La gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich Arellano declaró ante medios de comunicación que ella no es mamá de los alcaldes para reprenderlos por sus malas acciones.
“Yo quiero que entiendan algo: yo soy muy respetuosa de la autonomía municipal y los alcaldes son electos por su gente y pues tienen una responsabilidad que cumplir, pero yo como gobernadora, pues no soy la mamá. Ojalá fuera la mamá y me hicieran caso y los agarrara a nalgadas a todos –perdón que les diga así- pero ni así”.
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Esto, ante los cuestionamientos sobre el alcalde de Empalme, Carlos Enrique Gómez Cota, también emanado del PRI, por no presentarse a trabajar en más de 70 días.
Empleados del ayuntamiento, de este municipio costero, ubicado a 139 kilómetros de la capital mantienen tomadas las instalaciones de palacio, como medida para exigir al alcalde el pago de su salario, pensiones y finiquitos por despidos injustificados a más de 200 personas.
La problemática existe en el municipio desde septiembre de 2017, pero fue el pasado 12 de junio cuando los trabajadores impidieron los accesos al edificio para exigir los más de 22 millones que se les adeuda.
“Entonces, por eso es bien importante y lo digo en general, que cuidemos bien a quien elegimos. Yo no puedo estar respondiendo por los actos de los demás. Es imposible que yo pueda estar respondiendo por los actos de los demás, soy la gobernadora del estado; las instancias correspondientes lo tienen que llamar a rendir cuentas”, manifestó Pavlovich Arellano.
Con información de Proyecto Puente.
mvf