La animadversión hacia las Fuerzas Armadas es cada día más clara y directa, sin embargo, el discurso de la militarización es una falacia. En todos los gobiernos, los poderes ejecutivo y legislativo son quienes han realizado las propuestas de iniciativas y aprueban los acuerdos para que puedan intervenir, y ellos, no son militares. Por tal motivo, la demagogia ha sido el mayor instrumento de quienes se sienten agraviados por quienes sí cumplen con su país. Es muy fácil criticar si no se sabe exactamente cuánto pesa un fusil y la responsabilidad de proteger vidas en un despliegue. Es clara la ignorancia y el desconocimiento del quehacer diario del personal de Tropa, Oficiales, Jefes y Generales, cada uno en su escalafón es responsable de cumplir con la misión que se le encomienda; quien comete un delito o cumple una orden contraria es responsable de las consecuencias de la violación de la norma.
Mientras que diversos funcionarios públicos y más los de procuración de justicia, son altamente omisos en el cumplimiento de su deber en contra de los delincuentes (han demostrado ser excelentes arlequines y floreros, ya que sólo funcionan para cobrar).
Si algún militar comete un exceso no se puede generalizar la conducta con el resto de los demás. Quien cometa un acto deplorable debe llamársele por su nombre y apellido. Es mucha la ignorancia y desinformación que ejercen muchos legisladores de oposición que están en contra, ya que no brindan ninguna solución al respecto, sólo despotrican, difaman e injurian, generando una apología a la impunidad y de alguna manera aceptan la ilegalidad de la delincuencia organizada. Por un lado hablan de una supuesta militarización para sacar a los militares de las calles, y por la otra, de manera hipócrita, quieren que el Ejército y la Guardia Nacional les resuelvan su problema de inseguridad, cuando la realidad, es que no han sabido administrar sus recursos municipales o estatales debido a que los han desviado para otras tareas que no tienen nada que ver con la seguridad (lo cual se puede comprobar con auditorías). Simulan preocupación generando inacción (resultado de sus redes de complicidades con la delincuencia organizada que controla las “plazas”) por comisión por omisión, la cual ha sido la mejor forma de proteger a los infractores de la ley que siguen y siguen cometiendo delitos del fuero común y de delincuencia organizada.
Otro ejemplo es la erradicación de enervantes, este trabajo es responsabilidad de la hoy Fiscalía General de la República, quienes cobran muy bien en comparación de un soldado, luego entonces, por qué tendrían que seguir los soldados caminando en la sierra como gitanos, haciendo el trabajo de otro (mientras tanto se siguen rascando el ombligo estos funcionarios sin mayor empacho). El apoyo que les da el ejército ha sido inconmensurable, pero entonces, quién ha sido el abusivo de utilizar a “Juan Botas” durante los últimos 50 años en esta labor.
Otro ejemplo, es el testigo protegido “JUAN” quien, con su señalamiento sin elementos materiales probatorios, ha destrozado la vida de cuatro militares. Este delincuente confeso, era el que dominaba la plaza moviendo cantidades de narcóticos con toda la impunidad del mundo ante los ojos de las autoridades municipales y estatales. Este monstruo es el autor intelectual de la desaparición forzada de los 43 estudiantes y, a consecuencia del pésimo trabajo de la extinta PGR y de las torturas realizadas por Tomás Zeron, se utiliza a un testigo delincuente protegido (como testigo protegido) que señala una supuesta participación del personal militar. Por otro lado, los operadores mueven marchas en contra de los militares, desviando la atención sobre este delincuente, que ahora es una blanca paloma. Hoy se ha hecho del dominio público que los pseudo defensores de “Derechos Humanos” han violado de manera tajante los Derechos Humanos de nuestros militares. Resulta que quienes integran el Grupo Interdisciplinario de Expertos Internacionales (GIEI) la mayoría son extranjeros con ideología anti-militar, son ellos quienes le han dado más valor a la palabra de un delincuente que a un militar mexicano, ya que, ante la inexistencia de imparcialidad, nos enfrentamos a una ideología que lejos de encontrar la verdad, ha hecho uso extensivo de su perversidad y vileza, al cumplir los fines del Subsecretario de Gobernación Violador de Derechos Humanos, ¡Que desfachatez de individuos! Y qué paradojas de la vida.
