El expresidente Vicente Fox “no escuchaba o no le interesaba escuchar” durante su mandato, considera Javier Coello Trejo, conocido como “El Fiscal de Hierro”.
En el libro que lleva por título el sobrenombre que se ganó como funcionario de los sexenios de José López Portillo y Carlos Salinas de Gortari, Coello cuenta un par de anécdotas en los que se manifestaron los diferentes modos de pensar con el primer presidente de la alternancia, hecho que “sorprendió a todos y particularmente a Vicente Fox, que no tenía mucha idea de lo que significaba gobernar” (Editorial Planeta, 2021), escribió.
Javier Coello sostenía una amistad con el hermano de Fox, de nombre Cristóbal. Fue él quién le pidió reunirse con Vicente semanas antes de que tomara posesión como jefe del Ejecutivo. Durante el encuentro el entonces presidente electo le preguntó acerca de la seguridad, la Procuraduría y los Derechos Humanos.
“—No, señor presidente, con todo respeto, si usted intenta aplicar la ley y hacer justicia de la mano de los derechos humanos tal y como están ahora no va a lograr nada, —le dije con toda franqueza, —No sea usted cabrón, Coello, —respondió. —Señor presidente, es la verdad”, expone Coello en “El Fiscal de Hierro”, en referencia a la problemática relación que había entre la PGR y la CNDH.
“SÓLO SE TRATABA DE APLICAR LA LEY Y SIEMPRE LE TEMBLÓ LA MANO”
Javier Coello cuenta que en cierta ocasión, Cristóbal Fox tuvo un problema en el que le habían invadido un terreno
Al acudir a ver a Vicente, ya como presidente en funciones, el abogado le explicó que el asunto “era ilegal por donde se le viera”. “Solo se trataba de aplicar la ley y siempre le tembló la mano”, escribió, al referir que el ex jefe del Ejecutivo “puso de pretexto la reforma agraria y mil cosas más que no tenían mucho sentido”.
“—A ver, señor presidente, con todo respeto, ¿para qué tanto pinche brinco estando el suelo tan parejo? ¿El terreno es propiedad de su hermano?, —pregunté. —Sí lo es, —respondió. —¿Entonces? —No, no, así no se puede, —dijo”.
“Salimos de la reunión y le dije a Cristóbal: —A la chingada, tu hermano vale pa´ pura madre”, remata.
El exsubprocurador Coello narra que posteriormente se encargó del asunto en tribunales y logró que le devolvieran a Cristóbal su terreno sin violar la ley.
(djh)