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Pateando la pelota, así se ha manejado la pandemia

Prácticamente todos los estudios serios a nivel internacional reprueban el manejo de la pandemia en México, aunque el gobierno tenga otros datos. | Agustín Castilla

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Escrito en OPINIÓN el

Ha transcurrido año y medio desde que inició la pandemia en nuestro país y, aunque cada vez se presta menos atención a los reportes sobre su evolución e incluso por momentos pareciera que vamos de salida como lo celebró hace apenas un par de semanas el presidente al asegurar que su gobierno “ya está venciendo la pandemia y se advierte el regreso a la normalidad”, lo cierto es que todavía no estamos siquiera cerca de ello pues todos los días se sigue registrando un elevado número de contagios y defunciones -tan sólo el martes 788 personas perdieron la vida y el promedio diario durante el mes de septiembre fue de 606 fallecimientos- y se estima un exceso de aproximadamente 600 mil muertes que representa 10 veces más el escenario catastrófico que previó el subsecretario López-Gatell. 

Otro dato a considerar es que, aun y cuando en las últimas semanas se ha presentado una disminución en el ritmo de la tercera ola y la vacunación ha contribuido a que las cifras de hospitalizaciones y defunciones sean menores que en los anteriores picos de la pandemia, en 9 entidades se está observando un ligero repunte por lo que todavía no hay elementos suficientes para pensar que la tendencia seguirá decreciendo, y en todo caso el saldo hasta ahora es verdaderamente trágico. De acuerdo a información proporcionada por la Universidad Johns Hopkins, México es el cuarto país con más muertes por covid-19 detrás de Estados Unidos, Brasil e India -con poblaciones significativamente más grandes-, y el decimoquinto en número de contagios confirmados.

Diversos estudios a los que se ha hecho referencia en este mismo espacio, realizados por instituciones como el Centro de Ciencias de la Complejidad de la UNAM, el Institute for Global Health de la Universidad de California, la Universidad de Miami o la organización Amnistía Internacional advirtieron sobre el deficiente manejo de la pandemia en México, señalando por ejemplo que la falta de una comunicación clara, prudente y correcta sobre el nivel real de riesgo y cómo actuar al contraer la enfermedad contribuyeron a su impacto devastador. Los retrasos en los sistemas de información sanitaria inhibieron la toma de decisiones basada en datos epidemiológicos precisos y oportunos. Los esfuerzos por ampliar la capacidad hospitalaria se vieron parcialmente socavados al no preparar ni abastecer adecuadamente el sistema de salud para hacer frente a la emergencia poniendo en riesgo a los trabajadores de la salud, y grandes desigualdades en el acceso y calidad de los servicios de salud crearon vulnerabilidades estructurales a una elevada carga de enfermedad que se han profundizado durante la pandemia. Sin embargo, las autoridades gubernamentales hicieron caso omiso en vez de tratar de corregir el rumbo. 

Recientemente, una de las más prestigiadas revistas especializadas en salud, “The Lancet”, publicó un estudio cuyo título es muy elocuente: “Patear la pelota, fracaso de la rectoría del sistema de salud”. Al analizar lo que ha sucedido en México y Brasil, que son considerados como epicentros de la pandemia, dicho estudio sostiene que en vez de aprovechar la pandemia para cohesionar a la sociedad y demostrar la capacidad de gestión nacional, los líderes populistas encuentran una ventaja política al dividir a la población y desviar la culpa del costo que representa una respuesta pandémica eficaz. 

En el caso particular de nuestro país afirmó que el gobierno evadió su responsabilidad para hacer frente a la pandemia al ignorar la evidencia científica e incluso contradecirla, no organizar una respuesta coordinada dejando las decisiones a los gobiernos estatales, tomar medidas fuera de tiempo y politizar la emergencia, lo que provocó muchas muertes que pudieron evitarse así como secuelas irreversibles en miles de mexicanos. Es decir, prácticamente todos los estudios serios a nivel internacional reprueban el manejo de la pandemia en México, aunque el gobierno tenga otros datos. En este contexto, resulta ofensivo que tan siquiera se haya contemplado la posibilidad de que el subsecretario López-Gatell acudiera al Senado a recibir la medalla Belisario Domínguez en representación del personal médico como se llegó a especular. Espero que tan sólo se haya tratado de una muy mala broma.