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#19S y sus lecciones

En este México herido, más que nunca se nos muestra la importancia del acceso universal a la red y acusa la debilidad de políticas públicas para garantizarlo

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Escrito en OPINIÓN el

Horas después del simulacro que recordaba el sismo del 19 de septiembre de 1985, la pesadilla volvió. 32 años después se repitió la tragedia que ha dejado cientos de muertos, edificios derrumbados, dolor e incertidumbre en la Ciudad de México, Puebla, Morelos y el Estado de México acumulándose a la tragedia previa del temblor del 7 de septiembre que dejó destrucción en los estados Chiapas, Oaxaca y Tabasco. El centro y sur del país cimbrados por el movimiento telúrico.

Como hace 32 años, la respuesta gubernamental fue lerda, fue la sociedad civil la que reaccionó de inmediato prestando auxilio a los damnificados, coordinó la ayuda por sus propios medios (Horizontal, Artículo 19, Cencos, Serapaz, entre otros más) y la solidaridad desbordó; los protagonistas fueron los jóvenes que por miles salieron a las calles para sacar escombros, organizar acopios y salvar vidas, su participación en el momento fue la clave entre la vida y la muerte de muchas personas rescatadas de entre los escombros.

Su herramienta principal para concitar a la solidaridad y la organización que se volcó en la provisión masiva de ayuda fueron el internet y las redes sociales. Los llamados nativos digitales, milenials, generación Y, lograron el apoyo no solo en la Ciudad de México, también alcanzaron a las comunidades remotas en otros estados donde aún no había llegado ni el gobierno, ni los medios de comunicación, ni nadie más. Aún frente a la confusión lograron rápidamente elaborar los mapas de riesgo, crear estrategias digitales para abatir noticias falsas como medida para evitar más confusión y distribuir de mejor manera la solidaridad, la ayuda.

En este México herido, hoy más que nunca se nos muestra la importancia del acceso universal a la red y acusa la debilidad de las políticas públicas para garantizarlo. En tanto directivos de las principales empresas de telecomunicaciones presumían que sus redes funcionaban bien, la demanda ciudadana en Twitter y Facebook era que dieran acceso abierto a sus redes, podía haber gente sin saldo atrapada entre los edificios colapsados que necesitara comunicar dónde estaba para salvar su vida (lo cual realmente sucedió). Horas valiosas transcurrieron antes que esas empresas anunciarán el acceso abierto de la red para internet móvil, llamadas y datos.

Lecciones

La tragedia nos trae muchas lecciones en el ámbito de respuesta frente a las emergencias, de protección hacia las personas y garantía de derechos:

1.       Así como en 1985, fue necesario abrir la telefonía fija en caso de desastre, ahora es necesario abrir las redes y debiera ser una obligación para los operadores como parte del protocolo de comunicaciones de emergencia que debe de dictar el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).

2.      A pesar de que se sabe que el país está expuesto de manera constante a temblores, huracanes y otros desastres “naturales”, no hay inversiones adicionales para fortalecer los servicios de telecomunicaciones para que puedan resistir los embates y restablecerse lo antes posible. Tan olvidado está el asunto que el IFT ni siquiera ha llevado a cabo la consulta pública para implementar el Protocolo de Comunicaciones de Emergencia, ya desde los temblores del 7 de septiembre la Asociación Mexicana de Derecho a la Información había alertado sobre esta dilación.

3.      Si la Ciudad de México tuvo una capacidad de respuesta ciudadana eficaz fue gracias a la alta conectividad con la que cuenta la población, la que no tienen los estados más pobres del país como Oaxaca, Chiapas (principalmente), Puebla, Morelos, Estado de México, así como los cinturones de pobreza extrema de la Ciudad de México. Tanto el gobierno federal como el IFT han fallado en las políticas para fortalecer la cobertura y el acceso universal. Por un lado, en las licitaciones de espectro este último se ha vanagloriado más del efecto recaudatorio que del principio de cobertura que raramente aparece en su discurso oficial; por el otro, la Estrategia Nacional Digital de la gestión federal es ineficiente y de corto alcance, incapaz de coordinar esfuerzos multisectoriales y sin metas y objetivos claros, su desidia hace ver ahora claramente los estragos que implican la brecha digital.

Otro logro de la utilización de las redes sociales fue la campaña para que los recursos de los partidos políticos se destinen a la reconstrucción del país, la presión fue tanta que finalmente partidos políticos anunciaron la “donación” del dinero que estaba destinado a las campañas electorales del próximo año, se les olvida a los dirigentes de esos partidos que no se dona lo que no es tuyo; ese dinero es de la ciudadanía y lo que esta no quiere es que sus recursos se gasten en inútiles campañas mientras urgen tantas necesidades después de la desgracia.

Con el mismo ahínco, la ciudadanía deberíamos exigir que el gobierno federal destine los ingentes gastos en publicidad oficial a la reconstrucción nacional, como lo ha documentado la organización civil Fundar, Enrique Peña Nieto ha gastado en tan sólo cuatro años 36 mil 261 millones de pesos en publicidad gubernamental, de los cuales más de 9 mil millones de pesos han sido para Televisa y TV Azteca, cifra cercana a los 11 mil 904 millones de pesos para el financiamiento de los partidos políticos y candidatos independientes para el 2018.

En la tragedia, suelen acusarse las fuerzas y debilidades de las personas y las sociedades, en esta ocasión salió a flote con toda su potencia la fuerza de los jóvenes, la solidaridad de una importante parte de la población aportando con sus distintos saberes y habilidades y con ellos emergió la dimensión humana, la esperanza. Gracias, gracias por eso.

En medio de la emergencia, el dolor, la confusión y la necesidad de esperanza, el papel de los medios de comunicación tradicionales fue ampliamente rebasado por los ciudadanos y las redes sociales, esta vez la estrategia de Televisa de concentrar la información y mantener una cobertura en el Colegio Rébsamen, donde supuestamente la niña Frida Sofía estaba atrapada bajo los escombros; sin atender el resto de los múltiples puntos en desgracia, se le revirtió, la Marina y la empresa se desnudaron mutuamente en sus contradicciones. El manejo de la situación al estilo reality show y la mentira hizo reaccionar con enojo a los usuarios de las redes al sentirse engañados y utilizados en medio del dolor y se creó el hashtag #ApagaTelevisa.

En este penoso episodio aún queda mucho por desentrañar, pero en todo caso hacer ver nítidamente lo importante que son los derechos de las audiencias y la responsabilidad de los concesionarios para el manejo de la información, por eso el Senado de la República debe rechazar contundentemente el dictamen de la Cámara de Diputados que los deroga.

En las próximas elecciones veremos si las dirigencias políticas voltean a mirar a los jóvenes y a la sociedad civil y se atreven a debatir con ellos de frente porque como quedó demostrado, sí saben qué hacer.

Post Datas

Post Data 1. Las comisiones dictaminadoras del Senado rechazaron la participación de sociedad civil en la evaluación para la designación de la presidencia del IFT, sólo permitieron la entrega de preguntas en un procedimiento tan burocrático que entorpece la participación, además de dar a conocer el mecanismo de última hora el 19S, día del sismo, por lo que se suspendió, ahora pretenden retomarlo a toda prisa y no es buena señal.

Post Data 2. Hoy se cumplen 3 años de la otra tragedia que es Ayotzinapa, impunidad sigue siendo su sello.

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