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Filosofía necesaria (y urgente) para nuestros días

Filosofía para pensar soluciones frente a situaciones como la pandemia por covid-19 y contribuir a las transformaciones sociales. | Leonardo Bastida

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Escrito en OPINIÓN el

A pesar de múltiples cuestionamientos, la enseñanza y el cultivo de la filosofía continúan siendo una gran necesidad de nuestras sociedades debido a las complejidades de las mismas y al requerimiento de un pensamiento que apueste por llegar a las causas de las situaciones que se viven y no sólo intente darles una explicación desde la superficialidad.

Contrario a lo que se piensa, que la filosofía es pura abstracción y su campo de acción es el mundo de las ideas, a propósito del Día Mundial de la Filosofía, a conmemorarse cada tercer jueves de noviembre, se hace un llamado a centrar las reflexiones filosóficas en las diferentes interacciones entre los seres humanos, pero también entre los seres humanos y los ambientes sociales, culturales, geográficos y políticos.

Sobre todo, resalta la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, impulsora de la efeméride, con el objetivo de reivindicar su importancia para el desarrollo del pensamiento humano, para cada cultura y cada individuo, la práctica de la filosofía resulta esencial para pensar soluciones frente a situaciones como la pandemia por covid-19 y contribuir a las transformaciones sociales con un sustento lógico, ético, ontológico.

De la filosofía emana la ética, que nos proporciona elementos para poder tomar decisiones con respecto a temas derivados de la pandemia por covid-19 como la distribución y acceso a las vacunas, y más recientemente, a los medicamentos que se han anunciado a lo largo de la semana como soluciones a casos graves de la enfermedad causada por el coronavirus o a reducir los índices de hospitalización.

Esta pandemia ha mostrado la desigualdad en el acceso a los insumos preventivos del covid-19, pues mientras hay países en los que ya se contempla aplicar una tercera dosis de refuerzo a la población; en otros, aún no se termina de aplicar una primera dosis a grandes bloques poblacionales. Por lo que deben prevalecer los análisis críticos.

La política es otra de las ramas que nos permite analizar la validez de la toma de ciertas medidas de control sanitario, bajo el pretexto de la prevención de nuevas infecciones, restrictoras del desplazamiento de las personas, e incluso, abriéndose la posibilidad de mermar ciertos derechos bajo el argumento de cuidar la salud colectiva. Un escenario que podría generar una injerencia excesiva de las instituciones en la vida privada de las personas. 

La estética podría ayudarnos a comprender las maneras en que se ha representado la epidemia y los imaginarios colectivos derivados de esas representaciones, entre los cuales, ha llamado la atención la configuración de un binomio entre todo aquello relacionado con los rasgos asiáticos y el covid-19. 

La epistemología nos permite cuestionar las formas en cómo se está produciendo conocimiento alrededor del coronavirus y de la pandemia y los abordajes y los presupuestos a partir de los cuales se está construyendo el conocimiento. Muy de la mano, la filosofía de la ciencia otorga herramientas para comprender el discurso científico generado alrededor del coronavirus y la bioética cuestiona las maneras en que se están llevando a cabo las investigaciones. 

En sí, cada rama del conocimiento filosófico arrojaría sus propias contribuciones, tanto en términos teóricos como prácticos, dejando abierta la posibilidad de un diálogo entre disciplinas o sentando las bases para nuevos paradigmas. 

Hace más de 10 años, en una columna publicada en un diario de circulación nacional, el filósofo argentino-mexicano, Enrique Dussel, impulsor de la filosofía de la liberación y cuestionador de la construcción del conocimiento desde una mirada eurocéntrica, reflexionaba sobre la pertinencia de la impartición de clases de filosofía en los niveles básicos de educación, y concluía que “en toda crisis la práctica de la filosofía integrada a grupos interdisciplinarios es esencial ya que permite pensar los supuestos de un sistema económico, político, pedagógico, etcétera, para crear en cada campo las condiciones innovadoras de alternativas no sospechadas”.

Una práctica más que urgente y necesaria después de más de dos años de crisis sanitaria, y de varias décadas de un capitalismo neoliberal cuyas consecuencias vivimos en términos de salud, pero también ambiental, social, cultural, económico, y de bienestar.