NAUCALPAN.- Hace 24 años, alentados por el párroco de su colonia Lomas de San Agustín, e inspirados en las comunidades eclesiales de base, que eran agrupaciones que hacían actividades sociales, vecinos de esa comunidad comenzaron a tejer redes para abarcar temas más allá de su parroquia.
Lomas de San Agustín es una colonia popular con altos índices de inseguridad en la que viven más de 25 mil personas.
Algunos de los habitantes más participativos comenzaron a organizarse para barrer las calles. Posteriormente obtuvieron la representación social de la colonia mediante el nombramiento de un delegado municipal y de un representante del Consejo de Participación Ciudadana.
LEE TAMBIÉN: Caos en Naucalpan por obras retrasadas
La siguiente acción fue organizar un comedor para indigentes, adictos y personas vulnerables que se quedaban sin empleo, o familias que por alguna razón no tenían recursos suficientes para comer.
“Pedíamos ayuda a las casas que nos socorrieran con arroz, frijol, aceitito; algunos nos daban dinero. El padre nos daba otra parte del dinero para comprar las cosas, eso funcionó más de 15 años hasta que llegó otro padre y no le gustó lo que hacíamos”, relató la vecina María Luisa Villafuerte.
La agrupación social se dio a la tarea de gestionar ante las autoridades la rehabilitación de espacios como el que ellos han bautizado con el nombre de Parque de Lomas de San Agustín, que era un predio baldío en una zona federal al que la gente arrojaba basura de manera indiscriminada y era sede de diversos delitos.
Actualmente es una zona rehabilitada, iluminada, con un auditorio al aire libre, juegos infantiles y una cancha deportiva.
Otra lucha fue exigir un cobro justo del servicio de agua potable pues, aunque en zonas populares se cobra anualmente bajo el esquema de tandeo, les llegaba el recibo de cobro bimestral; luego de diversas gestiones, protestas y con la colaboración de otras organizaciones civiles, lograron que el organismo de agua de Naucalpan OAPAS les ajustara el cobro.
Entre sus principales logros está haber frustrado la edificación de una planta de transferencia de basura en la parte baja de la colonia, que planteaba el paso de camiones pesados por las vialidades principales, a lo que los vecinos se opusieron incluso ante el entonces presidente de la República, Carlos Salinas de Gortari.
Los entrevistados presumieron a La Silla Rota haber cambiado el destino de un cine abandonado en el que se cometían todo tipo de ilícitos; luego de buscar y encontrar a los dueños y presionar a las autoridades, lograron que se instalara una tienda de conveniencia y dar un uso a esa zona abandonada. Además, lograron la creación de un pozo para la comunidad.
Hacia el año 2007 un grupo creciente de vecinos que ya había participado de esas acciones, se constituyó en la asociación civil “Crear, gestionar, mujeres a luchar” que actualmente agrupa a más de 200 hombres y mujeres representantes de diversas zonas de su comunidad.
“Hemos logrado mucha fuerza, sí nos hacen caso, tenemos fuerza social. Unidos podemos hacer todo, desunidos, no”, consideró la vecina Gloria Baena.
El grupo tiene también una red de seguridad basada en comunicación vía whatsapp mediante la cual concertan reuniones, acciones diversas y se alertan ante posibles emergencias e ilícitos.
Actualmente la asociación lucha por la salida del delegado de la colonia Jesús Adán Martínez a quien, aunque apoyaron, acusan de dejar la representación social y vecinal para buscar un cargo en el gobierno municipal.
Además luchan en contra del cambio de medidores digitales por parte de la Comisión Federal de Electricidad; esa inconformidad ha agrupado a diversas colonias vecinas que preparan un juicio colectivo en contra de los medidores que se basan en tarjetas de prepago para dotar del servicio.
“Tenemos en puerta ya la acción colectiva en contra de los medidores de prepago con Profeco y CFE; la semana próxima estaremos haciendo ese movimiento para exigirle a Profeco que sea el promovente de esa acción porque somos como 400 vecinos de varias partes”, explicó Gloria Juandiego, presidenta de “Crear, gestionar, mujeres a luchar”.
Los entrevistados aseguraron que no tienen patrocinio ni afinidad política y que cada interesado paga sus trámites.
fmma