MÉXICO EN CRISIS DE SEGURIDAD Y ECONOMÍA

México en el precipicio

México, por ahora, pareciera que va caminando muy rápido al precipicio y no hay quien escuche los gritos de alerta. | José Luis Castillejos

Escrito en OPINIÓN el

El sombrío panorama en materia económica, política y de violencia que se vive en México no da tregua al gobierno de Andrés Manuel López Obrador para quien el país vive en jauja.

Con una inflación que cerrará el año a una tasa del 8.48 por ciento y, crecimiento de 1.8, así como aumento de la pobreza (6.1 millones más desde que inició este gobierno con la que suman 58.1 millones de pobres), el país pareciera ir encaminado al fracaso. 

Lo peor de todo es el impacto, sin precedentes, de la violencia que genera pérdidas superiores a los 243 mil millones de dólares anuales. Todos estos factores tienen en jaque al país. Y no hay forma, por el momento, con la política de “abrazos y no balazos”, de contrarrestar los efectos de la inseguridad que pareciera arrastrar al precipicio a México que casi cierra uno de los años más difíciles en dos rubros: seguridad y economía

La titubeante recuperación de 2021 ha venido seguida de una evolución cada vez más lúgubre en 2022, a causa de una serie de riesgos que comenzaron a materializarse.

Aunque México pareció comenzar a recuperarse de la pandemia que generó un profundo impacto económico y social, en el otro extremo vemos que la violencia está significando un serio obstáculo para el crecimiento.

Las perspectivas de crecimiento a medio plazo se han debilitado. La pobreza y la desigualdad entre regiones todavía son elevadas. Factores como la informalidad, la exclusión financiera la corrupción han obstaculizado el crecimiento de la productividad. 

Al sector primario de la economía: agricultura y ganadería no se les da ningún apoyo. Carecen de insumos para la producción de alimentos y al Gobierno no parece interesarle esto.

Los mexicanos viven en la actualidad un panorama desolador para la adquisición de alimentos y otros servicios. Hay una especie de precarización laboral después de la pandemia.

A todo esto se suman los niveles de crimen que se han presentado en los últimos años en diversos estados del país y que han creado un clima de inseguridad que afecta el desempeño de diversos indicadores económicos a nivel regional como la Inversión Extranjera Directa

En el 2021 se registraron 35 mil 625 homicidios y en el primer semestre ya se llevan documentados 15 mil 400 lo que llevó a la ONG Save Democracy a denunciar que “México enfrenta una creciente espiral de violencia criminal desde hace dos décadas que hoy alcanza niveles sin precedentes”.

“Este escenario es una tragedia social que afecta la vida pacífica de la ciudadanía e impide el desarrollo futuro de su democracia”, indicó en un informe. 

Hasta hoy no han existido respuestas gubernamentales efectivas para combatir y prevenir el establecimiento y crecimiento de redes criminales transnacionales que han diversificado sus delitos económicos más graves, como la descontrolada trata de personas, y que compiten por la captura de vastos territorios y sus gobiernos constitucionales.

Ya se “normalizó” ver en las redes sociales y diversas páginas de Internet a miembros del crimen organizado desplazándose en vehículos todo terreno con elementos bien pertrechados, enfrentándose a balazos y decapitando a sus rivales.

Pero el gobierno insiste en minimizar la presencia de la delincuencia en las calles de vastos territorios de México donde ya es un peligro transitar. De hecho, hay que decirlo, las autoridades fueron rebasadas desde hace ratos por diversos grupos criminales que se disputan plazas.

El impacto económico de la violencia en México en el 2021 fue de 4.9 billones de pesos (US$ 243 mil millones) lo que equivale al 20.8% del PIB de México. Sobre una base per cápita, el impacto económico de la violencia fue de 38,196 pesos (US$ 1,884), aproximadamente 2.5 veces el salario mensual promedio.

En ese contexto el gobierno mexicano de Andrés Manuel López Obrador redujo el gasto en seguridad pública y el sistema judicial en 8.5% y 3.3%, respectivamente. 

El gasto militar, por su parte, aumentó un 14.7% a casi 167 mil millones de pesos, el nivel de gasto más alto registrado, indicó un informe del Índice de Paz México (IEP).

México, por ahora, pareciera que va caminando muy rápido al precipicio y no hay quien escuche los gritos de alerta.