El 28 de enero de este 2019, un incendio atrapó a dos niños en la colonia 21 de Abril, en la ciudad de Alvarado, la tragedia ha conmovido a todo el municipio, tanto que, organizado por diferentes agrupaciones, ayudan con enseres, víveres y dinero para que la familia de los pequeños puedan reponerse.
Francisca Palacios Carmona, de 65 años, tiene casi dos semanas sentada afuera del Hospital de Alta Especialidad del Instituto Mexicano del Seguro Social, del norte de la ciudad de Veracruz.
Adentro, espera noticias de Yeremi Antonio, el pequeño de 11 años que todavía sobrevive en las heridas ocasionadas por el fuego. Los médicos esperan su recuperación para que la asociación Michou y Mau lo pueda trasladar a Houston, Texas, para su rehabilitación.
La mujer relata que ese día, eran cerca de las 6:00 de la mañana cuando la familia ya estaba de pie, listos para irse a trabajar, Yeremi dormía en una de las habitaciones, mientras que Elizabeth, de seis años, salió a jugar con una prima a la calle.
Al cabo de un rato, la infanta decidió meterse al hogar para ver la televisión y cerró la puerta que solo abre por dentro, sellando así el destino de ambos menores dado a que todos los adultos estaban afuera, en la calle.
Francisca relató, angustiada afuera del IMSS, que en cosa de segundos vino un corto circuito lo que derivó en el incendio que en pocos minutos hizo arder la recamara en la que estaba Yeremi durmiendo.
Mientras la familia luchaba por tirar la puerta de acero llegaron los bomberos que, para agilizar el rescate, rompieron con un marro una de las paredes logrando sacar a ambos niños, pero con quemaduras en el 70 por ciento de sus cuerpos.
Desde entonces, iniciaron una lucha por sus vidas que perdió Elizabeth, pues murió tras una operación para amputarle sus brazos.
Yeremi sigue hospitalizado, estable, pero las carencias de su familia cada día son peores, por lo que tanto autoridades como pobladores de esa ciudad se han dispuesto para ayudarlos.
“Le pedimos a Dios que nos dé mucha fuerza, y que le dé mucha fuerza a mi muchachito para que lo puedan trasladar y se salve. Le pedimos mucho a Dios que el niño se vaya recuperando y me lo puedan enviar”, dijo la abuela, que también tiene lesiones pues al intentar salvar a sus nietos recibió una descarga eléctrica que lesionó uno de sus pies.
Humma Ochoa, activista de la comunidad Lésbico-Gay, fue de las primeras en organizar una colecta, el resultado fue exitoso, en la primera entrega llevaron a doña Francisca una base de cama, un comedor, una licuadora, una plancha para ropa, un sillón, una silla, ropa y juego de vasos.
Otros ciudadanos llamados por la convocatoria prestaron su tiempo y camionetas para ir a las comunidades del municipio por los muebles y luego llevarlas a la casa de la tragedia.
Por su parte, el ayuntamiento el Instituto Mexicano del Seguro Social pagó todos los gastos funerarios de la niña y el ayuntamiento de Alvarado ayuda a reconstruir la vivienda de su familia para que esté lista cuando regrese el pequeño de 11 años.