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Concentrador de oxígeno o tanque de oxígeno, ¿cuál es la diferencia?

La pandemia de covid-19 ha generado un incremento en el uso de estos aparatos ya que ayudan en el tratamiento de quienes sufren dificultad para respirar

Escrito en NUEVA NORMALIDAD el

Los concentradores de oxígeno se han vuelto una herramienta útil para el tratamiento de personas con covid-19, pero la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos  Sanitarios (Cofepris) alertó que es necesario utilizarlos de manera correcta y bajo prescripción médica, para evitar poner en mayor peligro la salud.

Un concentrador de oxígeno es un dispositivo médico autónomo que requiere conectarse a la electricidad. Este aparato toma el aire del medio ambiente para concentrar el oxígeno hasta alcanzar las concentraciones terapéuticas requeridas para administrar al paciente.

La pandemia de covid-19 ha generado un incremento en el uso de estos aparatos ya que ayudan en el tratamiento de quienes sufren dificultad para respirar, derivada de la enfermedad.

Ante el aumento en las hospitalizaciones, el uso de oxígeno suplementario en casa se ha convertido en una de las terapias más eficaces para tratar a personas con coronavirus; sin embargo, la Cofepris destacó que su uso debe ser prescrito por un médico.

La Comisión señaló que hay algunos puntos que la población debe tomar en cuenta al utilizar un concentrador, como seguir correctamente las indicaciones que dio el médico, así como las del fabricante, para evitar algún daño a la salud.

Recordó que al usar un suministro de oxígeno externo es importante tener a mano un oxímetro de pulso portátil para poder verificar de forma constante el nivel de saturación de oxígeno en sangre, cuyos valores normales son de 92% en adelante.

Otro aspecto importante es conectarlo en tomas de corriente y con cables de alimentación en buenas condiciones para evitar posibles incendios; no limpiarlo cuando esté conectado, y sólo utilizar los concentradores de oxígeno que cuenten con un registro sanitario otorgado por la Cofepris.

Advirtió que cualquier concentrador de oxígeno que esté a la venta sin contar con registro sanitario constituye un riesgo a la salud por ser de dudosa procedencia. Asimismo, hizo un llamado a la población a notificar cualquier problema de calidad, incidente o incidente adverso, por el uso de estos dispositivos médicos.

DIFERENCIA ENTRE UN CONCENTRADOR DE OXÍGENO Y UN TANQUE DE OXIGENO

De acuerdo con el portal Info Betten, de Chile, los tanques de oxígeno que se utilizan en hospitales, clínicas y por los paramédicos, son dispositivos que tienen una determinada cantidad de oxígeno comprimido en ellos; es decir, son contenedores de oxígeno. Estos se utilizan para realizar terapias respiratorias, para reanimar pacientes (resucitación), en unidades de cuidados intensivos o para colocar anestesia, entre otros. 

Por el contrario, un concentrador de oxígeno es un artefacto que toma el aire del ambiente, lo filtra y luego lo comprime de forma continuada, por lo que el suministro de aire nunca se agota a diferencia de lo que sí sucede con los tanques de oxígeno.

“La principal diferencia entre un tanque de oxígeno y un concentrador es que el primero cuenta con una cantidad finita de oxígeno comprimido y solo contiene oxígeno previamente cargado, no lo produce, mientras que los concentradores tienen un suministro infinito de oxígeno, siempre y cuando el aparato que se está utilizando esté conectado a una red de energía o tenga una batería que le permita mantener activo el mecanismo”, destacó el portal.