Sin embargo, es importante señalar que es responsabilidad de los gobiernos estatales brindar la seguridad pública, su ineficacia radica en la falta de buenos sueldos, de capacitación, de profesionalización y sobre todo del buen ejercicio del presupuesto -ya que en su mayoría- pareciera que es desviado a otros rubros. Por lo que lanzo estas preguntas:
1. ¿Quiénes son los que han utilizado a los militares para sus fines durante los últimos tres sexenios?
2. Definamos claramente ¿qué es militarización y/o militarismo? Porque solo hemos escuchado ideas conceptuales subjetivas e irracionales.
3. ¿Qué propuestas han hecho para que mejore la seguridad pública que contengan indicadores de gestión? Porque hasta el momento solo inflan datos sin que exista una verdadera impartición de justicia restaurativa, ya que solamente funciona la puerta giratoria de la impunidad.
Por otro lado, se avecinan las elecciones del Estado de México, pero todos los partidos políticos olvidan que existe un alto porcentaje de militares en activo y retirados en varios municipios de esta área geográfica, quienes están viviendo y padeciendo con su familia, todas las problemáticas y abandono del actual gobernante estatal. El que quiera ganar tendrá que cumplir con sus promesas de campaña para convencer a esta población, porque no aceptarán atole con el dedo, su tarjeta rosa y una raquítica despensa. Ya que solo como dato, el Estado de México es el estado de la República mexicana donde más militares en activo y retirados radican, de acuerdo con las federaciones y asociaciones de militares retirados que existen, así como de los datos consultables del ISSFAM (Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas). Solo en el Estado de México existen cerca de 423,000 militares entre activos, retirados y ex militares, lo que de forma clara en un simple ejercicio nos puede dar un número superior por la influencia que los militares como cabeza de familia tienen sobre la opinión y forma de pensar de sus familiares, amigos y conocidos, lo que nos podría dar un aproximado de votos multiplicado por cuatro, ya que por lo general el militar es cabeza de familia y podría influir en la forma de pensar de su esposa/o, de sus hijos, de sus padres, hermanos, amigos y conocidos, lo que podría darnos un estimado muy conservador de posibles votos de 1,692,000 (un millón seiscientos noventa y dos mil) para quien sepa realmente convencer a ese sector de la sociedad, que no ha sabido cómo hacerlo y enamorar para que voten por ellos.
Desafortunadamente los políticos siguen pensando que los generales serán quienes pueden conjuntar ese voto a favor del algún partido político como en los tiempos del PRI, pero la realidad es muy distinta ya que el militar en activo, retirado o ex militar ya no se deja comprar con espejitos, ni le gusta le den atole con el dedo, deben conocerlo y saber convencerlos ya que como pudimos observar en las elecciones intermedias en el Estado de México
buscaron conformar una planilla política en Naucalpan. Era un grupo de militares retirados que se enfrentaron a la realidad de la vida civil, donde se requieren operadores, gastos de campaña y trabajo en las colonias. No sólo es imagen y discursos, la propuesta era buena, sin embargo el haber incluido a gente nefasta como al ex yerno del general Cienfuegos y algunos otros que no gozaban de buena reputación, fue el Waterloo de esta planilla. No se puede engañar a quienes conocen el nepotismo, prepotencia y la serie de abusos que dejaron huella en cada uno de los puestos donde anduvieron. Por lo tanto, se requiere de mucho quehacer político en el Estado de México, ya que está dividido en 8 regiones, con 41 distritos y 12,300 seccionales, además, existen áreas geográficas donde existe la influencia de cárteles y bandas locales, quienes propician la corrupción al realizar acuerdos para el pago de campañas de los candidatos, para que les permitan seguir operando con impunidad; aunada con la crisis económica mundial e inflación es otro factor determinante para los ciudadanos que van a votar.
Por último, nuevamente el Ejército estará en el ojo del huracán ya que, aunque no se quiera, la realidad es que el Estado de México es una zona y región con gran afluencia militar desde hace décadas y quien sepa ganar la voluntad de los verdes podrá triunfar en las elecciones. Si el actual gobernador Alfredo del Mazo ganó con cerca de 2,040,709 (dos millones cuarenta mil setecientos nueve) votos, quien pueda ganarse el corazón de Juan Botas tendrá asegurado el triunfo.