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Mirada crítica a la minería

El libro “Así se ve la minería en México” es una oportunidad de conocer los dobles discursos en torno al cuidado del medio ambiente. | Leonardo Bastida

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Escrito en OPINIÓN el

“Iban los mineros y nos hablaban maravillas, nos decían que si le entrabamos a la minería, íbamos todos a dejar de ser pobres, pero nos mintieron, porque se olvidaron de nosotros, sólo nos han dejado pobreza”, recuerda Víctor, habitante de Tecoltemi, Puebla, cuyos alrededores han sido concesionados en dos ocasiones a la minera canadiense Almaden Minerals. De 2003 a este año, se les permitió explotar más de 14 mil hectáreas circunvecinas al poblado de poco más de 300 personas para extraer oro y plata bajo el método de cielo abierto, altamente contaminante.

Lo ocurrido en el lugar en los últimos meses es de suma trascendencia debido a que es el primer pueblo que logra revocar una concesión minera en el país. Ante el miedo de que se les acababa el agua, una parte de sus habitantes se asesoró e inició una demanda contra la empresa, ya que comenzaron a ver que no se respetaban sus tierras, que la naturaleza de los alrededores estaba siendo devastada y les quitaban agua. 

El proceso judicial fue escalando instancias hasta llegar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, donde se determinó que la concesión tendría que ser revocada por que no se llevó a cabo un proceso de consulta a fin de saber si el pueblo avalaba o no la cesión temporal de su territorio para el desarrollo de actividades mineras.

De acuerdo con Leticia Merino, titular del Seminario Universitario de Sociedad, Medio Ambiente e Instituciones, la mayoría de los proyectos mineros existentes en el país son producto del despojo, falta de respeto a las comunidades y a sus derechos, muchas de las cuales aplicaban un manejo sustentable de bosques o de sus recursos y sus territorios, pero, que, desafortunadamente han sido concesionados a empresas mineras, que rompen con esa perspectiva de sustentabilidad.

Para la investigadora, uno de los mayores problemas es que el marco legal minero vigente en el país es muy permisivo, pues otorga concesiones por largos períodos de tiempo, no establece una delimitación territorial clara, brinda un acceso ilimitado al agua, incluso, permitiendo su acaparamiento, y no fructifica en un desarrollo para las comunidades aledañas.

Por eso, propone la antropóloga, se requiere de una reforma integral al marco normativo minero vigente para que se respete la decisión de los pueblos con respecto al uso de sus recursos a través de una consulta libre e informada, se respeten sus sitios sagrados, se genere una verdadera utilidad pública y se deroguen algunos artículos, como el 6 y 19 de la Ley Minera, los cuales otorgan a la minería la calidad de utilidad pública, prioritaria por sobre otras actividades.

En la víspera del Día Mundial del Medio Ambiente se presentó una publicación que ayuda a sensibilizar a la población sobre el impacto de la minería en los territorios y las comunidades. Coordinada por Aleida Azamar, Leticia Merino, Cecilia Navarro y Jorge Peláez, “Así se ve la minería en México” es producto de un par de convocatorias en las que se pidió a la población en general y a fotógrafos profesionales compartir su visión sobre la labor de las mineras y las huellas dejadas, así como las realidades que se viven.

Clasificadas en tres grandes bloques, las fotografías muestran tres diferentes aspectos de la labor minera: la destrucción, la vida en los pueblos mineros y la resistencia, como parte del ciclo que conlleva la llegada de una compañía minera a una comunidad o territorio y todas las situaciones derivadas de esta irrupción súbita en espacios donde la convivencia entre los seres humanos y la naturaleza era simbiótica. 

Brotes de agua con coloraciones nunca antes vistas como verdes muy intensos o rojos cobrizos, cerros que han perdido su forma y cada vez son más pequeños, al borde de la extinción, grandes huecos en medio de bosques y selvas, cadenas montañosas cortadas a la mitad, grandes avalanchas de polvo, superficies que en nuestro imaginario colectivo parecen más un paisaje lunar que uno terrestre, cerros cortados en capas, la invasión de grúas, camiones y otro tipo de vehículos en espacios donde reinaban la calma, la armonía y la tranquilidad; y agua sin vida son parte de las imágenes que se pueden apreciar en el apartado de ‘Destrucción’.

Hombres caminando a gachas, rostros llenos de polvo en pequeñas cámaras, únicamente iluminadas con un foco, casas habitacionales colindantes con un gran agujero sobre la tierra, grupos armados, poblaciones semidesiertas o en ruinas, precariedad, pobreza son los conceptos englobados en el apartado de ‘Vida en los pueblos mineros’.

Marchas, carteles con mensajes en los que personas les piden a mineras que se retiren y se vayan a sus países o “No a la mina, si a la vida”, rituales en centros sagrados rodeados de vetas mineras, personas que deciden quedarse en sus poblaciones, la formación de colectividades, el desgaste de los cuerpos son el conglomerado de imágenes de la parte dedicada a la ‘Resistencia’. 

La minería ha sido un tema históricamente arraigado en México debido a la constante explotación minera presente en la vida de muchos pueblos desde la época virreinal, sin embargo, lo que ha ocurrido en las últimas tres décadas, a partir de los cambios impulsados en el Salinato a propósito del Tratado de Libre Comercio, es un hecho inusitado debido a la gran huella que está dejando en territorio mexicano esta actividad sin control, incluida la destrucción de ecosistemas, la contaminación de mantos acuíferos, el uso de métodos prohibidos en otros países desde la década de los 80 del siglo pasado, entre otros factores.

Uno de los campos de reflexión que mayor auge está teniendo en el ámbito del pensamiento filosófico es el de la ecoética, una propuesta en la que se nos invita a pensar, no desde el nosotros como humanidad, sino el nosotros como seres que somos parte de un planeta y coexistimos con otras especies y conformamos un todo en el que se deben respetar las condiciones de vida y de bienestar.

“Así se ve la minería en México” es una oportunidad de sensibilizarnos sobre la temática, a veces tan olvidada, sobre todo, en los núcleos urbanos, cuestionar políticas económicas y de desarrollo y los dobles discursos de varios países en torno al cuidado del medio ambiente, pues fuera de sus territorios, avalan prácticas nocivas, y pensar, desde una perspectiva ecoética, como podrían ser las cosas diferentes.