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ONGs y víctimas critican a Meade por impunidad y violencia

AMLO evadió la mayor parte de las preguntas y propuso Comisión de la Verdad para Ayotzinapa; Anaya pidió reformar la Ley de Seguridad Interior; Zavala declinó participar

Escrito en NACIÓN el

“¿Por qué creerles hoy?”, “¿Cuántos años y no pudieron?”, “¿Hasta Cuándo?”, “Tu partido no lo ha hecho”, así resonaron los reclamos de hombres y mujeres asistentes del “Diálogo Por la paz y la justicia. La agenda fundamental”, cuando el candidato presidencial del PRI, José Antonio Meade, sentado frente a dos moderadores y entre  defensores de derechos humanos y víctimas de la violencia, explicaba su estrategia para enfrentar la inseguridad y combatir la impunidad.

El abanderado de la alianza PRI-PVEM-Panal fue el último de cuatro candidatos asistentes en participar. Ingresó alrededor de la una de la tarde a un reducido salón del Museo de Memoria y Tolerancia y ahí fue increpado por víctimas de la violencia, por sus familiares, por luchadores sociales que viven bajo amenaza y aún en su vulnerabilidad hablan por otros.

Antes de su intervención inicial, Helena Varela Guinot, directora de la División de Estudios Sociales de la Universidad Iberoamericana y moderadora del encuentro, le dio la bienvenida con un discurso en el que se refirió a los últimos 12 años en los que México ha llegado a índices de asesinatos, de desapariciones, de feminicidios, de redes de trata, de fosas clandestinas, de desplazamientos, de asesinatos extrajudiciales y de inseguridad de la población “sólo comparables a países en guerra o bajo dictaduras”.

Entonces el “candidato ciudadano” del PRI tomó la palabra, habló de angustia, desesperanza y miedo. Había transcurrido en calma; sin embargo, ya en la última parte de su intervención los asistentes rompieron el silencio y entonces alzaron la voz, lanzaron cuestionamientos, le recriminaron el fracaso de su partido, le advirtieron que no creerían más en el PRI. Apareció en escena un Javier Sicilia conciliador que desde su butaca y sin voltear agitaba los brazos para llamar a la serenidad.

Pero no se dio la calma, si acaso apenas se bajó un poco el tono de voz mientras continuaban los cuestionamientos al cinco veces secretario de Estado, quien intentaba responder entre la confusión y los intentos de los moderadores por recuperar el mando y regresar al orden. Lo lograron únicamente al cambiar el tema.

Ya de regreso a la dinámica inicial, el aspirante presidencial –a quien las encuestas ubican en el tercer lugar– se refirió al tema de la impugnada Ley de Seguridad Interior respaldándola abiertamente frente a defensores de derechos humanos que hace unos meses exigían al Congreso frenarla por considerar que la legalización de la intervención militar en tareas de seguridad pública pone en riesgo derechos fundamentales.

“Yo he tenido una posición distinta de la que aquí se ha planteado, yo sí creo que la Ley de Seguridad Interior si plantea temas relevantes. La participación del ejército y las fuerzas armadas tiene que ser excepcional, no puede ser cotidiana. La labor de las fuerzas armadas lo que se le ha pedido es injusto para las fuerzas armadas y es injusto para la ciudadanía”, manifestó antes de que se le leyera una hoja de conclusiones y la postura de las organizaciones reunidas que reiteraron su rechazo a esta ley que fue impugnada ante la Suprema corte de Justicia de la Nación (SCJN) con al menos cinco recursos de apelación diferentes.

NI SÍ, NI NO, CONTESTÓ AMLO ANTE LA POSIBILIDAD DE ABROGAR LA LEY DE SEGURIDAD INTERIOR

El segundo en participar en un encuentro entre candidatos presidenciales fue Andrés Manuel López Obrador. (Sólo faltó la aspirante por la vía independiente Margarita Zavala a quien en distintos momentos le han confrontado familiares de víctimas caídas en el sexenio de Felipe Calderón).

El abanderado de la coalición “Juntos Haremos Historia” fue cuestionado sobre los mismos temas que sus adversarios de contienda: su estrategia de seguridad pública, la despenalización de la mariguana, la Ley de Seguridad Interior y el Fiscal “carnal” pero a reserva de estos dos últimos asuntos, le apostó a la evasión.

Fue precisamente cuando se le cuestionó sobre si iría por la inmediata abrogación de la Ley de Seguridad Interior, que faculta a las Fuerzas Armadas a asumir tareas de seguridad pública y que hoy está bajo el estudio de la Corte, que López Obrador buscó salirse del tema con la expresión “ni sí, ni no”.

Lo mismo ocurrió con el tema sobre la despenalización de la mariguana, pues sin fijar una clara postura al respecto se limitó a insistir que este será otro tema que se sujetaría a discusión y análisis.

