La semana pasada asistí al Princeton-Fung Global Forum en Berlín. Este foro se ha realizado en cuatro ocasiones y el objetivo es ser un espacio de debate e intercambio de ideas sobre los problemas más recientes y atenuantes para la sociedad a nivel mundial. La última edición fue en 2015 en Dublín, donde la discusión se centró en la salud mundial, teniendo como contexto a la crisis del Ébola, como un estudio de caso crítico de una plaga moderna.
Este 2017, el tema de este foro internacional fue “Can liberty survive in the digital age?” (¿Puede la libertad sobrevivir en la era digital?). Como parte de la agenda, representantes de la industria de la tecnología (Amazon, Google, Facebook, Microsoft, entre otras), académicos, activistas, periodistas (de medios como New York Times, Frankfurter Allgemaine Zeitung, Slate, CNBC) y expertos en gobierno de varios países debatieron sobre las tecnologías digitales en la era de la información, con una mirada cuidadosa de cómo los diferentes países y sectores abordan el equilibrio entre riesgos, beneficios y derechos fundamentales en la era digital.
Los paneles de discusión incluyeron temas como la privacidad y derechos humanos frente a la protección de la seguridad, vulnerabilidades versus a la eficiencia prometida por el Internet de las Cosas (IoT), flujos de comunicación versus a la información no filtrada y falsa, y la visión de la cooperación global para combatir el cibercrimen.
Esta conferencia llega en un momento crítico, cuando los titulares de los periódicos nos recuerdan que la tecnología digital nutre y provoca importantes debates en la vida política y social. Teniendo en cuenta cómo la tecnología digital impregna la vida cotidiana, es imprescindible detenernos un poco y considerar cómo podemos gobernar esta “Sociedad de la Información” de una manera que realmente funcione para todos.
Actualmente no existe el marco legal internacional adecuado para hacer frente a los retos más importantes de la era digital. Todas las naciones “viven” en el ciberespacio y están expuestas a sus peligros. Ninguna nación puede vigilar el ciberespacio por sí sola y de hacerlo podría violar los derechos a la privacidad de los usuarios, situación que fue expuesta por Edward Snowden en 2013. Hoy, más que nunca, la cooperación entre gobierno, sociedad civil organizada y el sector privado es necesaria. Un diálogo abierto y constante entre estos sectores es lo único que garantiza que no se cometan más abusos.
Después de los resultados del proceso electoral en Estados Unidos y Brexit, es pertinente debatir, analizar y cuestionar el impacto que las redes sociales tienen sobre la democracia en el mundo.
Al inaugurar el foro el lunes por la mañana, como orador principal, uno de los padres del Internet, Vinton G. Cerf, declaró:
“Si bien, el tamaño de Internet se ha disparado, existen todavía asuntos pendientes. Los gobiernos deben cooperar para resolver los problemas.”
Durante su intervención enfatizó la importancia de desarrollar software sin fallas (“bugs”) y la relevancia de la responsabilidad ética de los desarrolladores. Para Cerf, la única forma de resolver los retos de esta era digital son la alfabetización digital y el pensamiento crítico. Sin duda, es hacia donde debe dirigirse la educación en el mundo. Será interesante ver, como el rumbo de la educación cambia, y en países como Finlandia ya vemos programas educativos más dirigidos al desarrollo de habilidades del pensamiento y no solo a la memorización de conceptos. No necesitamos más programadores, sino personas que entiendan procesos y tengan la capacidad de dar soluciones y cuestionar la información que se les presenta.
Después de dos días de paneles de discusión y conferencias magistrales con figuras como Brad Smith, Presidente y Jefe de la oficina legal de Microsoft, y Roger Dingledine, Creador y Líder del Proyecto Tor, una plataforma cuyo objetivo es proteger el anonimato de los usuarios de Internet, la conclusión general fue la gran necesidad de desarrollar ciudadanos/usuarios capaces de tomar decisiones informadas online y offline.
En mi opinión, estos son los 3 principales aportes de los debates entre los participantes, cada uno presupone un mayor debate, y son buenas provocaciones para seguir trabajando:
*Aquí pueden ver el programa completo de la conferencia: https://fungforum.princeton.edu/program/agenda