ANNIE ERNAUX Y EL FEMINISMO

Annie Ernaux y el feminismo que recibe el Nobel de Literatura

El Premio Nobel de Literatura 2022 fue para Annie Ernaux, que ha llevado el oficio de narrar en primera persona como marca indeleble en toda su trayectoria literaria. | Norma Loeza*

Escrito en OPINIÓN el

Contar historias es el propósito inicial de un sinnúmero de expresiones artísticas. Toda recreación ya sea visual, literaria, plástica o multimedia, parte en principio de querer narrar algo. Las y los artistas van siempre en busca de las situaciones —la mayoría de ellas producto de la cotidianidad— que inspiren sus obras, ya que en realidad no hay expresión artística que no se nutra de la vida misma.

Este año, el Premio Nobel de Literatura 2022 fue para la escritora francesa Annie Ernaux, que ha llevado el oficio de narrar en primera persona como marca indeleble en toda su trayectoria literaria.

Las novelas de Ernaux, son antes que otra cosa, pasajes de su propia vida. Eso la libera en buena medida, de la necesidad de pedir permiso o licencias acerca de cómo contar las historias que ofrece. Además, nadie mejor que ella que conoce los vericuetos, las heridas, las tribulaciones de las abrumadoras experiencias que componen sus relatos, y tiene la autoridad suficiente como para exponerlas a la mirada pública.

Pero no sólo eso es digno de destacarse. Annie Ernaux pertenece al selecto grupo de 17 mujeres que han recibido el premio Nobel en toda su historia. Ello constituye, apenas, 14% de las personas galardonadas en todos los años en que ha existido el premio Nobel.

Si bien mucho se ha dicho que estos premios también son políticos, es un hecho que en este momento y debido a las protestas de las mujeres iraníes por sus derechos y libertades, la voz femenina requería potencia y resonancia. Quizás por ello, premiar a una escritora que narra con sencillez sus propias vivencias resulta un asunto más que destacable, una afirmación de que todas las voces y especialmente las femeninas, deben ser escuchadas y su discurso amplificado.

Por otra parte, la obra de Ernaux, venía de triunfar con una adaptación cinematográfica, al ganar el León de Oro en la Muestra de Venecia, en 2021. “El acontecimiento” dirigida por Audrey Diwan, es una adaptación de la novela de Annie Ernaux con el mismo nombre. 

No es de extrañar que la cinta haya sido tan celebrada, y que justo sea en este momento que su narrativa resulte tan poderosa. “El acontecimiento” nos cuenta la experiencia de una muy joven Annie en los años setenta cuando soñaba con ser escritora, y también, cuando el aborto en Francia, no sólo estaba prohibido, sino criminalizado. 

Quizás el público se pregunte ¿qué de nuevo puede contarnos esta historia en pleno siglo XXI, cuando muchas de las situaciones que muestra, parecieran superadas? En realidad, lo trágico es que no lo están. Y el acercarse a esta historia muestra de manera desgarradora, que hay luchas para el feminismo en el mundo que todavía faltan por afianzar. 

Diwan toma esta historia, que ya de por sí se acerca a mirar una vivencia atravesada no sólo por el género, sino también por la desigualdad y la convierte en una gran película. Annie, una universitaria estudiante de literatura, es hija de padres trabajadores y vive cumpliendo el sueño familiar de tener una hija profesionista y exitosa.

Pero Annie se enfrenta a un obstáculo mayor que sólo obtener buenas calificaciones. La noticia de un embarazo no deseado, la coloca en una terrible encrucijada: deberá elegir entre abandonar su sueño, defraudando con ello a sus padres y a ella misma, o arriesgarse con un aborto que puede costarle la libertad o la vida.

Diwan no escatima recursos para que esta sea una experiencia inmersiva. Quizás convencida de que una imagen es más poderosa que mil palabras, el público mira en primera fila las situaciones desgarradoras a las que Annie recurre en la búsqueda de soluciones a su terrible disyuntiva.

Al final, se trata de un discurso sobre el aborto desde la experiencia misma, que no alecciona ni sermonea. Muestra el dilema al que se enfrentan millones de mujeres del mundo, víctimas de un debate no acabado que no nos pone a nosotras, ni a nuestras necesidades al centro.

La cinta no es fácil de ver. Leer el libro tampoco. Narrar estas historias es un imperativo de nuestro tiempo y es de llamar la atención que hoy en día, la idea de un aborto clandestino no nos resulte ajena. 

Y es quizás por ello por lo que el que su autora sea reconocida a tan alto nivel —aun cuando sus letras todavía resulten incómodas para muchos sectores en la actualidad— es sin duda un triunfo del feminismo en su más cotidiana expresión: el de las historias de mujeres viviendo en sociedades que les siguen escatimando el acceso pleno a todos sus derechos. 

*Norma Loeza 

Educadora, socióloga, latinoamericanista y cinéfila. Orgullosamente normalista y egresada de la Facultad de Ciencias Políticas Sociales de la UNAM. Obtuvo la Medalla Alfonso Caso al mérito universitario en el 2002. Fue becaria en el Instituto Mora. Ha colaborado en la sociedad civil como investigadora y activista, y en el gobierno de la Ciudad de México en temas de derechos humanos análisis de políticas y presupuestos públicos y no discriminación, actualmente es consultora. Escribe de cine, toma fotos y sigue esperando algo más aterrador que “El Exorcista”.