OAXACA (La Silla Rota).- Yolanda Robledo vive en la incertidumbre porque sus hijos prácticamente no tienen fecha para regresar a su escuela luego de que el sismo derrumbó el plantel y los salones provisionales que se instalaron no son seguros.
La reconstrucción de la Escuela Secundaria Federal Heliodoro Charis Castro, ubicada en la octava sección de Juchitán, donde asisten sus hijos avanza lento y desconocen cuándo podría terminarse.
"Estamos enojados, al gobierno se le olvidaron los niños, quienes son los que más sufren en este proceso de reconstrucción de las escuelas, pero se empeñan en decir que todo esta normal, que ya hay clases y no es así".
Junto con otras madres de familia se armaron de valor, tomaron lo necesario y viajaron a la capital oaxaqueña a exigir a las autoridades educativas se les haga caso.
"Las clases funcionan por periodos en la semana, van dos a tres días a clases, los maestros los asesoran dejan tareas, pero se trata de un esfuerzo entre padres de familia y los docentes no del IEEPO", expresa Yolanda.
Su demanda es una sola: se agilice la reconstrucción de las escuelas y se garantice la educación se sus hijos.
Protestas
El abandono de la reconstrucción de escuelas y la falta de agilidad en los trabajos de la reparación en otras, obligó a padres de familia y profesores de la zona escolar 056 de la delegación D-1- 17 de la región del Istmo de Tehuantepec a reanudar protestas y bloqueos en esa zona del estado y en la capital oaxaqueña.
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Un grupo de inconformes se manifestaron frente a Palacio de Gobierno para reclamar el desinterés de los tres niveles de gobierno, y de manera simultánea otro contingente de padres y personal de las escuelas bloquea la carretera de acceso al municipio de Juchitán de Zaragoza.
El supervisor escolar de la zona escolar 056, Wilbert Matus Martínez sostuvo que de las 700 escuelas que serían reconstruidas en el Istmo debido a los sismos de septiembre pasado sólo una se terminó, el Centro Escolar Juchitán; el resto, esta en proceso y hay otras que ni siquiera se han empezado.
El Centro Escolar, ubicada en la zona centro de Juchitán de Zaragoza, fue una de las escuelas que se derrumbó tras el terremoto de 8.2 grados que azotó a la región sureste del país el 7 de septiembre pasado. Al ser la más antigua y de mayor atención a alumnos, unos dos mil, el ex secretario de Educación Aurelio Nuño y el gobernador arrancaron con este plantel la reconstrucción el pasado 12 de septiembre. Casi 6 meses después la escuela esta en pie y lista para operar, pero se trata de la primera en la región terminada.
Clases a la intemperie
Además, indicó que hay escuelas que se encuentran en completo abandono como la Escuela Primaria Juchitán y la Escuela Primaria Víctor Bravo Ahuja, ubicada en la comunidad de Puente Madera, en el municipio de San Blas Atempa.
Ahí, los alumnos reciben clases a la intemperie, en lugares habilitados, sin condiciones de seguridad y padecen de las inclemencias del tiempo, sostuvo el supervisor.
A pesar de que el 15 de enero iniciaron protestas para llamar la atención de las autoridades educativas y el 22 de ese mismo mes salieron a las calles del municipio de Juchitán a tomar clases en la vía pública, las respuestas son mínimas o bien promesas incumplidas.
"Trataron de evitar que estuviéramos aquí porque el domingo pasado se acercó personal del IOCIFED, pero solo fueron promesas", dijo Wilbert Matus.
Los padres de familia inconformes advirtieron que mantendrán sus protestas en tanto los niños no tengan espacios dignos para recibir clases en el Istmo de Tehuantepec.
De acuerdo con la Sección 22 del SNTE en esta región se tuvo impacto por los sismos de septiembre en 3 mil escuelas de 41 municipios, mismas que no han podido normalizar las actividades escolares a la fecha.
De estas, alrededor de 700 espacios serán reconstruidas, pero en seis meses solo una escuela está terminada, el Centro Escolar Juchitán, que fue intervenida por el Ejército Mexicano.
Pero, además hay otros 600 planteles educativos que a la fecha están en la incertidumbre, dado que sus expedientes técnicos no fueron concluidos y por lo tanto se desconoce si se destinarán los recursos para su reparación.