“Todos los temas se deben de analizar. Afecta más a la salud el alcoholismo, el tabaquismo, que el uso de ciertas drogas, y que al prohibirse el consumo de esas drogas se desataría más violencia. ¿Por qué no tratar y por qué no aprobarlo y llevarlo a cabo escuchando todas las voces?”.

El tres veces candidato presidencial manifestó su interés de sumar a su equipo de gobierno al padre Alejandro Solalinde y al poeta Javier Sicilia, activistas a quienes ubicaría, dijo, en la defensa de los derechos humanos, sin precisar si en el gobierno o en la Comisión Nacional de Derechos Humanos, y en una Comisión Nacional de Búsqueda de Personas, respectivamente. También dijo que estaría de acuerdo en conformar una Comisión de la Verdad para el caso Ayotzinapa y cualquier otra violación grave de derechos humanos.

“Quiero a Solalinde como encargado de la defensa de derechos humanos, a Javier (Sicilia) ayudándonos en la comisión para encontrar a desaparecidos (...) Todos van a ser convocados para hacer esta tarea, si va a ver cambio buscaremos gente íntegra, sensible, justa y no al amigo, al compañero político leal”, señaló.

Posteriormente Javier Sicilia rechazó el ofrecimiento de López Obrador para ocupar un cargo en la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas al considerar que no cuenta con el perfil para integrarse al organismo administrativo que ejecuta y da seguimiento a las acciones de búsqueda de personas desaparecidas y no localizadas.

Mientras, el sacerdote Alejandro Solalinde aceptó la propuesta para ocupar un cargo como responsable de la defensa de los derechos humanos en el próximo sexenio con la condición de colaborar sin goce de sueldo. Sin embargo, en los diarios se advirtió que de acuerdo con el Artículo 130 de la Constitución, en términos de la ley reglamentaria, los ministros de culto no pueden desempeñar cargos públicos.

ANAYA APROVECHA NUEVO FORO PARA LANZARSE CONTRA AMLO

Inauguró este Diálogo Por la Paz y la Justicia el candidato de la Coalición “Por México al Frente”, Ricardo Anaya. Frente a defensores de derechos humanos se pronunció por una profunda reforma a la Ley de Seguridad Interior y reprobó que en el Congreso se hayan alcanzado consensos para esta ley, no así para el Mando Mixto Policial.

El primero de los cuatro candidatos presidenciales que participarán en este encuentro, además reiteró su postura en contra del “fiscal carnal” y aprovechó para, fiel a su costumbre, pronunciarse contra su principal adversario y candidato puntero Andrés Manuel López Obrador a quien criticó por su propuesta de resolver vía terna la designación del primer fiscal general de la república.

“Necesitamos una fiscalía verdaderamente autónoma e independiente y que la fiscalía anticorrupción sea también autónoma e independiente (...) López Obrador está diciendo que quiere mandar una terna, lo que es totalmente contrario a la reforma e incluso al artículo 102 constitucional vigente. Quieren que el presidente tenga mando sobre el ministerio público cuando necesitamos que no dependa del capricho del presidente en turno la impartición de justicia. Tiene que haber pesos y contrapesos, el sentido de esta reforma es no darle el poder al presidente sobre el ejercicio de la acción penal”, declaró.

Al igual que sus contendientes, el abanderado de la alianza PAN, PRD y MC se refirió al tema de la despenalización de la mariguana para fines recreativos, propuesta que, dijo, no es la solución para resolver en un corto plazo los problemas de violencia e inseguridad.

“El tema debe ser sujeto de una profunda revisión pues señaló “no creo que en el corto plazo la legalización resuelva problema pero si estoy abierto a que demos el debate juntos sin posiciones personales porque es un tema muy complejo y lo que estamos haciendo no funciona”.

BRONCO AHORA BUSCA “MOCHAR” EL MIEDO

En el mismo foro y frente al mismo público Jaime Rodríguez "El Bronco", reprodujo el discurso que pronunció en el primer debate presidencial, aunque le faltó la “bala” que utilizó en el encuentro entre presidenciables para sensibilizar a la audiencia.

“De los aspirantes a la presidencia de la república soy el único que ha sufrido la violencia en carne propia, mi hija de dos años fue secuestrada, mi patrimonio destruido, mi hijo mayor murió perseguido por la delincuencia, a mi me han querido secuestrar tres veces y aquí estoy con ustedes”, así abrió su participación.

El gobernador con licencia de Nuevo León y aspirante presidencial por la vía independiente se autodenominó “el hijo bastardo de la ley”, y se presentó como una víctima de la partidocracia, esa de la que formó parte cuando militó en el Partido Revolucionario Institucional.

Aquí también buscó algo que “mochar”, aunque ya no se trató de su propuesta de cortarle la mano a los funcionarios corruptos, sino de “mocharle” el miedo a los gobernadores que dijo, también están bajo la amenaza del crimen organizado.

Otro tema que abordó fue la despenalización de la mariguana. Fijó postura en contra.  “El hijo del rico que tiene para comprarla dice que es recreativo, el hijo del pobre que no tiene para comprarla roba, mata, secuestra y asesina”.

AJ