Perú se ha convertido –en los últimos años– en un país políticamente inviable debido a su inestabilidad, retiro y encarcelamiento de presidentes de la República lo que impide su real desarrollo, fomentar las inversiones y ser un espacio para vivir.
En su historia, en Perú han sido “vacados” (privados de ejercer el cargo) cinco ex presidentes a quienes se les ha declarado con incapacidad moral para gobernar.
El primero fue José de la Riva Agüero, en 1823; después Guillermo Billinghurst (1914), Alberto Fujimori (2000), Martín Vizcarra (2020) y Pedro Castillo (2022).
La figura de la vacancia presidencial significa que un presidente electo para un periodo de cinco años, queda impedido de ejercer su cargo, según se establece en el artículo 113 de la Constitución Política de Perú. Esa es la forma que han hallado los peruanos para echar del poder a quienes consideran inviables para gobernar. La más reciente, hace apenas unos días, fue la de Pedro Castillo, electo democráticamente pero destituido por el Congreso tras su intento de dar un autogolpe de Estado.
Tras su destitución y encarcelamiento se desataron protestas y una grave crisis que amenaza con escalar luego de que el izquierdista militar Antauro Humala llamara a medio millón de reservistas del Ejército peruano a echar del Congreso a los legisladores.
Actualmente gobierna Dina Boluarte, a quien designó el Congreso en sustitución de Pedro Castillo y ella se comprometió a defender la soberanía nacional hasta el 26 de julio de 2026. No la tiene fácil, sin embargo, debido a que ella fue vicepresidenta de Pedro Castillo y la consideran cómplice indirecta de los desaciertos del defenestrado gobernante.
Pedro Castillo, que fue detenido por la Policía Nacional del Perú por presunto delito de rebelión, deberá ahora enfrentar serios cargos mientras crecen las protestas al interior del país en rechazo a la nueva presidenta.
La Federación Departamental de Trabajadores Cusco ha advertido que comenzará una serie de protestas para cambiar a la actual cúpula gobernante. La actual presidenta del Perú atajó las críticas y dijo que adelantará elecciones, pero señaló que en la Constitución el cambio se dará en el 2026.
“Yo sé que hay algunas voces que indican adelanto de elecciones y eso, democráticamente, es respetable. Creo que la asunción de la Presidencia en esta oportunidad es un poco reorientar lo que hay que hacer con el país. Más adelante, en coordinación con todas las organizaciones, estaremos viendo alternativas de mejorar los destinos del país”, indicó.
Por ahora el país es inviable en tanto en México, Marcelo Ebrard, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), precisó que el gobierno de Perú debe determinar el estado procesal de la solicitud de asilo que realizó Pedro Castillo, expresidente peruano, al país del norte.
"Nosotros defendemos el derecho al asilo, es una tradición mexicana. No tenemos por qué negarlo", acotó sin pronunciarse a fondo sobre la crisis que afecta al país del sur.