SALARIO MÍNIMO Y ELECCIONES

Aumento al salario mínimo no siempre es buena noticia

En un contexto de deterioro económico, el aumento al salario mínimo sólo constituye una medida populista para la obtención de votos. | Adolfo Gómez Vives

#OpiniónLSR.
Escrito en OPINIÓN el

El 21 de noviembre de 1962 se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF), la reforma al artículo 123 constitucional que habría de incluir el concepto de “salario mínimo” en la norma suprema.

Dicha reforma señalaba: “los salarios mínimos generales deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural y para proveer a la educación obligatoria de los hijos”.

El salario mínimo fue pensado como el referente obligado de subsistencia digna para las familias, que para entonces habían alcanzado una tasa global de fecundidad de 7.2 hijos.

A partir de ese momento, al salario mínimo se le ha visto como una política pública de derechos humanos, pensada como estándar de dignidad de vida, pero también como mecanismo para evitar la erosión de los ingresos de las personas trabajadoras, siempre y cuando el contexto económico del país lo permita.

Y aunque en la actualidad el salario mínimo no tiene relación alguna con la cobertura básica de las necesidades de las familias mexicanas, lo cierto es que su incremento sólo es positivo, cuando la economía nacional presenta indicadores de robustez, pues de otro modo tiene incidencia negativa en la inflación, el desempleo y la productividad.

Las micro y medianas empresas que tienen en regla a sus trabajadores, se ven obligadas a hacer recortes o a cambiar a esquemas como la contratación por honorarios, sin prestaciones de ley para sus empleados, como fórmula para enfrentar las condiciones adversas de la economía.

Y aunque el salario mínimo ha sufrido tres incrementos en lo que va de la administración de Andrés Manuel López Obrador, lo cierto es que los índices de pobreza no han hecho más que aumentar. Según el INEGI, en 2018 había 69.8 millones de pobres, mientras que para 2020 la cifra aumentó a 75.5 millones.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), estima que de mantenerse los niveles inflacionarios en México, el número de personas en situación de pobreza podría aumentar hasta en 2.5 millones de personas más en 2022.

Sin embargo, para el gobierno actual, el incremento en el número de personas pobres, no es un factor que le represente un dato negativo, pues en la medida en que a dichas personas se les prevé de “ayudas” sociales, el gobierno asegura votos, que es, a final de cuentas, el asunto que realmente le importa al habitante de Palacio Nacional.

Consecuentemente, el anuncio de la titular de la Secretaría del Trabajo, en relación al aumento del salario mínimo del orden del 20% para 2023, no tendrá ningún efecto positivo, como no sea asegurar la base clientelar del titular del Ejecutivo. Sesenta por ciento de aumento al salario mínimo en los tres primeros años de gobierno no impidieron el aumento de la pobreza; un tercio de esa cantidad, menos.