su tramo con mayor demanda, de la terminal Pantitlán a Salto del Agua. Nuestras autoridades de movilidad han sido muy cuidadosas diseñando el operativo emergente, que sin embargo tiene impactos en los tiempos de viaje de los usuarios, en el costo y en la comodidad. El problema es que el operativo coincide con otras dos circunstancias especiales: el cierre de la línea 12 del metro, desde hace más de un año; y el cierre de la línea 2 del teleférico, a partir de esta semana.

El operativo del Cablebús sólo durará dos semanas. En la primera cerrará un tramo, y en la segunda el otro. Se dará servicio general al sistema, se tensarán los cables y empezando agosto operará como nuevo. Sé que muchos piensan que está mal construido y por eso la interrupción del servicio; nada de eso, es un mantenimiento regular en este tipo de sistemas de transporte. Sólo ocurrió antes en la línea de Iztapalapa que en la de Cuautepec, por tener el récord Guinness de la más larga del mundo; su longitud acelera la distensión de los cables. 

Los usuarios afectados por el cierre de la línea 1 del metro vienen del oriente de la ciudad, algunos incluso del extremo oriente: Ixtapaluca, Chalco, Valle de Chalco, La Paz. Una ruta posible para todos ellos sería un sistema de transporte de Santa Martha a Constitución de 1917. Algo que de hecho está en construcción y que he criticado en este espacio porque debió haberse hecho a nivel, que ya estaría terminado, pero se hizo elevado y estará listo al final del año.

El cierre de Cablebús ocupa vehículos de RTP para suplir el servicio; el cierre de la línea 1 del metro está ocupando vehículos de RTP, transportes eléctricos, Metrobús y hasta Mexibús. El cierre de la línea 12 del metro, que se mantendrá por lo menos hasta mayo del próximo año, ocupa trolebuses, autobuses articulados de Metrobús y autobuses de RTP.

La Red de Transporte de Pasajeros no tiene un número infinito de autobuses; sí, en cambio, tiene 100 rutas con malas frecuencias de paso. Se salvan algunas: las de Santa Fe y la del Circuito Bicentenario.

Me hago algunas preguntas. ¿Podrían haber retrasado el inicio de obras de la línea 1 del metro tres semanas para que no se empataran con el cierre del Cablebús, y evitar tres operativos de emergencia simultáneos? ¿Podrían haber retrasado el inicio de obras hasta noviembre para que la ruta de trolebús y metro Santa Martha - Constitución - Salto del Agua fuera un desfogue para los usuarios del oriente? De la reapertura de la línea 12 antes del inicio de obras en la línea 1 mejor ni hablamos ¿O sí?

La renovación de la línea 1 se venía cocinando desde la pasada administración, pero fue esta la que tomó la decisión, adecuada, me parece. La licitación dejó dudas, por el precio, por el hecho de que ganara una empresa sin experiencia en trenes de rodadura neumática, y luego todo lo que sucedió en el metro. Administrativamente es complejo retrasar el inicio de una obra mucho tiempo.

Debieron esperar al menos tres semanas, por lo menos, y quizá lo necesario para abrir el Trolebús elevado. ¿Por qué la prisa? Es una locura tener tres operativos simultáneos para alrededor de un millón de usuarios. Al final se afecta a toda la ciudad: cierres vehiculares en calles del centro, reducción de autobuses en rutas regulares, funcionarios sacados de su función sustantiva para orientar a usuarios del transporte público. Hasta el politólogo que receta ivermectina desde la Agencia Digital de Innovación Pública estaba moviendo la manita para agilizar el tráfico.

Al final todo está muy claro. Uno puede reconocer que están atendiendo la línea 1, que los operativos de emergencia están funcionando, limitando las afectaciones a los usuarios, pero el gobierno tendría que admitir que está disminuyendo el servicio en las 100 rutas regulares de RTP y, sobre todo, reconocer la causa de la prisa. Si no pudieron esperar ni tres semanas es porque ya tienen clara la fecha de salida de la Jefa de Gobierno. Tiene que ver con las campañas. Ella tiene prisa y gobierna para el calendario electoral, no para los capitalinos. Ella quiere cortar el listón de la renovación de la línea 1, al menos del primer tramo, pedirá licencia entre agosto y septiembre de 2023.

Insisto, es una locura mantener tres operativos emergentes de forma simultánea, quitar a servidores públicos de funciones sustantivas y reguladas, para llevarlos a estos operativos; es irresponsable, incluso, no esperar tres semanas, sólo tres semanas, para iniciar las obras, pero claro, la ambición política está antes que los gobernados.