#INFILTRADO

¿El fin de la Unión?

Omar García Harfuch, desde que estaba al frente de la Agencia de Investigación Criminal y que parece ser el único servidor público que lo ha combatido la Unión Tepito con eficacia. | Antonio Nieto

Escrito en OPINIÓN el

Han pasado casi 13 años desde que la Unión Tepito irrumpió en el mapa criminal de México. Han sido años de violencia sistemática justo donde antes ocurría de manera esporádica. Me refiero a la capital del país, esa burbuja rosa donde nada pasaba y que se rompió con este cártel engendrado en las ruinosas calles del Centro Histórico.

La Unión exhibió a las autoridades con cuerpos desmembrados en Insurgentes, masacres en la turística Plaza Garibaldi; balaceras en la Arena México y asesinatos de sur a norte, pero hoy el discurso oficial es que esta organización criminal está agonizante. Quiero compartirte un extracto de la siguiente denuncia, asentada en el expediente CI-FIVC/UAT-VC-3/UI-1S/D/3446/09-22.

“El día de la fecha (17 de septiembre de 2022) se recibe oficio por parte del C. Agente del Ministerio Público para investigar los hechos denunciados por la C. (nombre de la víctima) la cual refiere que al encontrarse en su negocio de belleza (colonia Jardín Balbuena), recibe una llamada telefónica de un sujeto que le refiere que habla la Unión, indicándole que tenía que depositarle en un Oxxo la cantidad de 10 mil pesos como cooperación para su seguridad, que si no lo realizaba podría sufrir un secuestro o le quemaba el negocio”.

Este tipo de extorsiones se multiplican en la CDMX. En algunos casos es imposible para los investigadores corroborar si, en efecto, se trata de la Unión Tepito, pero fuese o no, el impacto para la sociedad es el mismo. Miles de negocios y comerciantes formales e informales siguen bajo el yugo del crimen organizado y otros miles tuvieron que cambiar de actividad. En Tepito y el Centro hay muy pocas transacciones en las que no entra la Unión. Hay muy pocas importaciones de China que no son manoseadas por este grupo delictivo. Desde insumos para covid-19 hasta juguetes, ropa, bisutería, todo. Si bien los homicidios atribuidos a la Unión se han focalizado a ciertos territorios chilangos como la Morelos, el número de gatilleros y gente de “choque” que ostenta sigue siendo numeroso, todos de la escuela del 62 de Paraguay, una enorme vecindad enclavada en el Centro que ha servido de semillero de matones como el “Huguito”, uno de los más buscados.

La más reciente afrenta del cártel chilango es contra la familia de Alejandro Sánchez, el “Papis”, un viejo cabecilla del hampa tepiteña, encarcelado y sentenciado, cuyo hijo, Said, fue una de las 13 víctimas inocentes que otro grupo criminal secuestró y asesinó en mayo de 2013, tras sacarlas del bar Heaven. Así que la Unión sigue siendo el mayor generador de violencia en la capital y algunos municipios del Estado de México, como Ecatepec. Tan solo en la zona centro de CDMX se han registrado 24 asesinatos en lo que va del año y que pueden relacionarse con ajustes de cuentas donde la Unión siempre sale a relucir. Si en 2018, el año más sangriento en décadas para la capital, la Unión se expandía hacia Edomex, Puebla y Querétaro, y tenía base de operaciones en Cancún, actualmente puedo aseverar que se replegó a su lugar de origen: la alcaldía Cuauhtémoc. Entonces ¿se acerca el final de la Unión? Sus líderes originales eran el “Abuelo”, “Pancho Cayagua”, el “Moco” Castillo y el “Miguelón”. Después el “Betito” asumió el liderazgo con sus capitanes: el “Jamón”, “Elvis”; “Manzanas”, “Huguito”, “Pistache”; “Chori”, “Irving”; “Mi Jefe”, “Uriel”, “Tomate” y el “Perro”, de los cuales siguen libres “Chori”, “Tomate”, “Elvis”, “Huguito” y el “Perro”. Seis detenidos por cinco aún libres. Todavía es un saldo a favor de este cártel con respecto a los golpes dados por Omar García Harfuch, desde que estaba al frente de la Agencia de Investigación Criminal y que parece ser el único servidor público que lo ha combatido con eficacia. Lo que se sabe es que los capitanes libres no están peleados entre sí. Incluso, a “Chori” y su sobrino, “Huguito” se les ha visto pasearse en Acapulco y a “Elvis” y “Manzanas” se les ha ubicado en fiestas de música electrónica en Cuernavaca y otras ciudades. Lo que sí es una realidad es que mientras su líder, el “Betito” estaba libre, la cocaína que vendía la Unión era traída de Colombia y desde que fue capturado han tenido que surtirse de otros vendedores locales, lo que ha reducido sus ganancias, de ahí que la extorsión sea, hoy por hoy, su máximo negocio.

Así viven los líderes de la Unión

José Alberto Maldonado López, el “Betito”, llamado en muchos medios y hasta la fecha con su nombre falso, Roberto Mollado Esparza, vive hoy en el Cefereso 15, en Chiapas. Todas las averiguaciones en su contra se han caído y la Fiscalía capitalina ha echado mano de argucias que rayan en la ilegalidad para retenerlo en prisión. Hoy por hoy, solo tiene un proceso por delincuencia organizada cuya audiencia de vinculación se ha diferido una y otra vez. Sigue siendo el jefe de la Unión y, a través del “Perro”, aún obtiene recursos que lo mantienen seguro dentro de esta cárcel federal, donde tener un teléfono celular puede costar hasta 100 mil pesos al mes. La posibilidad de que obtenga su libertad ha estado latente desde hace tiempo, pero el costo mediático de su vuelta a las calles es algo que ninguna autoridad quiere enfrentar. 

El prestigioso despacho que defiende al “Betito” es el mismo de David García Ramírez, el “Pistache”, quien está en el Cefereso 13, en Oaxaca. “Pistache” controlaba el narcomenudeo y la extorsión en los antros desde Insurgentes centro hasta el sur y en 2015 libró la acusación de homicidio contra Carlos Apaez, a quien balearon afuera de un antro en Polanco. “Pistache” es un mafioso muy mediático, relacionado con la farándula y los reality shows. Cuentan que es de los que más ha padecido estar en una cárcel federal. Ha buscado, numerosas veces, ingresar sushi o pizza, pero le exigen mínimo 5 mil pesos por pedido. Aunque le mandan recursos desde la calle, las cantidades que se piden por tener lujos en un Cefereso son demenciales. Diferentes personas que tienen acceso a estos penales, incluso psicólogos, han sido tentados por el hampa para que ingresen comidas diferentes a los tradicionales guisados que ahí se preparan. Tanto “Pistache” como “Betito” han buscado que los regresen a prisiones chilangas, pero una y otra vez se les ha negado. Sobre el “Pistache” también pesa la investigación por delincuencia organizada, basada en escuchas telefónicas legales donde Óscar Andrés Flores, el “Lunares” es protagonista. En una de ellas incluso se oye cómo está buscando con sus conocidos llegar hasta un líder del cártel de Sinaloa que confunde con otro. Así pues, la Unión persiste, es una filosa espina en el zapato de los gobiernos que han podido controlar, pero no erradicar.

Enterado está, querido lector y recuerde: el infiltrado es usted.