El 2022 fue un año convulso en muchos aspectos, los ejes de las vicisitudes de este año que termina, estuvieron encabezadas por la inflación, la crisis energética, la crisis climática y la guerra en Ucrania, de hecho, el orden de los factores no altera el producto y usted amigo lector, puede acomodar estos ejes en el orden que guste, el resultado será el mismo.
Muchos acontecimientos ocurrieron, pero hubo uno que quedó de lado y que, pese a su relevancia en el ámbito global, no recibió la atención que aún merece. Gobiernos, organismos internacionales y medios de comunicación, relegaron del escenario mundial, el origen del covid-19. A tres años del inicio de la pandemia, aún desconocemos el origen del virus que trastocó y cambió el mundo en el que vivimos.
Existe muchas versiones alrededor de su origen, pero el aparente desdén con el que fue tratado el covid-19, le da la connotación de una de las versiones que atrapó a buena parte de la población. El de la manipulación del virus como elemento de control de masas o como arma biológica global. Hoy más que nunca tiene mayor relevancia, pues hay una clara tendencia de parte de las potencias occidentales de intentar endosarle su paternidad a China y/o Rusia y viceversa.
La información y los medios de comunicación, parecen haberse convertido también en armas de guerra. Existen muchas voces y evidencias de la forma en que los gobiernos y grupos de poder están utilizando los medios de comunicación tanto a nivel local como a nivel mundial para imponer una sola visión global y desarticular los intentos de contravenirlos, parece ser un plan orquestado desde el Banco Mundial y promulgado desde el Foro Económico Mundial desde al menos hace seis años.
Por supuesto que en la agenda de dicho plan sobresalen temas como el cambio climático, la crisis económica, la crisis alimentaria, la pandemia y el resto de temas transversales como la transición a las energías renovables y la paridad de género por mencionar algunos de los temas relevantes de lo que parece ser un plan orquestado desde las esferas más altas de los organismos internacionales.
La guerra de Ucrania es un ejemplo del papel que han jugado algunos medios de comunicación nacionales e internacionales para establecer a Volodímir Zelenski como prócer de la libertad y la democracia, mientras que Pedro Castillo además de indio e ignorante es un dictador retardatario. Lo mismo que López Obrador en nuestro país. De indagar un poco encontraríamos un poco más de información de quién es el líder de Ucrania que día a día atiza la guerra a costa de sus gobernados
El poder del capital occidental, ha intentado en más de una oportunidad acallar a los medios de comunicación de China, Rusia, Irán, Irak, Turquía y Siria en la internet y demás plataformas digitales para combatir lo que, de este lado llaman desinformación, mientras promulgan toda la narrativa y toda la dialéctica que desde occidente parecen querer imponer bajo una sola visión, el enemigo vive en el Este de Europa, el Oriente Medio y buena parte de Asia.
Los medios de comunicación se han prestado a este entramado que busca demostrar que sólo existe una visión del mundo, que la cultura del progreso, el desarrollo y el “bien” se encuentra del lado de occidente. La versión de una China y Rusia represivas y autoritarias distan de ser totalmente ciertas, así como que, las democracias de Occidente, están por encima de la moral política de todo el orbe.
Evidencias existen muchas y diversas, las referencias de ello también existen, pero de esto hablaremos en la siguiente entrega.