Main logo

Lejos de casa en tiempos de pandemia

Somos muchos los que estamos viviendo la impotencia de estar en una situación de riesgo, una pandemia real y latente lejos de nuestras familias. | Lorena Rico

Por
Escrito en OPINIÓN el

Aunado a la incertidumbre y al temor de que la situación actual no mejore pronto, para los que estamos lejos de casa, lejos de nuestras familias, el momento de lidiar con la ansiedad se hace cada día más presente. En nuestro caso, sabiendo que nuestras familias cuentan con un sistema de salud deficiente las preguntas catastróficas ‘¿Y si se contagian?’, ‘¿Y si en México se pone peor?’, ‘Y si…’, ‘Y si…’, son el pan de cada día.

Luego de estas primeras 3 semanas de aislamiento en Canadá, hemos entrado en la etapa en la que continuamente hacemos una pausa y en lugar de seguir aumentando preguntas a la lista, hemos decidido aumentar acciones que nos hagan sentir mejor. De entrada, pasar todas las recomendaciones y reglas que el gobierno canadiense ha tomado y que como reflejan las noticias, han sido de las más aplaudidas y acertadas, con el fin de contagiar a nuestros familiares de la misma conciencia. Hemos decidido entrar en la fase de ‘Desinfoxicación’, es decir, no infoxicarnos. Dejar de intoxicarnos con un montón de artículos, posteos en redes sociales, y mensajes de chats grupales que tienen información falsa o simplemente que no aporta nada nuevo a lo que ya se sabe.

Estamos diariamente aprendiendo a aceptar la incertidumbre a lidiar con la frustración y la impotencia haciéndonos cargo de nosotros mismos, ocupándonos de nosotros aquí y ahora. Estamos siendo honestos con nosotros mismos, legitimando nuestras emociones. No evadimos lo que sentimos y platicamos entre nosotros y con nuestros familiares a través de video llamadas sobre nuestros bajoncitos.

Algunos de los consejos que el gobierno en New Brunswick ha hecho llegar a inmigrantes son:

· Tener contacto constante por videollamada o llamada con nuestros familiares.

· Compartir información positiva e incluso fuera del tema para despejar la mente propia y de la familia.

· Dentro de lo posible, mover la economía con compras en línea de juegos de mesa, rompecabezas o artículos deportivos para enfocar el tiempo.

· Salir 2-3 veces por semana a dar una vuelta ya sea en la calle o en algún parque natural, siempre respetando la distancia entre personas. No por más de 20 minutos cada ocasión.

· Hacer listas de ‘pendientes’ o talachas que hemos dejado pasar antes por falta de tiempo para asignar horarios durante el fin de semana.

· Iniciar un nuevo hobby que no requiera salir constantemente de casa como: clases o entrenamientos en línea, decorar habitaciones, probar nuevas recetas, etc.

· Y, sobre todo, practicar la reflexión diariamente por al menos 5 minutos para recordarnos porqué todo lo anterior ayuda y para liberar la ansiedad.

Algo es definitivo, esta pandemia ha puesto a prueba nuestra paciencia, nuestra creatividad, la estabilidad y calidad de rutinas diarias y hasta ha comprobado cuantas conferencias y juntas de trabajo, sí podrían haber sido sólo un e-mail.