HUMANISMO MEXICANO

El ‘humanismo mexicano’

Sí importa que el presidente amplíe su explicación respecto de ese ‘humanismo mexicano’ anunciado; para evitar que ello suponga una utopía, en su sentido etimológico. | Joel Hernández Santiago

Escrito en OPINIÓN el

El 27 de noviembre pasado, en pleno Zócalo, en su mensaje a las multitudes que lo acompañaron para solidarizarse con su administración y con la 4T, el presidente de México definió a su gobierno como de “humanismo mexicano”. ¿En qué consiste ese humanismo? ¿A qué se refiere el mandatario con este concepto que parece más filosófico que pragmático?

Antes: según ‘cifras oficiales’, que es decir en voz de la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, los asistentes a la marcha convocada por el presidente de México para el 27 de noviembre en la capital del país, fue de 1.2 millones de personas, contantes y sonantes. Está bien. 

Por el momento sólo el gobierno federal mexicano y los gobiernos estatales y municipales, así como instituciones de gobierno, burocracia, sindicatos afines y tal y tal, sólo ellos saben de cuántas personas fue su aportación para esta manifestación masiva del domingo y lo más importante: cuánto costó traer a esa multitud. 

Probablemente lo gastado este fin de semana en el traslado, alimentación, viáticos, dádivas, combustible, salarios por servicios… supere en mucho lo que se insiste en ahorrar en el Instituto Nacional Electoral (INE) en todo un año… o más. 

(La Cámara de Diputados, con mayoría de Morena redujo el monto solicitado por el INE para 2023 en 4 mil 475.5 millones de pesos para el cumplimiento de sus funciones. El total de las reasignaciones-disminución de todo el dinero federal fue de 6 mil 437.5 millones: es decir, el INE fue el órgano que cargó con el mayor reajuste.)

Esto es: toda esta movilización costó muchos millones de pesos, los que no provienen de los bolsillos de ningún funcionario ni persona alguna: sí –en su mayoría-- de recursos públicos. 

Y sí: también estuvieron ahí miles de seres humanos que llegaron por voluntad propia para agradecer y hacer el aplauso multitudinario al gobierno de la 4T y a su representante principal: el presidente de México, quien convocó a esta concentración para reconocer su trabajo hecho en cuatro años de gobierno… Aunque también, en esta concentración, predominó el acarreo y la obligatoriedad de asistir para miles. 

Y esto fue así una vez que ocurrió la marcha del 13 de noviembre a la que acudieron, sí, por voluntad propia, miles de mexicanos que querían expresar su rechazo a anular al INE, como ha insistido el Palacio Nacional. Ahí hubo ciudadanos de toda corriente ideológica y pensamiento político; condición social y formación educativa. La pluralidad estaba ahí, como también el enojo.  

De todos modos, esta vez en puntos determinados, los camiones que trasladaron a los asistentes de todos los estados del país abarrotaron las calles. El combustible que se gastó para ello fue mucho y caro: Está a casi 23 pesos por litro la gasolina magna, que es la que usan estos vehículos, o diésel. 

Pero más allá de todo esto, y del arropamiento que la multitud hizo del presidente, está el discurso que tenía reservado para este momento el Ejecutivo. 

Unos cuantos días antes dijo que este día haría un anuncio trascendental, que los mexicanos al grito de guerra estaríamos sorprendidos de lo que daría a conocer. 

Quizá reservó esta noticia importante para el 1 de diciembre, mientras que lo dicho este 27 fue básicamente que pronto se incrementará el salario mínimo (cuando la inflación en México está en alto grado: 8.53 en la primera quincena de octubre, según INEGI) y habló de su lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado… Pero, sobre todo dijo que… “En lo político, el humanismo mexicano no acepta el derrotismo”, mientras aseveró que en lo democrático “actúa bajo los principios de Francisco Madero”.

Una definición de su gobierno como de ‘humanismo mexicano’ valdría la pena que del mismo Palacio Nacional se estableciera a qué tipo de humanismo se refiere, porque ésta es una corriente filosófica que surgió en Europa durante el Renacimiento, que ha evolucionado en distintas ramas y que propugna por el retorno a la cultura original como medio de restaurar los valores humanos.

En todo caso, el humanismo histórico centra el interés en el devenir del ser humano, hace a un lado los valores divinos y teocráticos para dar paso al quehacer individual para valorarse en sociedad… Una de las obras emblemáticas del humanismo es la “Utopía” de Tomás Moro

Una obra escrita en 1516 y en donde el filósofo inglés propone la existencia de una sociedad ideal, la que se desarrolla en una isla creada artificialmente. La isla se compone de cincuenta y cuatro ciudades similares entre sí, es decir, con las mismas características. Al final de cuentas Utopía es un sueño de virtud e igualdad y justicia, pero que, como su nombre lo indica: no existe. 

Utopía: del griego antiguo ou ("no") y topos ("lugar"). Cualquier lugar, idea o proyecto, enormemente atractivo, ideal, pero inalcanzable. Es, sí, un ideal humanista que ha recorrido al mundo en su historia y que, lo dicho, refiere al ser humano como eje central de toda actividad y actitud.

En todo caso sí importa que el presidente mexicano amplíe su explicación respecto de ese ‘humanismo mexicano’ anunciado. Es importante su explicación para evitar que ello suponga una Utopía, en su sentido etimológico.