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Se los dije: es la guerra por la censura

El presidente Andrés Manuel López Obrador prácticamente declaró la guerra a los medios de comunicación. | Ricardo Alemán

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Escrito en OPINIÓN el

Lo dije en mayo de 2018 al salir de Milenio y de Televisa.

Lo repetí en enero de 2019, al dejar las páginas del diario 24 Horas.

Dije que al lanzar una demencial persecusión en mi contra, el gobierno de López Obrador no sólo pretendía callar la voz crítica de Ricardo Alemán.

No, en realidad el nuevo presidente iniciaba lo que hoy está a la vista de todos: un intento de censura total en los medios de comunicación.

Sí, una guerra que a diario lanza el presidente contra medios, en general y contra sus críticos, en particular.

Y cual dictador, López Obrador aspira al control mediático total a través de la censura; silencio ordenado por su gobierno y obligado desde el Estado.

Y para desgracia de la democracia mexicana se confirmó todo lo que aquí se advirtió; que el de AMLO no sería un gobierno, sino una tiranía.

Pero el tiempo también ratificó que “los carniceros de ayer son las reses de hoy”.

Y es que muchos periodistas e intelectuales que antaño adulaban sin freno al candidato y luego presidente López Obrador, hogaño son sometidos, callados, difamados, calumniados y amenazados.

Peor aún, todas las empresas mediáticas, sin excepción, reciben amenazas desde el poder presidencial, pero aquellas que mantienen una postura crítica al fallido gobierno de López Obrador, son perseguidas con el garrote fiscal y la amenaza de prisión para sus directivos.

Y los ejemplos más recientes están a la vista de todos.

El pasado lunes, el presidente prácticamente declaró la guerra a los medios, en general y, en particular a sus críticos.

Así lo dijo: “es necesario confrontar al bloque conservador… nuestros adversarios; conductores de noticias, columnistas y los dueños de los medios de comunicación, la mayoría, todos están en contra…”.

Ayer martes volvió a la carga y luego de culpar a todos los medios de llevar a cabo una supuesta “campaña negra” contra su gobierno, amenazó abiertamente a los propietarios mediáticos con divulgar, de nueva cuenta, los ingresos que recibían por la publicidad oficial.

Y a manera de amenaza, el propio presidente deslizó que, si el gobierno va a fondo, “saldrán muchas prebendas”.

En pocas palabas, resulta que, para el gobierno de López Obrador, los enemigos están en los medios y la mayor amenaza para su gestión son libertades fundamentales en democracia, como la libertad de expresión.

Todo ello, mientras las bandas criminales aparecen como nuevos aliados del gobierno, a pesar de que han convertido el país en el mayor cementerio de la historia.

Por eso, en medio de la tragedia obliga repreguntar: ¿De verdad, tantos periodistas, tantos intelectuales, tantos políticos y tantos ciudadanos fueron incapaces de ver lo que venía con el gobierno de López Obrador?

Y también por eso, a continuación, un fragmento del Itinerario Político del 7 de enero de 2019, con el que nos despedimos del diario 24 Horas.

“Precisamente por lealtad con la libertad de expresión y con la convicción de no callar las voces críticas –cuando México requiere gritar los abusos, las torpezas y violaciones constitucionales del nuevo gobierno–, decidí dejar los principales medios en los que prestaba mis servicios”.

“Y es que mi postura crítica al gobierno del presidente López Obrador y a la tragedia que significa –para la democracia–, la muerte de contrapesos como el Congreso y la Corte hizo imposible mi permanencia en tales medios”.

“Se ponía en riesgo la solvencia económica de la empresa que no estaban convencidas de que la crítica al nuevo gobierno fuera el mejor camino para la estabilidad financiera de sus negocios”.

“Está claro que se trata de una nueva batalla que ganan la censura la intolerancia y el autoritarismo del gobierno de López Obrador; un gobierno que apuesta a la muerte de todos los contrapesos; que amenaza y presiona para terminar con el contrapeso de medios independientes y voces críticas”.

“Pero también es cierto que el presidente López Obrador puede engañar a muchos durante muchos años, pero no engañará a todos todo el tiempo”.

“Por largo tiempo el presidente López Obrador puede exigir a muchos medios la cabeza de los críticos a su gobierno, pero no podrá callar a todos los medios todo el tiempo y tampoco callará todas las voces críticas”.

“Más aún, para fortuna de la sociedad mexicana y de su democracia, poco a poco despiertan las voces atolondradas que creyeron el engaño del “México mágico” que prometió López Obrador y que no aparece por ningún lado”.

“Y es que la terca realidad desencantó muy pronto a muchos; críticos, opinadores, intelectuales y políticos a los que pueden echar de muchos medios, pero quienes siempre contarán con el recurso de espacios alternativos; digitales y redes”.

“Medios llamados a convertirse en los más poderosos instrumentos en manos de los ciudadanos para derrotar la tiranía instalada en el poder y, sobre todo, para salvar a la democracia”.

“En efecto, para los medios complacientes con el nuevo gobierno y para sus aplaudidores es un día festivo cuando –como hoy–, es callada una voz crítica e independiente”.

“Pero esos medios no deben olvidar que, en tiempos de intolerancia y represión, como los tiempos actuales, “los carniceros de hoy serán las reses de mañana”. Al tiempo”. (Fin de la cita)

Sí, durante años aquí advertí de la tiranía que vendría con López Obrador.

Muchos me insultaron, difamaron, calumniaron y persiguieron: me llamaron loco, exagerado y desinformado.

Pero el tiempo puso a cada quien en su lugar.

Lo peor, sin embargo, es que la tiranía de López Obrador está al borde del colapso y los tiempos por venir serán los más peligrosos; los de la bestia acorralada.

Al tiempo.