NAVIDAD EN LAS MONTAÑAS

Navidad crítica

Las aportaciones de Ignacio Manuel Altamirano son múltiples en términos artísticos y políticos. | Leonardo Bastida.

Escrito en OPINIÓN el

En medio de alguno de los múltiples paisajes montañosos que cubren a nuestro país, un experimentado militar y su asistente recorren a galope sus senderos para encontrar un lugar apacible donde pasar la Nochebuena. El aire es gélido, la luz se comienza a extinguir y los mares verdes de las coníferas boscosas arrecian con el viento. Son tiempos difíciles económica y socialmente. Es 1871, año en que continúan las convulsiones políticas durante el último período presidencial de Benito Juárez, presidente de corte liberal, impulsor de la Reforma, movimiento que extinguió la injerencia de la Iglesia en el Estado, y por ende, muy cuestionado por algunos sectores de la sociedad de corte conservador. 

El siglo XIX mexicano fue muy convulso, plagado de guerras civiles, divisiones ideológicas y contraposiciones. En ese contexto ocurre esta historia, en la que el protagonista y su acompañante encuentran una pequeña villa, horas antes de que inicie la misa de gallo, ese tradicional ritual católico para esperar el nacimiento de Jesús. Al llegar, conocen a las autoridades de la población, quienes le recomiendan conocer al cura de la comunidad y recibir su hospitalidad. 

Con cierto recelo, pues el personaje es ateo y contrario a la ideología religiosa, accede a la sugerencia y entabla conversación con el sacerdote, de origen español. Conforme avanza la plática, el asombro se asoma al rostro del ex combatiente de la Guerra de Reforma, al escuchar que el religioso lleva a cabo sus labores de manera muy diferente a otros colegas. No cobra por los servicios eclesiásticos, se suma a las labores comunitarias para obtener su alimentación, como cualquier otra persona, vive en austeridad, apoya a las personas de la comunidad y contribuye a su formación intelectual. 

Estos pasajes son narrados por el escritor mexicano Ignacio Manuel Altamirano, representante de las letras mexicanas del siglo XIX, pensador de corte liberal, oriundo de Tixtla, Guerrero, de origen indígena, literato, periodista, diputado y militar, participante en la Revolución de Ayutla de 1854 y la Guerra de Reforma, entre 1857 y 1860, así como otras movilizaciones sociales y autor de la novela “Navidad en las Montañas”. 

Dicha novela es una de las más importantes de la literatura decimonónica mexicana por retratar de forma tan nítida la vida en las comunidades rurales mexicanas, pero también por compartir una agenda política dentro de la narrativa de los personajes, en la que cuestiona el ejercicio del sacerdocio como se llevaba a cabo en la época, a través de la voz del personaje del cura del pueblo, exponiendo lo que, desde el punto de vista de Altamirano, sería el desempeño ideal de un ministro de culto. Pero no sólo eso, también pone en entredicho que los logros del proyecto de nación mexicana liberal no estaban llegando a todos los rincones del territorio. De igual manera, intenta definir a la democracia. 

Artísticamente la novela adquiere su fisonomía como tal, en un formato moderno, en el que ya no se presentan historias fragmentadas, sino que dos historias se entrecruzan. Ofrece un retrato de las costumbres navideñas de la época, no sólo del poblado en el que se desarrolla la historia, sino de la comunidad de origen del autor y de la ciudad de México y comparte un ideario político muy claro, el liberal.

Aderezada con una historia de amor, el texto deja bien en claro la posibilidad de un diálogo entre fracciones contrarias, pues, el militar y el cura representan posturas alejadas, la una de la otra, pero que son capaces de coexistir mediante el compartimiento de ideas, aunado al planteamiento de una sociedad utópica, en la que quienes no han resultado tan favorecidos por el sistema sociopolítico vigente en la época, presentan soluciones alternativas. 

Así mismo, vale la pena recordar a Altamirano a casi 220 años de su muerte, pues sus aportaciones son múltiples en términos artísticos y políticos, debido a su gran cantidad de publicaciones en una variedad de periódicos, algunos de ellos de corte contestatario, y por ende, censurados; de novelas, cuyo esquema narrativo rompe con lo hecho hasta el momento en la literatura mexicana, retomando las vanguardias europeas; poesía y ensayo. Sumado a su férrea defensa de los ideales liberales plasmados en la Constitución Política de 1857, base de la normativa constitucional vigente. 

En estas fechas se suelen dar buenos deseos, palabras de aliento, abrazos, regalos, entre otros detalles. Sin embargo, valdría la pena un poco de reflexión sobre nuestras realidades, las formas en que nos interrelacionamos, las maneras en que podemos mejorar nuestro entorno, y como ocurre en la novela citada para este texto, pensar en la conciliación entre puntos opuestos (una lamentable situación muy contemporánea) y en espacios utópicos con posibilidades de ser reales.