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Prioridad de gobierno vs Prioridad nacional

Lo que se ve es que el gobierno federal depositó su nueva estrategia en la vacunación. | Joel Hernández Santiago

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Escrito en OPINIÓN el

¿Cuál es la estrategia del gobierno federal mexicano para frenar la ola de contagios que crece de forma desproporcionada y aumentan los fallecimientos por la pandemia de salud? ¿Qué hace para detener la catástrofe en la que el país ya está metido? ¿Quién se hace responsable de todo esto?

Con lo de la vacuna en contra de la pandemia en México, al gobierno mexicano le está pasando lo del cuento aquel de la lechera, que mientras camina con la vasija de leche en la cabeza, imagina cómo, con la venta del contenido se habrán de solucionarse sus problemas de casa; que con ese recurso habrá de hacer esto, y esto otro y más… y está tan ensimismada en su éxito imaginario que, de pronto, tropieza y el jarro se va al piso con todo y el líquido… ¿qué sigue?

Los contagios en México aumentan de manera desproporcionada. Cada noche, terminamos con la infausta noticia del incremento de enfermos y de fallecimientos lamentables. Y la información nos aterroriza. Nos da miedo. Y nos somete a la prueba de la fortaleza… y la esperanza.

Duele la indolencia gubernamental, su desapego, su falta de solidaridad política y humana al mostrar más interés en pelearse con alguien cada día; en desacreditar a quienes opinan distinto; en confrontar a alguien.

No hay un día, uno sólo, desde hace dos años, en el que desde Palacio Nacional no se confronte a alguien, en el que no se acusa a alguien, en el que no se vilipendie a alguien, en el que no se amenace a alguien: Es la pastilla diaria que tomamos los mexicanos cada mañana.

Pero la solución a un problema trágico está más en el discurso que en la realidad. Hoy pocos en México, y fuera, creen lo que dice el sub secretario de Salud, Hugo López Gatell quien, de forma grosera, sacude el árbol nacional para que caigan más hojas, y más, y más…

…Pero él dice que todo está bien, aunque ya no habla de aplanar curvas de contagio y fallecimientos, ya no habla de no usar el cubre bocas, ya no habla de no hacer pruebas, no habla de lo que debería hablar, que es ¿cuál es su estrategia para detener esta ola inmensa de contagios? ¿Cuál es su propuesta? ¿Qué podemos hacer los mexicanos para salvar la vida?

La catástrofe anunciada por él a mediados de 2020 de que “el peor escenario sería llegar 60 mil muertos” ya esté rebasada y sobrepasada al momento: Más de 140 mil seres humanos han perdido la vida y él sigue con su cantaleta diaria de “datos científicos dicen…”. ¿Los datos científicos dicen que habrían de morir tantos mexicanos de trabajo, de lucha, de esfuerzo?

Con todo a partir de noviembre pasado cuando se anunció que la primera vacuna –la de Pfizer- podría llegar a México los primeros días de diciembre, todos en México ciframos la esperanza de que esta fuera “la luz al final del túnel”. Y vimos con ilusión y esperanza el momento de la vacuna como principio salvador, si no definitivo –‘según datos científicos’-, si por lo menos un halo de seguridad y de tranquilidad individual y colectiva…

Se anunciaron 250 mil dosis de vacunas Pfizer para mediados de diciembre. No fue así, el 24 de diciembre se recibieron 4 mil y tantas. El argumento fue el de que se quería probar cómo operar la distribución pues requiere un enfriamiento excepcional. Que son dos dosis con 21 días –tres semanas- de lapso entre cada una. Que luego llegarían las demás de forma más frecuente y en mayor volumen.

No fue así, llegaron por goteo y se distribuyeron en el país para vacunar, como sí es necesario, al personal médico que está al frente de la lucha en contra de la pandemia. Luego fueron llegando otras entregas también muy limitadas: aun así, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, quien mete la cuchara por todos lados dijo: “Misión cumplida” a la entrega en enero de una dotación…

Pero la noticia fatal llegó el 17 de enero cuando el presidente anunció que “debido a que la ONU lo solicitó, México recibirá menos dotación de vacunas. Esto para ayudar a los países pobres del mundo”. –Nosotros somos un país rico con 60 millones de pobres y 15 millones en extrema pobreza–. Y luego se anunció que Pfizer cambiaría su proceso de producción en Bélgica y que por lo tanto habría el retraso de un mes… ¿Cierto? ¿Qué dice la ONU? ¿Qué dice Pfizer?...

Hay otras más vacunas de laboratorios distintos ya comprometidas. Esto se nos viene diciendo desde diciembre. Pero lo que es cierto es que al momento la vacuna parece estar más lejos de todos. Y mientras tanto aumentan los contagios y los fallecimientos.

El presidente ha dicho que no hay problema si privados la adquieran y la ponen a la venta, pero que esto será cuando los laboratorios le hayan entregado al gobierno de México la dotación contratada. Los gobiernos de estados han dicho que colaboran para adquirir la vacuna para sus entidades: pero no, López Gatell dijo que esto es por contrato con el gobierno federal, y sólo así.

Lo que se ve es que el gobierno federal depositó su nueva estrategia en la vacunación. Que aparte de esto no hay otra estrategia para parar la ola de contagios. Que por un lado se dice que “el semáforo es irrelevante” pero que algunos estados están en rojo, y que aun así pueden abrir las puertas para que la gente salga a “mover la economía”…

Mover la economía en el momento es más importante que la vida humana. Aunque sea la vida humana la que le da sentido a la economía. Hoy la expectativa es de pesimismo; de más dolor; de más ausencias. El gobierno federal pasa a otras cosas.

Hay asuntos más importantes que atender: pelearse con alguien; descalificar a tal o cual persona o institución… El asunto electoral es más importante que la vida humana y es la prioridad: Su prioridad. La del gobierno. No la nuestra.