#ITINERARIOPOLÍTICO

¡Cuatro años y silencio en la muerte de Erika Alonso!

¿Un crimen solapado por el Estado? | Ricardo Alemán

#OpiniónLSR.
Escrito en OPINIÓN el

Seguramente pocos recuerdan que el 24 de diciembre de 2018 perdieron la vida, Martha Erika Alonso, gobernadora de Puebla y su esposo, Rafael Moreno Valle, senador por esa entidad.

La pareja de políticos viajaba en un helicóptero al servicio del gobierno de Puebla –propiedad de una empresa privada–, que se desplomó sin que a cuatro años de distancia se haya aclarado el siniestro.

Curiosamente, la gobernadora y el senador poblanos habían declarado que serían los más duros opositores al naciente gobierno de López Obrador, que había arrancado 23 días antes, el 1 de diciembre de 2018.

Desde la tarde del 24 de diciembre de 2018 –cuando se produjo la tragedia–, ninguna institución del Estado mexicano realizó investigación alguna y nada se sabe hasta hoy, porque a nadie le interesó indagar la muerte de una gobernadora y de su esposo, el líder de los senadores del PAN.

Y la mejor de las pruebas es que hoy, a casi cuatro años de la tragedia, y luego de repetidas promesas incumplidas, el gobierno federal también fracasó en el esclarecimiento de un siniestro que tiene todos los signos de un crimen cometido con la complicidad del Estado.

¿Un crimen solapado por el Estado?

En efecto, resulta que conforme la administración de López Obrador entra al último tercio –inició el quinto año de gobierno–, queda claro que, si en cuatro años a nadie le importó, no se puede esperar ninguna indagatoria seria en lo que queda de la fallida gestión de López Obrador.

Peor aún, en lo que va del gobierno de AMLO se han desplomado nueve helicópteros oficiales –seis de la Marina y tres de la Sedena–, además de dos aparatos pertenecientes a empresas particulares, sin que se haya aclarado nada –en la mayoría de los casos–, sobre el origen de los accidentes.

Lo cierto es que desde el mismo día de la tragedia que costó la vida a la gobernadora de Puebla y a su esposo, aquí dijimos que eran muchas las evidencias de un crimen de Estado.

Así lo dije en el Itinerario Político del 26 de diciembre de ese 2018, titulado: “¡Crimen de Estado a la carta!”.

“Aquí no sabemos si fue o no un accidente la tragedia en la que perdieron la vida los esposos Erika Alonso y Rafael Moreno Valle, gobernadora de Puebla y líder de los senadores del PAN, respectivamente”.

“Lo que sí creemos es que sólo una profunda investigación –de peritos de la materia–, determinará las causas y, en su caso, fincará responsabilidades”.

“Creemos que se equivocan los secretarios Alfonso Durazo y Javier Jiménez Espriú, cuando hablan “de un accidente” y aseguran que el incidente se debió “a una avería” del aparato desplomado. ¿Por qué se equivocan? Porque nadie sabe hoy las causas de lo ocurrido y sólo los peritajes de expertos lo determinarán. Lo demás parece complicidad. Al tiempo”. (Fin de la cita)

Meses después, en el Itinerario Político del 12 de junio de 2019, titulado “Por qué AMLO no investiga la tragedia de Puebla”, revelé que una fuente de la SCT le confirmó a Itinerario Político que desde Palacio llegó a esa dependencia la orden de no seguir en la investigación del helicóptero en el que perdieron la vida Martha Erika Alonso y Rafael Moreno Valle. Versión que hoy parece realidad.

Así lo dije: “Nadie informará nada nuevo sobre la tragedia y menos se aclararán las abundantes dudas del caso, como, por ejemplo, que no hay coincidencia entre la hora del último video donede se vio con vida a la gobernadora de Puebla, con las horas en que se habría producido la tragedia”.

“Lo único cierto, a dos años, es que siguen ocurriendo presuntos “accidentes” e inexplicables “crímenes políticos”, sin que nadie en el gobierno de López Obrador sea capaz de aclarar nada. Más bien parece que la tragedia y el crimen persiguen a los mayores adversarios de López Obrador”. (Fin de la cita)

Curiosamente, en abril de 2019, se desplomó otro helicóptero propiedad de una empresa privada, pero al servicio del gobierno de Michoacán. Era el aparato en el que viajaba regularmente el gobernador Silvano Aureoles, otro de los adversarios políticos de López Obrador.

En esa ocasión, viajaban en el helicóptero algunos de los colaboradores más cercanos de Aureoles, quien canceló su viaje de última hora.

En efecto, le guste o no a los fanáticos lopistas, el presidente mexicano también fracasó en esclarecer la tragedia en la que perdieron la vida la gobernadora de Puebla y el jefe de los senadores del PAN.

¿Hasta cuándo?

Al tiempo.