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Para saber lo que ha pasado

Hace falta saber cuál es el nivel de contagios alcanzado por el covid-19 y poder estimar la mortalidad efectiva ante esta grave pandemia. | Ricardo de la Peña

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Escrito en OPINIÓN el

Durante estas semanas las autoridades sanitarias del país han proporcionado abundante información sobre el desarrollo de la pandemia de covid-19. La vasta cantidad de datos encubre, sin embargo, serios problemas respecto a la calidad de la información y la ausencia de estimadores esenciales para determinar realmente el alcance del padecimiento en nuestra sociedad.

La calidad de información

Cuando se escucha el reporte sobre el número de casos confirmados y de decesos ocurridos vinculados con la propagación del SARS-CoV-2 en el país, uno supone que se trata de datos actualizados al menos al corte de las once de la mañana del día que se presentan, momento en que se cierra formalmente el reporte que se da a conocer a las siete de la noche, pero ello no es así. En realidad el número total de contagios y de decesos que se reportan en EL comunicado diario de las autoridades de la Secretaría de Salud no corresponden al de contagiados y decesos de ese día por varias razones: si bien luego se reporta con exactitud en una base de datos que da a conocer la propia autoridad, existe un desfase entre la fecha de aparición de síntomas y el de fallecimiento de las personas respecto de la fecha en que se notifican esos datos a una unidad médica, sobre todo para la aparición de síntomas, toda vez que alguien puede acudir tardíamente al médico si su caso es ambulatorio o tardar en demandar un ingreso hospitalario. Aún para los fallecimientos puede ocurrir que el servicio forense retrase el aviso o la confirmación del motivo del deceso. Luego, puede existir otro desfase entre la fecha en que una unidad médica se entera de un caso y el día en que lo incluye formalmente en el protocolo para reportarlo a la autoridad concentradora de datos; y después puede haber un rezago entre el momento en que se recibe la notificación y el día que se incluye el dato en el comunicado correspondiente, dado el arbitrario corte horario u otros factores.

La información hoy ausente

Pero hay ausencias informativas más relevantes y menos reparables: dejaron de actualizar de manera regular las estimaciones basadas en pruebas de laboratorio para la detección de positividad para covid-19 en una muestra de casos con padecimientos respiratorios en unidades médicas (el llamado “modelo centinela”), que arrojaba luz sobre el volumen de contagios que habría transitado por las unidades médicas del país, aunque este modelo no permitiera por sus propias características eliminar la "cifra negra" de casos asintomáticos o que por su levedad no recurrieran a servicios médicos. Además, al no salir del entorno del propio sistema de salud, no se cuenta con elementos que permitan inferir la prevalencia de la enfermedad entre la población mexicana, que sólo podría estimarse mediante un estudio de seropositividad a una muestra estrictamente probabilística que debiera realizarse para la totalidad de la población residente en el territorio nacional. Hace falta que se lleven a cabo este tipo de estudios para saber realmente cuál es el nivel de contagios alcanzado por esta enfermedad y poder estimar la mortalidad efectiva ante esta grave pandemia.