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OPINIÓN

Ciberseguridad: una materia indispensable y estratégica

Resulta prioritario que la ciberseguridad esté centrada en el ser humano, en sus necesidades, capacidades y problemas cotidianos. | Blanca Lilia Ibarra Cadena

Escrito en OPINIÓN el

En el año 2021, el Centro de Denuncias de Delitos en Internet del FBI recibió un número récord de denuncias por parte de la población estadounidense; 847 mil 376 quejas que reportaron incidentes que significaron pérdidas económicas potenciales que superaron los 6 mil 900 millones de dólares. De acuerdo con el Informe Anual de Cibercrímenes 2021 del FBI entre los incidentes más reportados se encontraron el secuestro de datos (ransomware), los fraudes por correo electrónico empresarial para obtener el acceso a información confidencial de las compañías (business email compromise- BEC), y el uso criminal de la criptomoneda. Asimismo, otros cibercrímenes denunciados fueron la extorsión, el robo de identidad, diversos fraudes en transacciones de comercio electrónico, las estafas de confianza/románticas, la extorsión y la vulneración a datos personales.

A nivel global, la ciberseguridad representa una materia indispensable y estratégica para los individuos y las instituciones. La seguridad de la información en el entorno digital es un elemento clave para garantizar los derechos humanos y los derechos digitales de todas las personas, para que las interacciones en Internet sean seguras y confiables para todas y todos, para asegurar el adecuado funcionamiento de las instituciones públicas y privadas, así como para materializar mayores esfuerzos a favor de la Agenda 2030.

Según el más reciente índice elaborado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), cuando los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) alcancen su madurez en el año 2030, el 90% de la población mundial estará conectada, y se estima que contaremos con aproximadamente entre 24 mil 100 millones y 125 mil millones de dispositivos IoT (Internet de las cosas) conectados. En el Índice de Ciberseguridad Global (ICG) de la UIT también se subrayó que la ciberseguridad, como un problema que requiere de la acción colectiva, debe abordarse con un enfoque interdisciplinario y holístico.

En ese sentido, la UIT recomienda que las estrategias a implementar integren los 5 pilares: medidas legales, medidas técnicas, medidas organizativas, medidas de desarrollo de capacidades y medidas de cooperación. Así como la acción colaborativa basada en la confianza y la participación de todas las personas. El Índice de Ciberseguridad Global destacó que existe una brecha cibernética que debe abordarse, pues muchos países y regiones se encuentran rezagados en esferas claves como: la formación en ciberseguridad, la protección de la infraestructura esencial, medidas específicas en sectores claves como las finanzas, la sanidad y la energía, y la protección de los datos personales.

México se posicionó en el lugar 52 del mundo en este Índice de Ciberseguridad Global, y en la posición 4 en clasificación regional. Esta metodología resaltó que las áreas de fortaleza para nuestro país son las medidas técnicas y las medidas de cooperación. No obstante, se hizo hincapié en el desarrollo de medidas organizativas como una de las áreas de crecimiento en la materia.

En el caso mexicano, los desafíos en la materia no son distintos a los de otros países y regiones: debemos fortalecer nuestros marcos normativos, fomentar la cooperación entre los actores claves, consolidar mayores recursos para la investigación e innovación, materializar más esfuerzos para la concientización de los riesgos, y el conocimiento de las amenazas    y su naturaleza evolutiva, así como para la prevención de los delitos a través del impulso de una cultura de la ciberseguridad y mayor educación digital. Además, resulta indispensable que la socialización de estos saberes se realice considerando una perspectiva de género, y a las necesidades de los grupos de población que se encuentran en mayor vulnerabilidad.

En el Instituto Nacional de Transparencia estamos convencidos que debemos continuar impulsando el conocimiento sobre la ciberseguridad, por su alta vinculación con la protección de los datos personales y la garantía de otros derechos humanos. En el entendimiento de esta materia, resulta prioritario que la ciberseguridad esté centrada en el ser humano, en sus necesidades, capacidades y problemas cotidianos. Además, debe ser abordada con una visión estratégica basada en la colaboración entre los sectores público, privado y académico, y que sea congruente y coherente con los objetivos transversales de desarrollo nacional y de cooperación internacional.