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A 76 días de la 4T: Un corte de caja

La prepotencia, lujos y lejanía que caracterizan a las últimas administraciones contrastan con un gobierno a ras de suelo y con la camisa arremangada. | Alejandro Encinas

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Escrito en OPINIÓN el

Si uno se fuera con la finta del tono de la conversación en Twitter y de la mayor parte de las columnas de opinión, automáticamente saltaría a la conclusión de que México se encuentra al borde del precipicio. “Es el peor inicio de sexenio del que se tenga memoria”, han sentenciado algunos intelectuales de los tiempos de la transición que, paradójicamente, no transitaron. Se quedaron instalados en las certidumbres de los tiempos de las concertaciones y los pactos entre élites. Observan la realidad con los mismos anteojos de ayer y la intentan explicar con los conceptos de antaño. Mientras que para los agoreros del Apocalipsis ha pasado inadvertido que este país ya cambió, casi el 90% de los mexicanos aprueba el arranque del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. ¿A qué se debe este inédito respaldo?

Se explica, en primer lugar, porque AMLO ha inaugurado un nuevo estilo de gobernar. La prepotencia, lujos y lejanía que caracterizaron a las últimas administraciones contrastan con un gobierno a ras de suelo y con la camisa arremangada que ha decidido no despegarse de la gente que lo eligió. La puesta en venta del avión presidencial, la apertura de Los Pinos al público en general y el Jetta al que incluso se subió Pedro Sánchez, el mandatario español, son actos que simbolizan cambios de fondo: una política que entiende la austeridad no como desmantelamiento del Estado, sino como medio para reorientar el gasto público a favor de los que menos tienen.

En segundo lugar, a diferencia de Vicente Fox, quien dilapidó el bono de la alternancia y se dedicó a cogobernar con las fuerzas del Antiguo Régimen, el presidente López Obrador tiene claro que el capital político no está para guardarse en una caja fuerte, sino que tiene que utilizarse cuando se dispone de él. Así es que no ha puesto pretextos o dado largas para ejecutar los cambios.

Desde el día uno del actual gobierno no han parado los anuncios de las nuevas políticas. Es tal la magnitud y la velocidad de los cambios anunciados en las mañaneras, que difícilmente la sociedad ha podido digerirlos y dimensionarlos. Por eso, a 76 días del inicio de la 4T no está de más hacer un corte de caja:

Tras décadas de contención y pérdida de poder adquisitivo del salario mínimo, se dio un viraje rumbo a su recuperación. Por primera vez alcanzará para cubrir la línea de bienestar mínima de un individuo.

Se ratificó el Convenio 98 de la OIT, con lo cual México se comprometió a transitar a un nuevo modelo de democracia sindical y negociación colectiva auténtica.

El IMSS anunció un programa piloto para formalizar a las trabajadoras del hogar. Es el inicio del fin de una situación claramente discriminatoria hacia uno de los sectores de la población más vulnerados.

Se aprobó en el Senado que las parejas del mismo sexo tengan los mismos derechos de cobertura de seguridad social que las parejas de diferente sexo.

Al salirse del Grupo Lima, México recuperó la soberanía en su política exterior. Se ha colocado como un actor estratégico con capacidad de mediación para abonar en la resolución pacífica de un conflicto que ha polarizado al resto del mundo.

Los derechos humanos de los migrantes que cruzan por nuestra frontera sur son respetados por primera vez en una historia repleta de atrocidades y maltratos. Los puentes donde meses atrás hubo enfrentamientos violentos, hoy son sede de una migración ordenada, regulada y sin simulaciones.

Tema crucial es la Comisión de la Verdad para el caso Ayotzinapa, conformada por autoridades, defensores de derechos humanos y padres y madres de los estudiantes normalistas desaparecidos. Las instituciones sin excepción alguna deben otorgar todas facilidades hasta dar con la verdad.

El Estado comienza a saldar cuentas con un pasado que nunca más tiene que repetirse. Las disculpas públicas ofrecidas a la periodista Lydia Cacho y el reconocimiento en la CIDH de que instituciones públicas fueron cómplices de la desaparición de 51 personas en Nuevo Laredo es otro botón de muestra de la magnitud de los cambios.

Una bolsa de programas sociales que se caracteriza por ser altamente redistributiva del presupuesto público ya comenzó a instrumentarse. El acceso a Jóvenes Construyendo el Futuro, Sembrando Vida, las becas a los estudiantes de prepa y universidad y las pensiones a los adultos mayores es sin condicionamientos políticos. Quedan atrás los intermediarios del modelo corporativo del Viejo Régimen. En vez de clientelas comienza a concebirse una política social para sujetos de derechos.  

El combate al huachicol y a la corrupción en el sector energético; la transparencia en las declaraciones patrimoniales y de intereses de los altos mandos; el pleno respeto a la libertad de expresión que se refleja en la inclusión de nuevas voces en los medios de comunicación y en el regreso de voces vetadas, y sígale usted sumando.

Los cambios de la 4T van en serio. Y eso que aún no se cumplen los primeros cien días del Gobierno de México.

La andada antiinmigrante@EncinasN | @OpinionLSR | @lasillarota