La pandemia frenó inicialmente las operaciones de los delincuentes, por lo que el narcotráfico ha buscado recuperar sus ganancias a través de prácticas como el uso de estadounidenses en la pobreza o adictos para trasladar estupefacientes, así como la utilización de drones y criptomonedas.
De acuerdo a fuentes citadas por The New York Times, los criminales también se han avocado a prácticas antiguas de tráfico de drogas como túneles subterráneos y rutas marítimas.
El reportaje del rotativo norteamericano se basa en las formas en que ha buscado mantener el negocio la organización delincuencial conocida como Cártel de Sinaloa, a pesar de las restricciones gubernamentales a causa de la covid-19 que han frenado el tráfico de estupefacientes.
Este grupo criminal también ha visto interrumpido el suministro de productos químicos para la fabricación de drogas sintéticas como el fentanilo y la metanfetamina.
La agilidad con la que los criminales se adaptan a la nueva normalidad ha obligado a las autoridades a generar nuevas tácticas, a pesar la pérdida de recursos y elementos que han sido movidos al combate contra el coronavirus tanto en Estados Unidos como en América Latina.
LA NUEVA NORMALIDAD DEL NARCO
En México, el narcotráfico se ha visto dañado por la pandemia. Las bandas del crimen organizado son las que más se han visto afectadas por el covid-19.
Antes de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declarara una emergencia nacional por covid-19, lo había hecho por las drogas opioides, las cuales estaban matando por sobredosis a miles de estadounidenses al año.
De estas drogas opioides destacan la heroína, pero sobre todo el fentanilo; esta última es una de las "mercancías" favoritas de las dos organizaciones criminales más poderosos del narcotráfico: el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Datos de la Administración para el Control de las Drogas (DEA, por sus siglas en Inglés) refieren que en seis años aumentaron las muertes por heroína en Estados Unidos al pasar de 3 mil 38 casos en 2010 a 15 mil 469 en 2016.
En tanto, la muerte por sobredosis de fentanilo se sextuplicaron en tres años, al pasar de 3 mil 105 casos en 2013 a 19 mil 410 en 2016.
¿Y ESTO QUÉ TIENE QUE VER CON LA PANDEMIA DEL CORONAVIRUS?
Los cárteles mexicanos son los principales distribuidores del fentanilo, droga que viene en su mayoría de Asia, particularmente de China.
La DEA califica a las organizaciones criminales de China, junto con las de México, como los principales responsables de tráfico de fentanilo en Estados Unidos.
El fentanilo llega de China a los puertos del pacifico mexicano, controlado principalmente por el Cártel de Sinaloa y CJNG, como lo son los de Mazatlán, Sinaloa; Vallarta, Jalisco; Manzanillo, Colima; y Lázaro Cárdenas, en Michoacán.
Luego, los cárteles mexicanos se encargan de hacer llegar esta droga a Estados Unidos y distribuirla.
Sin embargo, ante la pandemia del coronavirus y siendo China el principal afectado de este virus, los acuerdos de distribución ilegales se han visto afectadas.
Y no sólo el fentanilo, también la metanfetamina, que si bien es una droga sintética que se realiza en laboratorios clandestinos, tanto en México como Estados Unidos, los precursores químicos que se utilizan para elaborarla también vienen de China.
Las bandas trasnacionales del crimen organizado no son las únicas afectadas por el coronavirus, las locales también.
Tal es el caso de "La Unión Tepito", la banda dedicada al narcomenudeo y extorsión en el centro de la Ciudad de México.
En sus prácticas de extorsión "La Unión Tepito" controla a los comerciantes de todo tipo del corazón de la capital del país.
Entre ellos están los "Marco polos" de Tepito, un grupo de comerciantes que viajan a China para conseguir mercancía de contrabando, gastando hasta 10 mil dólares en ella, para luego traerla de forma ilegal a México y luego venderla.
Sin embargo, la pandemia de covid-19 no ha permitido que estos comerciantes acudan a tierras asiáticas por su mercancía quedando sus negocios desabastecidos.
Sin mercancía, los comerciantes no tienen que vender y no tienen ingresos ni siquiera para pagar el cobro de piso que exige "La Unión Tepito".
Y es que comerciantes de la ciudad aseguran que ya fueron advertidos por miembros de esta banda delictiva sobre que seguirán cobrando la extorsión aunque la pandemia obligue a estos a cerrar sus negocios.
Los comerciantes se ven en una encrucijada entre no poder conseguir su mercancía y, de así tenerlo, no conseguir clientes por el covid-19; más ser amedrentados a pagar la extorsión bajo amenazas contra su vida.