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EU-México, un camino difícil

La llegada de Joe Biden a la Casa Blanca implicará, a corto plazo, una revisión de las relaciones Estados Unidos-México. | José Luis Castillejos

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Escrito en OPINIÓN el

La llegada de Joe Biden a la Casa Blanca implicará, a corto plazo, una revisión de las relaciones Estados Unidos-México, y las medidas para revertir el desorden y auge del narcotráfico al sur de su país.

Biden ingresará a la jefatura del gobierno norteamericano con un caudal de problemas que le deja Donald Trump, entre ellos una ríspida relación con México luego de que Andrés Manuel López Obrador demostrara una especie de desprecio por el nuevo gobernante.

Para el historiador mexicano Enrique Sada, las relaciones históricas de Estados Unidos y México, y el devenir de éstas tras el triunfo de Joe Biden, el panorama no es nada halagador para el gobierno de AMLO.

López Obrador apostó por la continuidad de Donald Trump en la Casa Blanca pero el resultado adverso lo coloca en el ojo de la tormenta.

AMLO calculó que México podría mantener el actual status quo, pero en esta nueva etapa de relaciones que se abre con Biden podría perjudicarnos si el demócrata cumple con su palabra de poner orden ante el auge del narcotráfico entre las dos naciones.

Según Sada, la historia de México, desde su Independencia en 1821, empieza a entrelazarse con la de Estados Unidos a menos de dos años de su emancipación de la Madre Patria.

El vínculo con el vecino del norte se volverá no solo innegable sino fatídico para la nación mexicana que en su inmadurez llegó al punto de emular las instituciones, el sistema político y la constitución de aquel país.

México soñó con alcanzar el mismo desarrollo o por temor, creyendo que por compartir el mismo régimen y sistema, el Goliat dejaría de ensañarse con México, lo cual no evitó perder ante el mismo más del 55% del territorio tras la invasión de 1847.

La relación es asimétrica y la intervención constante norteamericana ha sido una realidad asumida en el curso de la vida política y económica de México.

Calculó mal López Obrador sin analizar que la estadounidense es, desde siempre, para los mexicanos una elección trascendental. Pero al negarse a reconocer a Biden y apostar por Trump, el escenario puede complicársele al líder de Macuspana.

AMLO sucumbió a la domesticación que desde la Casa Blanca le hizo Trump bajo amenazas que se tradujeron en ventajas económicas para los norteamericanos, a costa de los intereses y dignidad de los mexicanos.

Ahora toca esperar las represalias para el gobierno mexicano tras haber mostrado AMLO una especie de desprecio por el demócrata.

“No deja de ser lamentable en ambos casos la dependencia y sumisión de México ante los vaivenes del país al norte del Río Bravo cuya suerte, por fatalidad, nos seguirá afectando como nación satélite bajo su protectorado de facto”, advirtió Sada.

La factura está por cobrarse, ya que AMLO fue una especie de aliado de Trump. Le costará caro a México el desprecio de AMLO a Biden en temas de migración, comercio y seguridad.

En una misiva y en un intento por rectificar su actitud, López Obrador dijo: “Con usted en la presidencia será posible seguir aplicando los principios básicos de política exterior de nuestra Constitución, en especial, el de no intervención y autodeterminación de los pueblos”.

Patricia Olamendi, ex subsecretaria de Relaciones Exteriores de Asuntos Multilaterales durante el Gobierno de Vicente Fox señaló al respecto: “Nuestra dependencia económica de Estados Unidos es muy alta y López Obrador regresa a ese priísmo rancio de los principios como política exterior”.

Habrá que esperar si no hay un viraje en las relaciones diplomáticas en un muy corto plazo. De ser así tendrá que prepararse México ante posibles embates en distintas áreas que se diseñarán desde el Coloso del Norte.