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Gabriel y Rodrigo, niños triquis que quieren conocer más lugares, con pies descalzos

Cuando está en una cancha, uno se siente feliz y lo olvida todo; el otro es de corta estatura, pero un gigante al mover el balón de basquetbol

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Escrito en METRÓPOLI el

Ellos forman parte de la segunda generación de los Campeones Descalzos de la Montaña Triqui de Oaxaca. A su corta edad, Gabriel y Rodrigo comparten un mismo sueño: convertirse en jugadores profesionales de basquetbol de la NBA. 

Seis niños de 10 y cuatro niñas de entre 13 y 16 años de edad, junto con tres entrenadores, están de visita en la Ciudad de México para participar en el Primer Campamento Triqui de Basquetbol, donde durante siete días entrenarán con pequeños capitalinos en el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, celebrado este 9 de agosto.

Al jugar basquetbol, Gabriel Hernández Aguilar se siente feliz. Cuando está en una cancha se le olvida todo. En ese momento sólo quiere anotar una canasta y si van perdiendo remontar el marcador. 

“Cuando vamos perdiendo contra el equipo rival, sé que tengo que tirar y aunque me dan nervios la tiro, y si fallo no importa la vuelvo a tirar hasta que la meto. Y si perdemos nos ponemos tristes, pero si ganamos nos sentimos muy felices y orgullosos. Sabemos que hay veces que perdemos y otras ganamos, así es la vida”. 

Gabriel nació en el pueblo Santa Cruz Río Venado de la región Mixteca de Oaxaca. Tiene 10 años de edad y desde hace tres juega en el equipo. Siempre ha recibido el apoyo de sus padres.

“Mis papás me dicen que siempre dé lo mejor que yo pueda, porque ‘si no juegas bien quedas mal con el equipo y queda mal tu entrenador’”. 

A Gabriel no sólo le gusta jugar basquetbol, sino también disfruta mucho ver los partidos de la NBA. Su jugador favorito es Kawhi Leonard, de los Spurs de San Antonio, quien justo este jueves anunció que se despide del equipo tras 17 temporadas y ser cuatro veces campeón. Algún día quiere ser como él. 

A pesar de que Rodrigo Vargas Toledo es el de menor estatura en el equipo, es un gigante al mover el balón y correr entre la cancha. Es una bala. 

“Vine a la ciudad a jugar basquetbol y aprender más. Me gusta mucho aquí y estar en la cancha,  por eso cuando crezca quiero convertirme en jugador profesional, llegar a las ligas mayores y conocer más lugares”. 

Desde que tenía siete años, Rodrigo fue reclutado en la segunda generación de Los Campeones Descalzos de la Montaña. Con sus compañeros ha visitado Celaya, Guanajuato; Monterrey, Nuevo León y Cuernavaca, Morelos. Aún no ha conquistado el extranjero, aunque espera que pronto vayan a jugar a algún otro país. 

ASÍ “NACIERON” LOS CAMPEONES DESCALZOS DE LA MONTAÑA 

El actual entrenador de los niños y niñas, Octavio Merino Ramírez relata que el proyecto comenzó hace ocho años con el profesor Sergio Zúñiga y exjugador profesional de baloncesto originario de la Ciudad de México, quien llegó a finales de 2009 al noroeste de Oaxaca. 

Cada semana iban a diferentes comunidades a buscar niños y jóvenes que tuvieran talento en el basquetbol y que quisieran seguir adelante. 

“Mucha gente se va a los Estados Unidos. Desde jóvenes se casan o se juntan, y de ahí se van al otro lado para tener un mejor futuro. Nosotros nos enfocamos a meterles la idea desde niños a que mejor estudien, le echen ganas y sean profesionistas”. 

Sergio Zúñiga fue el primero en reclutar y entrenar. Ahora él ya no forma parte del equipo, se salió hace dos años y lo que les enseñó es lo que trasmiten a otras generaciones. 

“Tenemos varios equipos en Oaxaca, vienen de diferentes regiones como la Sierra Juárez, Sierra Sur, Itzmo, Costa, Valle Central, la Mixteca. Son varios jóvenes que están con nosotros ahorita y la generación que está ha salido a muchos eventos. Hemos participado y hemos ganado”. 

El objetivo es enseñarles el trabajo a los jóvenes para que en su momento consigan una beca deportiva y sigan estudiando. 

Esta segunda generación tiene 10 años de edad y cursan la primaria. Para el siguiente curso escolar que inicia en unas semanas ya estarán en quinto grado. 

“La mayoría va bien de calificación. A otros les cuesta un poco más de trabajo, pero le echan ganas. También queremos que aprendan bien el castellano, ya que algunos no lo hablan bien y eso les va a abrir más las puertas”. 

Todos los niños y niñas vienen de familias de escasos recursos. El proyecto del equipo de basquetbol ha generado grandes cambios en su comunidad. Han logrado alejarlos del “mal camino” y de las drogas. 

DE VISITA EN LA CIUDAD DE MÉXICO 

El Primer Campamento Triqui de Basquetbol en la capital del país fue organizado por el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México, y el Consejo Ciudadano de Seguridad Pública de la Mixteca. 

El presidente del Consejo Ciudadano de la CDMX, Luis Wertman Zaslav explica que el campamento es un ejercicio de convivencia. 

“Cuando una sociedad demuestra su unidad, organización, orden, compromiso y voluntad es cuando se empieza a generar muchas oportunidades para el progreso de la comunidad y de todos su integrantes. También queremos demostrar que como mexicanos somos una sola sociedad con diferentes características, pero cuando está entreconectada y entrelazada y es solidaria, logramos avanzar, derrumbar mitos y solucionar problemas”.

Resalta que la comunidad triqui ha sido un ejemplo de cómo una sociedad, cuando está organizada y es corresponsable, avanza de manera positiva y se va conectando con todo el entorno. 

Después de que la primera generación ganó la Copa Mundial de Barcelona 2016 y logró la fama nacional e internacional, los entrenadores comenzaron a organizar en época de vacaciones estos campamentos, en donde a través del basquetbol demuestran cómo han mejorado las condiciones dentro de su comunidad. 

El Consejo Ciudadano de la Ciudad de México, además de la organización, apoyó en hospedaje y alimentos, así como en conseguir patrocinios para los niños y niñas.

ams