MÉXICO TIENE GRANDES PROBLEMAS NACIONALES

Los otros grandes problemas nacionales

México tiene grandes problemas nacionales, no comienza ni termina con la ‘Mañanera’ de cada día. No se resume ahí. | Joel Hernández Santiago

Escrito en OPINIÓN el

Cada día, en México, se nos sumerge más en el tema político que marca Palacio Nacional. Ahí se decide una agenda nacional que está dotada de intereses políticos y electorales con beneficio para la 4T y el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) con rumbo a las elecciones del 2024. 

La gobernabilidad y los resultados de gobierno están sujetos a los altibajos verbales de quien gobierna al país en un cúmulo cotidiano de descargas en contra de quienes no ven al mundo y a México como suponen que debe ser visto a partir de sus intereses, criterio y “sus otros datos”. 

Y perdidos en ese marasmo en el que se nos envuelve en papel celofán, como para regalo electoral, se nos distrae, con toda intención, de algunos de los grandes problemas nacionales de hoy. Son esos enormes conflictos sociales que muestran ya a una sociedad polarizada y sin identidad política propia: o los buenos contra los malos; los conservadores contra los transformadores… 

Y se propicia la confrontación nacional. Se busca que el predominio sea de la 4T y Morena en contra de otras alternativas, aún de izquierda, de una izquierda que no es la que está en el poder político hoy, porque esta forma de gobierno se ha perdido también en ese mismo marasmo gubernamental. 

Pero ahí están esos grandes problemas nacionales, según escriturara Andrés Molina Enríquez hace más de un siglo (1909). Y como si nada hubiera pasado, muchos de ellos aún están vigentes: lo de la desigualdad, la injusticia, la corrupción, los malos manejos administrativos, el gran problema rural, la inseguridad y la incapacidad o desidia o ¿acaso complicidad? de gobierno para contenerla.

Porque una cosa es cierta. México no comienza ni termina con la ‘Mañanera’ de cada día. No se resume ahí. El país es tan grande en sus maravillas como en sus problemas: esos mismos que se ocultan porque no corresponden a sus otros datos, aunque estén afuera, a la vista, al portador.

Uno de esos grandes problemas nacionales es el de la inseguridad y el de la transformación de muchos mexicanos en ese ser violento que no se contiene ante una política de seguridad que no los persigue y que se expresa en ‘abrazos-no-balazos’, aunque a la inversa muchos mexicanos dedicados al crimen organizado emiten balazos y nunca abrazos

Así que hoy se sabe, por ejemplo, que en México se ha incrementado el número de homicidios dolosos. Que, de forma cotidiana, como si fuera parte del ADN nacional, se nos muestran descarnados en distintos medios de comunicación, sobre todo la televisión nacional.

En la que los concesionarios han dispuesto espacios enteros, con horas y horarios estelares para mostrar nuestras porfiadas tragedias ciertas, es verdad: muertos, atropellados, baleados, robados, saqueados, agredidos, golpeados… todo ahí en una “Alarma!” televisiva. Impúdicamente hacen de la tragedia un negocio informativo. 

Pero visto también de otra manera, los datos oficiales son sus datos, los que probablemente no correspondan a la magnitud de lo que ocurre en la realidad, pero que son la base para identificar lo que expresa y lo que esconde el gobierno y sus operarios.

Así que según la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), “en México se han registrado un promedio diario de 86 homicidios dolosos en 2022”. ‘Durante el noveno mes del año, se contabilizaron un total de 2 mil 644 homicidios dolosos, 26 casos más que en agosto, lo que convirtió a septiembre en el quinto mes más violento del año’.

Y que: ‘durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador –a septiembre de este año–, se han registrado 112 mil 150 homicidios dolosos, casi el doble que los contabilizados en el gobierno de Vicente Fox’. Estos son sus otros datos oficiales. ¿Cuántos son en realidad si revisamos lo que está a la vista, en el entorno y por la información que recibimos de distintas organizaciones nacionales y extranjeras?

En lo que respecta a feminicidios estos también se han incrementado de forma alarmante: tan sólo de enero a septiembre de este 2022 hubo 711 casos de feminicidio registrados.

El gobierno federal mexicano, gobernadores y muchos munícipes insisten en que las cifras de criminalidad disminuyen o que ya se controla la violencia criminal; pero resulta contradictorio que si esto es así ¿Por qué se insiste en militarizar la seguridad pública nacional? ¿Por qué se incrementa el número de personal en esta tarea y por qué se amplía hasta 2028 su presencia en las calles?

Y como estos casos, los más evidentes, hay muchísimos otros grandes problemas nacionales que se pierden de vista y que sólo los enuncian quienes los viven, pero al final de cuentas, la suma de todas estas complicaciones hace a un país cargado de contradicciones, de problemas económicos, de salud, educación, de vida en armonía y de tragedias. 

Tanto más: pero sobre todo está esa confrontación a la que se induce a los mexicanos de hoy, porque ya se sabe, en este momento político todo es electoral. Dividir es, según este criterio, una de las estrategias que mejor van a quien quiere mantenerse en el poder, aunque sea con mínimos electores, pero la mayoría de estos mínimos.