GUERRA EN UCRANIA

Elon Musk, Ucrania, la paz y los satélites

El diálogo que puede terminar la guerra en Ucrania es el diálogo entre Biden y Putin.

Escrito en OPINIÓN el

Elon Musk es el hombre más rico del mundo con unos 241 mil millones de dólares. Ha fundado empresas muy exitosas, tal vez las más conocidas son Paypal, una plataforma de pagos, Tesla fabricante de carros eléctricos y SpaceX, una empresa de satélites de comunicaciones y viajes espaciales privados.

Algunas declaraciones de Elon llaman la atención; como cuando dijo que es posible nuestro universo sea una simulación digital muy avanzada, o que las pirámides de Egipto fueron construidas por alienígenas. Su éxito empresarial y estilo controvertido le han ganado muchos “fans”. No duda en entrometerse en asuntos complicados, como la guerra en Ucrania o el conflicto en Taiwán.

Dos días después de la invasión rusa a Ucrania Elon empezó a enviar decenas de miles de terminales de telecomunicación portátiles de comunicación directa con su sistema satelital Starlink. Buena parte de las terminales fueron donativos de gobiernos aliados.

En el primer mes de la guerra el gobierno norteamericano compró a altos precios miles de equipos de telecomunicación en una operación conjunta con la empresa de Elon, SpaceX, y así lanzaron una red que hoy en día comunica a más de 150 mil terminales terrestres en Ucrania con el sistema Starlink que cuenta con más de 2 mil 200 satélites orbitando el planeta.

Así es posible mantener las comunicaciones intergubernamentales y civiles y, lo más importante, las operaciones militares del ejército ucraniano, incluido el manejo de drones. Todo requiere comunicación digital.

Toda una luna de miel. Hasta que, a principios del mes, tal vez cansado por la guerra interminable, a Elon se le ocurrió sugerir un plan para la paz en Ucrania.

Conviene recordar la fórmula para la paz que Zelensky presentó en las Naciones Unidas: sancionar a Rusia bloqueando su comercio hasta que pague el costo de reparar al país y crear un tribunal internacional que juzgue a sus gobernantes; recuperar todo el territorio que tenía en 2014, es decir incluyendo Crimea; determinar el precio al que Rusia podrá exportar; proporcionar a Ucrania armas defensivas, antiaéreas y ofensivas; y tratados internacionales que aseguren la participación de otros en su defensa. La formula de paz de Zelensky es nada menos la rendición incondicional de Rusia y el castigo a sus gobernantes.

Sirva esa propuesta para contrastarla con los cuatro puntos que propuso Elon Musk: Volver a realizar referéndums en las regiones anexadas por Rusia, esta vez bajo la supervisión de las Naciones Unidas y Rusia tendrá que retirarse si así lo pide la población. Aceptar que Crimea es parte de Rusia. En adelante Ucrania será un país neutral y, por último, asegurar el abasto de agua a la península de Crimea.

Elon presentó su propuesta como una encuesta en Twitter. De casi 3 millones de votos el 40.9 por ciento estuvo a favor y el 59.1 por ciento en contra. Cierto que perdió, pero no por tanto como muchos habrían esperado.

Entonces, el presidente de Ucrania, Zelensky, lanzó su propia encuesta con la pregunta ¿Qué Elon Musk prefieres, el que está a favor de Ucrania o el que está a favor de Rusia? Esta vez hubo alrededor de 2 millones de votos, de los que el 78.8 por ciento fueron a favor de Ucrania y el 21.2 por ciento de Rusia.

Por último, Elon dobló la apuesta, esta vez con la pregunta: ¿la gente que vive en el Donbass y Crimea debe decidir si son parte de Rusia o de Ucrania? Esta vez, con dos millones 433 mil votos el 59.3 por ciento dijo que si y el 40.7 por ciento dijo que no.

Altos dirigentes rusos se mostraron complacidos con la propuesta de Elon; Ucrania no.

Algunas reacciones fueron coloridas. Destaca la del embajador ucraniano en Alemania que simplemente lo mando mucho… muy, muy lejos, sin medir las consecuencias de insultar a su benefactor. En respuesta Elon dijo que seguiría su consejo.

Y lo siguió. Este viernes Elon declaró que ya no puede donar más estaciones satelitales ni cubrir el costo de la conexión a internet de las que existen. Ha gastado más de 80 millones de dólares en mantener conectada a Ucrania y no puede seguir pagando 20 millones de dólares mensuales para proporcionarle internet satelital gratuito a su gobierno y, por supuesto, a su ejército. Así que Elon le pidió al gobierno norteamericano que cubra el costo del servicio.

Causalmente, o no, el ejército ucraniano reporta que al entrar en territorios reconquistados a Rusia pierden la señal de internet.

Ucrania señaló que Starlink es una infraestructura vital que le permitió restablecer sus comunicaciones después de los bombardeos rusos a las principales ciudades de todo el país.  El viceprimer ministro ucraniano trató de bajar el tono agrio recordando que el empresario es uno de los mayores donantes que apoyan a Ucrania. Le piden a Elon que mantenga el servicio mientras encuentran un arreglo financiero; es decir, alguien que lo pague.

El sistema satelital de Elon es importante, pero no tanto como para determinar la evolución de la guerra. Pero las respuestas a los tuits de Elon y Zelensky, muy sesgadas porque se difunden sobre todo entre sus seguidores, se suman a las señales del cansancio creciente de la población ante esta guerra y a las presiones a favor de negociaciones.

Ante la fórmula de paz de Zelensky y la propuesta de Elon se tendría que calibrar en primer lugar la viabilidad de cada una. Exigir o predecir una victoria aplastante sobre Rusia es una fantasía absurda. Musk por otra parte dice que su propuesta anticipa el resultado más probable de la guerra; solo falta definir qué tantos morirán antes de que lo acepten unos y otros.

Lo indudable es que hay un escalamiento de la guerra. Ante el sabotaje a los gasoductos y el bombazo al puente que conecta a Crimea con Rusia esta última demostró su capacidad para bombardear con precisión todas las ciudades de todo el territorio ucraniano en cualquier momento y así destruir obras de infraestructura de gran importancia. Siempre tuvo esa capacidad, pero no había decidido emplearla.

Afortunadamente hay indicios, mínimos, de alto nivel, sobre un posible diálogo. Biden declaró que Putin es un hombre racional que cometió un enorme error de cálculo. Muy cierto. También Biden y Europa cometieron enormes errores de cálculo. Así son las guerras.

Biden y Putin están invitados a la próxima cumbre del G20 el 15 y 16 de noviembre en Bali, Indonesia. Biden dijo que no tiene intención de hablar con Putin, pero que consideraría discutir la suerte de la jugadora de basquetbol Brittney Griner, que se encuentra presa en Rusia por haber ingresado con aceite de marihuana y ella aduce que fue un error al hacer sus maletas. Por su parte Putin dice que aún no ha decidido si irá a Bali y que no ve la necesidad de hablar con Biden.

Esperemos que ambos flexibilicen sus posturas. El diálogo que puede terminar la guerra es el diálogo entre ellos.  

De última hora: poco después de escrito este artículo Elon Musk se retractó y declaró que seguirá financiando la red de Starlink en Ucrania.