Petróleos Mexicanos (Pemex) cuenta con un sistema que le permite identificar la más mínima variación de presión en sus ductos, sin embargo, estos datos estarían llegando a manos de huachicoleros.
De acuerdo a datos de Reforma, una empresa privada mexicana también utiliza el Sistema de Control y Adquisición de Datos (Scada), Fermaca, y registra cero tomas clandestinas en 14 años.
En contraste, Pemex ha sufrido 5 mil 75 tomas clandestinas, sólo entre enero y junio de 2017.
Fermaca no registra “piquetes” en sus gasoductos, fugas ni paros operativos, resaltó Jorge Montejo, director de Operaciones y Control de Gas de la firma.
“(El Scada) debe darte toda la información, a menos de que tú no la quieras ver”, agregó en entrevista en Reforma.
Pemex ha declarado ante la Auditoría Superior de la Federación que Scada no contribuyó a operar con mayor eficiencia y confiabilidad los 47 sistemas de transporte de ductos de hidrocarburos en 2016.
Por lo que, la petrolera mexicana admitió que probablemente algunos de sus trabajadores y autoridades son parte del mercado ilícito de combustibles.
De tal forma, este sistema que debería funcionar para evitar la ordeña, terminaría dando información a los criminales para que sepan en qué momento algún ducto no está transportando combustible y poder hacer una toma clandestina.
“Puedes aprovechar la información del Scada para analizar y detectar estas bajas de presión, pero no es el objetivo del Scada atender los mercados ilícitos”, indicó Ignacio Aguilar, director general de Pemex Logística.
lrc